martes, 18 de agosto de 2009
Empeora transporte interprovincial
Ana Margarita Perdigón Brito
18 de agosto de 2009
La Habana – www.PayoLibre.com – Aumentan durante el presente verano las dificultades de los cubanos para trasladarse a otra provincia.
Este fin de semana, un inmenso gentío colmaba la instalación de la llamada “Terminal de última hora”, conocida como “La Coubre”, frente a los muelles de la bahía habanera. Numerosas personas sin pasaje, deseosas de viajar al interior de la República, tenían que hacer cola durante 4 ó 5 horas sólo para obtener un número en la lista de los fallos.
“Esto es un descaro”, expresó una señora, quien puntualizó: “Demoran intencionalmente la cola para que uno les ofrezca dinero; la corrupción es tremenda”.
Quienes finalmente logran anotarse, tienen que esperar hasta varios días, dependiendo del destino escogido. Un joven manifestó sentirse feliz porque podría viajar a Holguín después de permanecer en la Terminal durante más de 24 horas. No obstante, expresó lástima por una amiga:
“Ella me dijo que lleva tres días en la cola; fue un rato a su casa, pero cuando vuelva tendrá que empezar de nuevo, porque pusieron una guagua extra para Manzanillo y se le pasó el turno”.
Las condiciones del lugar son pésimas: la gran mayoría de los usuarios tiene que permanecer de pie, ya que los asientos son escasos. Los pisos están cubiertos de mugre y desechos de todo tipo, pero los más cansados o menos escrupulosos se acuestan en él para reposar un poco. El calor que impera en el salón durante el día es sofocante.
La cafetería trabaja intermitentemente. Quienes no poseen divisas sólo pueden beber agua de la pila o un brebaje turbio de sabor indefinible, que sirven a temperatura ambiente con el nombre de refresco.
Una anciana se quejaba este sábado del apretujamiento de personas que se forma cada vez que anuncian la salida de un vehículo y quienes desean viajar en él acuden en masa a la ventanilla donde entregan los permisos para comprar el pasaje.
“Por poco me parten un hueso en el molote”, expresó indignada la viejecita, mientras tanto, se armaba de valor, pues tendría que empaparse para poder abordar su ómnibus, ya que llovía torrencialmente en la capital, pero el andén carece de techo.
El abogado independiente René Gómez Manzano, que se encontraba en el lugar, comentó: “Los jerarcas comunistas usan autos particulares, de modo que no se preocupan mayormente por los trabajos que pasan los cubanos de a pie que tienen que viajar en ómnibus”.
Agencia Yayabo Press.
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