sábado, 23 de abril de 2016

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA


El 23 de abril en la Historia de Cuba

• 1898 -



Tuvo lugar la acción de Pestana, Santiago de las Vegas, realizada por sorpresa por el batallón español de san Quintín, aprovechándose del armisticio decretado. Los patriotas supieron defenderse heroicamente y cayó como bravo el coronel Juan Delgado, jefe del Regimiento del nombre de este término. En recuerdo de dicho jefe y de la acción, el municipio decretó la construcción del Parque y en su centro una pilastra del heroico coronel, de tamaño natural, como tributo de admiración de esta noble ciudad.

• 1895 -

Diario de José Martí en Cuba.



José MartíMáximo Gómez y acompañantes llegan al campamento de Los Ciguatos.

- Próceres en Acción - José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo en Cuba.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 233-234 nos describe los acontecimientos del 23 de abril de 1895 en la Historia de Cuba:

   “La Revolución no hubiera marchado de victoria en victoria, desde a poco de quedar en actividad en febrero de 1895, de no contar con el brazo y el genio militares de Antonio Maceo. Pero el hombre que en la contienda de los Diez Años había demostrado hallarse en posesión de singular bravura, el soldado ilustre que en Baraguá había dado forma a la protesta cubana frente a los manejos pacificadores de Arsenio Martínez de Campos, estuvo presto a contribuir decisivamente al buen suceso del nuevo esfuerzo emancipador. Cuando, el 1° de abril de 1895, el general Antonio Maceo desembarcó en la playa de Duaba, brillaron en el cielo patrio resplandores de triunfo y de gloria.

   “José Miró Argenter, tan unido a Maceo en la Historia, señaló la importancia de la llegada del héroe a Cuba. Al saber los españoles que Maceo se hallaba entre los suyos e ileso, se prepararon para el combate formal, comprendiendo que la cosa iba de veras. Martínez de Campos se dispuso a dirigir personalmente las operaciones militares, estimando como negocio secundario la acción política, en la que había cifrado hasta entonces sus lauros de pacificador. La guerra cambió de aspecto bajo la dirección del caudillo cubano, que imprimió a la campaña el sello de su rara actividad y las manifestaciones de su genio emprendedor. Los tiroteos cobraron intensidad y se multiplicaron. Las plazas españolas se creyeron inseguras. Se peleó en campo raso. Hubo choques terribles, en los que jugó el arma blanca. Acudieron a las filas muchos viejos soldados que sólo esperaban la llegada del egregio capitán.

   “La actividad del veterano campeón fue, ciertamente, extraordinaria. Desde el momento en que pisó tierra cubana su iniciativa y su brazo se hallaron en constante faena. Se dio a conocer como jefe de los libertadores de Oriente, y emitió disposiciones encaminadas a dar publicidad a su condición de caudillo principal y a robustecer la acción revolucionaria.

   “No bastaba una labor sencillamente constituida por providencias y proyectos. Menester era que el machete libertador se dejase sentir en el campo adversario con bríos y resolución. ¿Lo entendía así el general Antonio Maceo? No de otra manera lo puso de manifiesto, el 23 de abril de 1895, al dominar la línea férrea de Sabanilla y Maroto mediante la distribución de tiros en todas direcciones, enderezados a desconcertar los destacamentos españoles de las inmediaciones de la posición ocupada.

   “La presencia de Maceo en el extremo oriental de Cuba estuvo acompañada de otro suceso feliz: la llegada de Martí y Gómez a la Isla. Los tres próceres estaban llamados a dar fuerza e impulso decisivos a la guerra. El pensamiento de Martí y la autoridad de Gómez tenían por complemento la acción de Maceo.”

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