miércoles, 23 de julio de 2014

Una historia que no piensa acabar

Yasmin Conyedo Riverón
Cuba actualidad, Santa Clara, Villa Clara, (PDEl tema de los equipos electrodomésticos entregados hace siete años a la población aún provoca polémica. Cada quien ha querido dar su opinión acerca del costo, pago y vida útil de los mismos.
En Santa Clara en particular, las personas suelen decir que su llegada fue vital en la sustitución del viejo fogón de queroseno, y por qué no, hasta del uso de la leña y el carbón. La verdad es que les facilitaron a las mujeres el trabajo en la cocina.
Muchos creyeron que lo mejor sería deshacerse de los antiguos fogones y recibir con júbilo los nuevos aparatos para la cocción. Mientras que otros, que han vivido y han experimentado lo feo de una cara bella, prefirieron conservar lo viejo y continuar utilizándolo junto a los recién llegados. Sus pensamientos eran algo así como: “Vamos a ver cuánto pueden durar y qué cantidad de corriente consumirán”.
La verdad es que a la hora de ser entregados, una avalancha de interesados tomó los primeros puestos donde iban a ser repartidos los módulos conformados por una olla frijolera y una arrocera, y una hornilla y una cafetera eléctricas. Del pago de estos artículos, por su parte, ni hablar. Hay quienes creían que era un acto de caridad de su presidente Fidel Castro. Otros aseguraban que pagarían cuando tuviesen dinero, pues la situación estaba dura y había que buscar con qué llenar aquellas ollas.
Al mes de uso, los talleres de reparación comenzaron a tener una gran demanda; el pedido de piezas de repuesto sobrepasaba los límites. Mientras, no había bolsillo que aguantara el consumo de energía eléctrica en las viviendas.
Y era así como el pago de los electrodomésticos parecía quedar en el olvido. El gobierno ni se pronunciaba al respecto, y los ciudadanos se negaban rotundamente a pagar al ver los resultados.
Hoy, luego de siete años, directivos gubernamentales, a través de los medios de prensa y de visitas personalizadas a los hogares de los llamados “morosos”, exigen el pago de los equipos. Aseguran que esa situación afecta los ingresos al presupuesto del Estado y quedan por recaudar 42 millones de pesos.
No obstante, ya se anuncia la futura comercialización de un nuevo módulo de cocción, cuya venta en la red de tiendas de comercio minorista y las recaudadoras de divisas se hará al contado, o a través de créditos concedidos en cualquiera de las sucursales del Banco de Crédito y Comercio, y el Banco Popular de Ahorro.
Para Cuba actualidadconyedoy@gmail.com

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