viernes, 19 de noviembre de 2010

HOY EN EL CALENDARIO CUBANO, 20 DE NOVIEMBRE


La Lisa en Marianao


• Santos católicos que celebran su día el 20 de noviembre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Santos Félix de Valois, franciscano y Simplicio, confesores y Santa Sila, mártir

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Félix de Valois, confesor y Simplicio, confesor y Santa Sila, mártir



El 20 de noviembre en la Historia de Cuba

• 1895 -

- La Invasión Libertadora en Camagüey: Se encuentra en Antón.

• 1870 -

- Donato del Mármol y Tamayo.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 655-656 nos describe los acontecimientos del 20 de noviembre de 1870 en la Historia de Cuba:

“Donato del Mármol y Tamayo nació en Santiago de Cuba, el 14 de febrero de 1839, había llegado al principio de la madurez de la vida al estallar la guerra por la independencia en 1868. Apenas fue menester instancia alguna para lograr su concurso valioso. A sí propio debió de señalarse él la ruta del deber, y a seguirla, aun a trueque de sacrificios y sinsabores de todo género, se decidió sin tardanza. Como casi todos los hombres de la Revolución, al campo rebelde marchó con su familia, rompiendo así cuantos nexos podían mantenerlo en relaciones con los enemigos del ideal a que se consagró.

“Desde los primeros días de la contienda se reveló Donato del Mármol como lo que era: como un bravo, animoso y resuelto adalid. En la acción de Baire su valentía quedó cumplidamente acreditada. En el choque de El Saladillo también se halló Mármol. En torno a lo que allí ocurrió respecto de la actitud de este intrépido caudillo pudo decirse en definitiva que la inexperiencia militar jugó papel importantísimo.

“La guerra estaba todavía en sus comienzos cuando las relaciones de Mármol con Carlos Manuel de Céspedes llegaron a lamentable tirantez. En el primer trimestre de 1869 el cariz sangriento de la lucha inquietaba a Céspedes. El hombre del 10 de octubre fue entonces sorprendido por la noticia de que Mármol, instigado por amigos y deudos y aduciendo su inconformidad con los actos realizados por el propio Céspedes, se había proclamado dictador. Céspedes, conocedor del ascendiente de que Francisco Vicente Aguilera gozaba sobre todos los revolucionarios, demandó su intervención para conjurar el conflicto. Ambos marcharon a Tacajó, donde se hallaban Mármol y sus parciales. Al habla se pusieron Céspedes y Mármol, previa la gestión de Aguilera: hubo recíprocas explicaciones, y la reconciliación quedó sellada con un abrazo. Si Mármol se mostró inflexible ante los requerimientos pacificadores de los emisarios españoles, no pudo, en cambio, ser más propicio a la armonía y a la compenetración en obsequio de la salud patria.

“Poco más de dos años sirvió Mármol a Cuba con las armas. El 20 de noviembre de 1870, si respetado por las balas enemigas, perseguido por horribles males físicos, en las inmediaciones del Cauto, dejó de existir. Nunca dejó de ser pundonoroso, abnegado y patriota. Siempre concilió sus arranques apasionados con el servicio al suelo materno. Del esfuerzo de su brazo, de la lealtad de su conducta y de la rectitud de sus procedimientos Cuba podía sentirse orgullosa.”




Eva Adán
en Patriotas Cubanas
por la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta


Eva Adán nació en la prócer provincia camagüeyana a mediados del pasado siglo, de rica y destacada familia de aquella región.

Alta, gruesa, cabellos brunos y ojos profundos y negros poblados de espesas cejas. Tenía en su mirada reflejado el ideal del patriotismo y en su dulce boca jugaba perennemente una sonrisa prometedora de días mejores para la tierra amada que la veía nacer.

Casó muy joven con el General Alejandro Rodríguez. Con el supo compartir el triunfo como ya había compartido inmensas amarguras.

Perteneció Eva, cuyo nombre recordará, a la primera representante femenina sobre el Universo, a aquel grupo de mambisas enamoradas del ideal separatista, que tantas vejaciones, persecuciones y ultrajes sin cuento sufrieron durante nuestras gestas libertadoras, sin que por ello perdieran nunca la fe y tampoco desmayaran en la noble tarea por ellas emprendida.

Eva Adán había nacido para centuplicar energías; armar brazos vacilantes, dar ánimos a quienes les hacía falta, empujar al vacilante y premiar al esforzado.

Internado en el campo de batalla su esposo, el General Alejandro Rodríguez, se hizo cargo Eva de dirigir las actividades revolucionarias en la Ciudad de Camagüey, donde cayó prisionera el día 2 de Enero de 1897. Conducida a La Habana, la trajeron en cordillera, sufriendo un trato inicuo y fue encerrada en la casa de “Las Recogidas”.

Por gestiones del General Lee se obtuvo su libertad, y entonces marchó al extranjero desde donde siguió colaborando en la causa de la libertad cubana.

Terminada la dominación española retornó a Cuba, donde se acrecenta con su actuación de matrona ejemplar y magnífica, la aureola de magnificencia que eternamente creó para ella la conciencia de un pueblo que supo despertarse por el esfuerzo constante de sus hijos.

Eva Adán, camagüeyana ilustre, merece un puesto cimero entre las patriotas cubanas.




POR: GUIJE CUBA

No hay comentarios:

Publicar un comentario