viernes, 28 de enero de 2011
Embajadas cubanas del exilio
Joan Antoni Guerrero Vall.
(Martí Noticias, Desde Barcelona, Joan Antoni Guerrero Vall, 29/01/2012) - Un proyecto paralelo a la red de embajadas cubanas en el mundo se está organizando por parte de organizaciones del exilio cubano. ¿El objetivo? Representar a los miles de cubanos que han sido abandonados por las delegaciones diplomáticas del castrismo.
El que se está gestando es todavía un proyecto en fase embrionaria, pero va tomando forma, según explica Mijail Bonito, abogado cubano residente en Chile, coordinador para América Latina de la Unión para la Libertad de Cuba y portavoz del movimiento Cubanos por la Democracia. Él está impulsando la creación de esta red alternativa al castrismo, que nace con el propósito de cumplir con lo que no cumplen las delegaciones del régimen castrista: la representación de los cubanos en dificultades en el exterior. Por lo general esa es la función de las embajadas de cualquier país, pero en el caso de los cubanos esas sedes diplomáticas son entes hostiles a cualquier ciudadano cubano.
La delicada situación de los cubanos que se encuentran en el Ecuador de forma ilegal (cuestión abordada en este espacio la semana pasada), instalados en un limbo migratorio al que les han conducido las cuestionadas leyes cubanas -con la prohibición de la entrada al país si se superan los 11 meses de estar fuera sin pagar- es lo que ha originado la voluntad de seguir con este proyecto.
"Estamos armando una cosa bien establecida en Ecuador con abogados ecuatorianos y de varios países de América Latina", comenta Bonito. La pretensión, según sus propias palabras, sería la de "representar a cubanos que están en situación migratoria confusa en diferentes países", dado que "los consulados cubanos, de lo único que se ocupan, es de cobrar plata", denuncia el abogado.
Bonito se refiere a las múltiples tasas que el gobierno cubano cobra a los ciudadanos que residen en el exterior para renovar sus pasaportes o bien para mantener el derecho de residencia en la Isla, pagando mensualmente y regresando cada 11 meses al país. A parte, los consulados regulan la entrada y salida de los cubanos mediante el sello de habilitación, es decir, el sello que indica la prohibición a los cubanos de entrar o no a su propio país.
Muchos cubanos se quejan de esta situación, pero no les toca más remedio que pasar por caja si quieren volver a la Isla, visitar a sus familiares y conservar algunos derechos aunque evitando cualquier conflicto con las autoridades del régimen; otros, en cambio, deciden que, por cuestión de dignidad, no se debe pagar para entrar al propio país, y no regresan; otro grupo de personas parece haber asumido este trámite como algo normal. Pero la realidad es que no es una medida normal, es más, vulnera el artículo 13 de los Derechos Humanos sobre la libertad de movimiento de las personas.
Denunciar en instancias internacionales al régimen parece difícil dado que el gobierno cubano no reconoce tribunales internacionales.
"Estamos tratando de dejar a los consulados cubanos con su tarea de cobrar y de dar los permisos de entrada y salida", explica Bonito. El propósito del proyecto que impulsa desde Chile, con su organización Cubanos por la Democracia, "es crear una red de apoyo que represente frente a las autoridades de diferentes países a todos los cubanos" que estén en situación ilegal.
El proyecto que se está diseñando no es tanto la creación de una nueva organización sino la coordinación de entidades cubanas en el exilio que pueden trabajar en la misma dirección compartiendo un mismo objetivo. Es por ello que Bonito subraya que la red debe nacer "dentro de las organizaciones ya existentes" y comenta que ya tienen varias que pueden participar en el proyecto, una de Chile y dos o tres que podrían sumarse desde España. Al mismo tiempo, existe un apoyo en Costa Rica.
"Va a ser algo muy colegiado, la intención es que sea la oposición cubana la que se encargue de representar los intereses de los cubanos por el mundo en defecto de que las embajadas cubanas no lo hacen".
A pesar de que resulta una tarea difícil, Bonito cree que esta capacidad de organizaciones alternativas al régimen para presentarse como interlocutores de los cubanos en el exterior "se logra políticamente brindándoles soluciones". En el caso de Ecuador, por ejemplo, también es necesario que abogados en ese país "presionen un poco allá desde el punto de vista legal", añade el portavoz del movimiento Cubanos por la Democracia.
El proyecto de red busca ampliarse en diferentes países con presencia de cubanos. Algunas de las plazas en las que se está trabajando es México. Bonito reitera que, si en algún lugar no existen organizaciones cubanas, esto tampoco tendría que representar ningún problema. "Bastaría con tener un colega nuestro abogado que represente casos en general para que los cubanos no se sientan tan desprotegidos".
Afirma que el proyecto nace de forma altruista y que en estos momentos se está trabajando en la parte ejecutiva de la idea.
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