sábado, 10 de octubre de 2009
GRANMA CRITICO DURAMENTE A TODOS LOS CUBANOS
Granma criticó duramente a todos los cubanos
Redacción Cubamatinal/ Cuando una empresa cualquiera funciona tan mal que en vez de ganancias deja pérdidas, las primeras demociones ocurren entre el personal directivo de la empresa. Cuando un estado funciona tan mal que sume al país en la recesión, las consecuencias políticas no de demoran para la clase gobernante. En Cuba después de 50 años de desastres y experimentos sociales fallidos y luego de acusar durante todo ese tiempo al "imperialismo" por dichos desastres, ahora se acusa al pueblo. Evidentemente es un cambio de tercio en la política chovinista, con un único objetivo; culpar a otros de sus propios pecados. En un estado totalitario como el cubano, las únicas responsabilidades del desastre permanente tienen un solo orígen: la dictadura.
Es ese sistema de gobierno el que ha frenado y frena el desarrollo libre de las fuerzas productivas del país ¡Y lo seguirá haciendo! se ha llegado a un punto donde si ceden un ápice en su política demente, perderían el control del poder absoluto. Acusarán a todo lo que se mueva o respire, incluso a los muertos si fuera necesario, para mantener una forma de vida que a fuerza de medio siglo de existencia forma parte de "su" patrimonio.
La Habana, 9 de octubre/ Infobae/ El diario oficial de Cuba instó a los ciudadanos a "la racionalidad y el sentido económico" y criticó el "paternalismo" estatal, el que los ciudadanos esperen que el Estado solucione todos sus problemas, como un obstáculo al desarrollo del país
"Está probado que solamente con más trabajo saldremos de la crisis y si, en paralelo, miramos críticamente al paternalismo, fenómeno arraigado en hasta los tuétanos en la mayoría de las personas, un vicio que no nos deja avanzar y entorpece la claridad sobre las decisiones que debemos tomar entre todos", escribe el órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba.
En un artículo firmado por su director, el diputado Lázaro Barredo, Granma estima que algunas prestaciones estatales como la llamada libreta de abastecimiento, que permite acceder a una cesta básica de alimentos a precios altamente subsidiados, o los comedores obreros en centros de trabajo, han generado en la población "algunas concepciones equivocadas sobre la justicia social".
Recientemente, a modo de prueba, cuatro ministerios cubanos decidieron cerrar los comedores de sus sedes, en los que los trabajadores reciben raciones de comida subvencionadas y, a cambio, darles una compensación económica para que adquieran su almuerzo en otros lugares. Según cifras oficiales, en todo el país hay 24.700 comedores en centros de trabajo operados por el Estado.
Según Barredo, para dichos comedores "se adquieren alimentos por centenares de millones de dólares que se ofertan subsidiados y después buena parte de las veces este servicio no satisface a los propios trabajadores y sirve de fuente importante para el desvío inescrupuloso de recursos".
Igualmente, el director de Granma, considera que la libreta de abastecimientos, en la que se registran las cantidades de alimentos básicos que los cubanos pueden adquirir a precios muy inferiores a los del mercado, "fue una necesidad en un momento determinado", aunque hoy "se convierte en una impedimenta dentro del conjunto de decisiones que la nación tendrá que asumir".
"Nadie puede negar que en su labor de alta sensibilidad humana, el
Estado revolucionario ha perseguido invariablemente ofrecer soluciones a las necesidades de los ciudadanos, muchas veces por encima de sus propias posibilidades, y ahí quizás radica una de las causas de que la gente se haya habituado a que hay que resolvérselo todo", afirma.
Granma dice que "no debe apreciarse como una consigna, una frase, un cliché" el llamamiento del presidente Raúl Castro a que el país viva de sus propios recursos. Además, hace referencia a que, en sus intervenciones, Castro subraya la voluntad política de fortalecer "la institucionalidad, el redimensionamiento de la planificación y la organización del trabajo, la supresión de la doble moneda y una estimulación salarial que desate a las fuerzas productivas, el cobro de impuestos, el cese de muchos subsidios, la revisión de las gratuidades y otros asuntos".
"La mayoría de esas cuestiones requieren de la movilización y la comprensión de la sociedad para encarar en un plazo prudente de tiempo, el proyecto de país que queremos, podemos y necesitamos", escribe Barredo, precisando que los fuertes daños de los huracanes de 2008 y la actual crisis económica mundial "obligaron a desacelerar el ritmo de la aplicación de muchas de las ideas que se venían estudiando".
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