Dejan sin visitas a preso político

Ana Margarita Perdigón Brito

8 de enero de 2010

La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – El pasado 22 de diciembre, fecha en que le correspondía la visita familiar al reo de la tercera edad Armando Sosa Fortún, en la prisión Kilo 7, en Camagüey, no le fue permitido recibir la visita de dos personas amigas.

Según Belkys Bárbara Portal Prado, el reo Sosa Fortún, ciudadano de los Estados Unidos, donde residía cuando fue detenido en octubre de 1994, no tiene en Cuba familiares que lo atiendan, por lo que desde hace años recibe visitas de activistas pro democracia, entre ellos, en los últimos 5 meses, de Meivis Mulens Díaz y su esposa Madelín Ávila Cruz.

El matrimonio se presentó como de costumbre el pasado 22 de diciembre para encontrarse con Armando y llevarle alimentos, pero un oficial de la Seguridad del Estado, les comunicó que a partir de ese día el reo sólo podría recibir visitas de su hermana Dalia.

Este planteamiento fue rechazado por Meivis, quien argumentó que esta anciana reside en los Estados Unidos y no puede viajar con frecuencia a Cuba, a lo que el agente hizo caso omiso, por lo que los visitantes tuvieron que regresar con los víveres a su domicilio.

“Ésta es una más de las violaciones de los derechos humanos que se cometen en Cuba. Armando Sosa está viejo y enfermo, y ahora quedó desamparado en prisión”, puntualizó Belkys Bárbara Portal Prado.

Armando Sosa Fortún extingue una sanción de 30 años de prisión por “delito contra la seguridad del Estado”.


Por: Eduardo E. Rodríguez Candelario
Comunicador del OCPI

No hay un artículo de la carta Universal de Derechos que los hermanos Castro no hayan violado.

Artículo 8.

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 30.

Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.