viernes, 24 de septiembre de 2010
CUIDADO CON LA JABITA
Por Moisés Leonardo Rodríguez
Cabañas, Habana, 25 de septiembre de 2010 (PD) Es frecuente ver en la capital, sobre todo en zonas periféricas, personas que proponen en venta, a transeúntes o en las casas, jabas que contienen artículos de aseo personal que supuestamente les fueron otorgados como estímulos en sus centros laborales.
Generalmente andan en parejas. Uno adelanta al otro en la propuesta a los que esperan en paradas de ómnibus u otros lugares públicos. Cuando tocan puertas, se alternan los domicilios de la zona de operación.
Jabón de lavar y de baño, shampoo, suavizador y desodorante son algunos de los artículos que casi siempre incluye la oferta. Los precios oscilan sobre los 50 pesos en moneda nacional.
En días pasados, mientras esperaba para transportarme desde el Reparto Eléctrico hacia Managua, en Arroyo Naranjo, Ciudad de la Habana, recibí la oferta por parte de dos de estos vendedores con una diferencia de tres o cuatro minutos.
Después de pasar el segundo, una cuarentona que esperaba junto a mi, exclamó: “¡Tremendos descarados! Ya en casi ningún centro de trabajo dan estímulos. El otro día vendieron a mi cuñada una jaba de esas y todos los envases lo que tenían era agua con olor y color. ¡Estafadores!”
Las limitaciones que imponen los gobernantes al despliegue de la iniciativa individual a favor del bien común sirven de caldo de cultivo a las estafas, como en este caso, aunque no sólo en él.
Al respecto, también en esto la seudo-prensa cubana guarda silencio para no dañar la imagen de la “revolución”, dejando indefensa a la población a merced de estos y otros estafadores.
corrientemartiana2004@yahoo.com
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