miércoles, 23 de julio de 2014

Otras razones para no invertir en "Castrolandia"

Paulino Alfonso Estévez
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Después de oír la acostumbrada salmodia del Sr General y sus acólitos ante el coro de focas amaestradas, o como insiste el General en llamarlo, parlamento, he tomado la firme decisión de que esta sea al menos por todo el año la última reseña que escribo sobre este aburrido tópico.
Después de hacer pasar por el mismo bochorno a todos sus miñones grandes y pequeños, el general dio rienda suelta a su faldero predilecto, el Lic. Marino Murillo Jorge, rapsoda mayor en este colorido coro de exponentes.
Como siempre se comenzó por el más inope e irrelevante, el ministro de Cultura, quien poco tuvo que informar, a no ser la acostumbrada súplica por más presupuesto para las “actividades” de rumberos y bongoseros, que es lo único que su desarmado sistema puede aportar para la recreación de la población
Claro que no mencionó que para recrearse en Castrolandia hay que contar con un sueldo superior a los 2,000 pesos mensuales o de lo contrario gozar con la bendición de los familiares en el extranjero
Para no abusar del tiempo y la paciencia obviaré el resto para concentrarme en el discurso súper técnico del Sr Murillo.
Al terminar de oír toda la monserga, llegué a varias conclusiones.
Analicé algunas cifras dichas, al parecer, al descuido, cosa que no creo suceda en Castrolandia.
Estas son que para recuperar los niveles óptimos que se plantea el general para hacer su socialismo sostenible y próspero, Castrolandia necesita una inversión extranjera sostenida de no menos de US$15 billones anuales desde el presente 2014 hasta el 2030.
Viendo tal escarnio, me atrevo a proponerle al Sr Murillo, y a su jefe lo siguiente: ¿Por qué no echar mano a los US$35 billones que tan munificentemente nos perdonó el Zar Putin? Aunque no sea todo, al menos es el 30% de la inversión que debe recibir Castrolandia de acuerdo a los cálculos calenturientos del gordo Murillo y su anciano jefe.
O será que al confeccionar el informe, ambos estaban bajo los influjos del Royal Venture, cosa esta infaltable en la oficina del general. Recuerden que estamos en Castrolandia y aquí cualquier cosa puede suceder.
Así, ¿todos los aspirantes a bobitos siguen pensando que Castrolandia es la tierra prometida o lo van a pensar mejor?
Para Cuba actualidad: paulino.alfonso@gmail.com

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