LA BARCAZA

Por Frank Correa


Jaimanitas, La Habana, 27 de noviembre del 2010, (PD) En una casa vieja y semidestruida situada en la calle Primera entre Tercera y 240, Jaimanitas, se incautó una barcaza rústica preparada para zarpar hacia Florida.

El patio de esta casa da al mar y pertenece a Leonardo Padilla, cocinero por cuenta propia en embajadas que solicitan sus servicios por su experiencia en la cocina internacional y la coctelería, oficio con el que mantiene a su familia.

Una brigada de efectivos de la Seguridad del Estado realizó los decomisos el jueves, a la vista de curiosos que llenaron la calle y vieron cómo se llevaban la barcaza, también un tanque lleno de combustible, una planta de soldar, gran número de herramientas, utensilios y chalecos salvavidas. Se llevaron esposado a un mecánico que trabajaba en ese momento en el motor y a otra persona más, que estaba de visita.

La declaración de Leonardo Padilla al jefe del operativo fue que la embarcación fue encontrada varada en la orilla y la subió al patio para aprovechar sus accesorios, un motor de cuatro cilindros y abundante combustible. Iba a desarmarla y con las tablas reparar su casucha, dijo.

Pero el imaginario popular ha echado a correr las versiones más disímiles. Por ejemplo, la noticia me llegó por el Rasta, quien tiene el récord de más intentos de salidas ilegales fallidos y aseveró que estuvo anotado en la lista de los que se iban, pero lo borraron en el último minuto.

Otros dicen que la barcaza la construyeron en un cuarto de la casa, que la policía tuvo que tumbar dos paredes para sacarla, que también rompieron un pedazo de la cerca y que el número de personas que se iban era cuarenta y cinco.

Un vecino de Padilla apodado Mandy confesó que la barcaza encontrada era solo un bote salvavidas. En realidad estaban minando por debajo la casa con miles de pomos plásticos vacíos, amarrados unos a otros con nylón de pescar y acomodados dentro de sacos de yute. Por estar junto a la playa, la casa estaba erigida sobre la arena; cuenta Mandy que resultó fácil socavar durante meses el piso de la vivienda para fijar la plataforma plástica debajo. Solo faltaba echarla al mar.

beilycorrea@yahoo.es