sábado, 2 de octubre de 2010
HOY EN EL CALENDARIO CUBANO, 3 DE OCTUBRE
Santa Teresita del Niño Jesús
El Sagrado Corazón en Reina, La Habana
• Santos católicos que celebran su día el 3 de octubre:
- En el Almanaque Cubano de 1921:
Santos Cándido, mártir, Esiquio, confesor y Santa Florencia, mártir
- En el Almanaque Campesino de 1946:
Santa Teresita del Niño Jesús, Santos Cándido, mártir, Esiquio, confesor y Santa Florencia, mártir
• Natalicios cubanos:
Hoyos Huguet, Cándido: -Nació en La Habana el 3 de octubre de 1862. Médico, ayudante de la cátedra de Higiene y Medicina legal de la Universidad de La Habana, presidente del Consejo Provincial y gobernador, ambos de La Habana, de 1904 a 1906. Uno de los fundadores de la Escuela de Artes y Oficios y creador de numerosas becas; miembro de la Sociedad Económica de Amigos del país y conferenciante. Destaquemos, de entre su producción, los títulos siguientes: “Establecimiento de Granjas Agrícolas Provinciales para niños degenerados”, “Educación del Lenguaje infantil”, “Papel del médico en la prensa periódico postal”, “El descubrimiento de Finlay desde el punto de vista social”.
El 3 de octubre en la Historia de Cuba
• 1896 -
- La Guerra en los Pinares Occidentales - Antonio Maceo en Viñales.
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 559-560 nos describe los acontecimientos del 3 de octubre de 1896 en la Historia de Cuba:
“Los anhelos de Maceo en el sentido de forzar las líneas de Viñales tenían que resultar costosos para las armas cubanas. El enemigo, alerta y decidido a combatir, presentó enérgica oposición al avance insurrecto. Pero no pudo ello detener los progresos proyectados por el General. Aun a trueque de choques violentísimos, tan violentísimos como no se habían registrado acaso, la bandera patria ondeó triunfalmente.
“Maceo reunió en Peña Blanca unos ochocientos individuos de tropa. Todos se hallaban bien armados y pertrechados. Los hijos de la región pinareña tenían en aquellas filas lugar preferente. El Lugarteniente se afanó por apreciar personalmente el valor de los bisoños guerreros del occidente cubano. Ellos, a su vez, supieron cumplir con decoro, agigantándose frente al peligro, derramando a raudales su sangre, desafiando la muerte y sucumbiendo en el fragor de la brega.
“En el camino de la trocha de Viñales las huestes insurrectas realizaron distintos movimientos. Las zonas de cultivo fueron devastadas. Al acercarse al caserío de Cabezas, los voluntarios que lo guarnecían saludaron a los libertadores con vivo tiroteo, al que Maceo hizo responder con el estruendo del cañón. En Viñales, en el entretanto, el general Bernal y los movilizados se aprestaban a la defensa. Pero se hallaban en condiciones poco seguras para aventurarse a reñir con el Lugarteniente. Los refuerzos aguardados por la playa de La Esperanza no llegaban tan pronto como los españoles necesitaban y ansiaban.
“El cuadro general fue dominado con admirable precisión por Maceo. Su actividad estuvo entonces al nivel de las circunstancias. El 3 de octubre de 1896, dirigiéndose al amanecer a los pinares de Cayo de San Felipe y Sumidero, suscitó animadas pendencias con los guerrilleros que por allí rondaban. Fue un día aprovechado para aumentar la alarma entre los adversarios.
“El talante de los guerreadores criollos no era como para dejar paz en los ánimos de los combatientes que defendían la dominación hispánica. En las localidades de Pinar del Río regidas por las armas españolas había pavor. Lo infundía la certidumbre de que el general Antonio Maceo continuaba en la Provincia y contaba con elementos bélicos que le permitían ofender y defenderse con algo más que con su capacidad para conducir tropas y con el coraje de estas. Los pinares occidentales ensanchaban los pulmones de una hueste armada que desmentía inequívocamente la especie de que la región se hallaba pacificada.”
• 1826 -
- Se dio cuenta al Sr. Capitán General por el Capitán Interino de Jesús María don Manuel Martínez Nigroa, que una cuadrilla de negros se repartían al oscurecer y que según noticias de varias personas andaban con el canto de que: “el que no va a Jamaica manda”, que quiere decir “mata a ese cangrejo”, manifestando que en épocas anteriores la indicación de las últimas palabras era de que “matarán y mataban" por lo que el Gobierno tomó serias providencias y fueron perseguidos.
Rosa Castellanos
en Patriotas Cubanas
por la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta
Rosa Castellanos nació en Bayamo, provincia de Oriente, donde el sol extiende sus rayos con más intensidad y donde el ardor y el patriotismo de sus hijos hizo vibrar la tierra en ansia sublime de Libertad.
Al estallar la guerra del 95, residía en las lomas de Najasa en Camagüey y pronto le fue confiado el cuidado del Hospital de sangre denominado “Santa Rosa”, y merced a sus servicios se le concedió el grado de Capitana de Sanidad Militar del Ejército Libertador.
Rosa Castellanos era experta en todos los oficios, en los de la casa, el campo y en rudimentarias tareas de medicina y farmacia intuitiva. Fabricaba para sus enfermos ya convalecientes excelentes panes en cuya composición entraba yuca, huevos, azúcar y leche. Siendo su café como ella decía: “café de café”, para distinguirlo del café de maíz, de arroz o de cualquier otra cosa que pudiera tomarse en otros campos insurrectos.
Cuando no necesitaban sus enfermos y heridos sus cuidados solícitos y maternales, cubría turnos en las filas de combate, cargando armas, disparando fusiles y manejando el machete con precisión y destreza propia de un hombre de verdadera fortaleza física.
Terminada la guerra, quedose a vivir en Camaqüey, donde falleció el 25 de Septiembre de 1907. Su sepelio constituyó una demostración pública de alta distinción, concurriendo al mismo hasta la alta oficialidad del Regimiento número 17 de Infantería del Ejército Americano con su Coronel a la cabeza.
La bandera de la estrella solitaria, por quien tanto luchara, cubrió sus restos mortales y por su valor y heroicidad, justo es que figure en esta galería de patricias, sacándola del anónimo más a menos grande en que hasta ahora ha permanecido su memoria.
Por: Güije Cuba
No hay comentarios:
Publicar un comentario