martes, 29 de marzo de 2011
Congelar la política hacia Cuba
Escrito por Julio Antonio Aleaga Pesant
El vedado, La Habana
29 de marzo de 2011
(PD) Cuando William Clinton asumió la presidencia de los Estados Unidos, tenía dos solidas experiencias de estado acumuladas en la relación con el gobierno cubano: la intervencionista, legado de Ike Eisenhower y John Kennedy y la negociadora, de Jimmy Carter. Ninguna de ellas en su momento y de la forma que fueron aplicadas dio los resultados esperados: la conversión del gobierno militar en democracia.
Bill Clinton pasó a la historia por el affaire Lewinski, la burbuja económica y el aislacionismo político. Le pasó al sucesor el tema del terrorismo, con el derribo de las Torres Gemelas de Nueva York. Respecto a la ínsula, su huella fue la determinación de congelar la política hacia el gobierno de Cuba, de la que salió rápidamente en dos años, al recibir una oleada de 35 mil balseros desesperados que huían de la isla. La historia le ratificó su error dos veranos después tras el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate y se lo reforzó definitivamente dos años después, con la desarticulación de la Red Avispa, un grupo de espías cubanos que buscaban información del Comando Sur del ejército norteamericano.
Cuando intentó de endurecer la política hacia el gobierno de la isla, fue atacado por la Unión Europea y Latinoamérica. Cuando menos, Stuart Eisenstat, enviado especial de Clinton para promover esta política, se topó con una muralla de frialdad.
Ahora la incomprendida Catherine Ashton, Alta Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, vuelve a prorrogar el análisis de la situación insular en el seno de los gobiernos europeos. Pronto se cumplirá un año de la prórroga que logró la cancillería española anta la imposibilidad de levantar la Posición Común, adoptada luego del derribo de los aviones de Hermanos al Recate en 1996.
Pidió, como hasta ahora, más tiempo para analizar y buscar más fuentes de información. Según se afirma en medios internacionales, uno de sus enviados se reunirá con los ex presos políticos de la Primavera Negra, desterrados a España. De encontrarse con los grupos prodemocráticos en la isla entre las que están las Damas de Blanco, la prensa independiente o las asociaciones de juristas, ni una palabra.
Mientras se libran estas escaramuzas en Bruselas y, con el prefijo de que la mejor defensa es la ofensa, Orlando Requeijo Gual, Embajador del gobierno cubano en Francia, acaba de negar la visa de periodistas a un equipo de la televisión francesa que visitaría la isla en marzo y que planificó reunirse con personalidades cívicas y prodemocráticas.
A los periodistas, que trabajan para el programa El Mundo en Marcha, del grupo audiovisual Capa, les fue prohibido abordar el avión hacia la isla porque según un comunicado de Requeijo Gual, los servicios de inteligencia de la policía política interceptaron mensajes relacionados con posibles entrevistas con opositores democráticos.
La política exterior francesa no se inmuta con el hecho. Como imperialismo de viaja data, trató en los últimos 200 años con desgobiernos más crueles que el cubano, pero sobre todo ahora, que con la firma de la declaración política entre ambos gobiernos, el pasado 30 de noviembre de 2010, la cooperación bilateral se relanzó formalmente al margen de los enunciados de la UE, permitiendo reiniciar la asistencia del gobierno francés al gobierno cubano. El documento fue firmado por el vice canciller Dagoberto Rodríguez Barrera y el Embajador francés Jean Medelson, y habla del estado de las relaciones.
El marco fundamental de la “cooperación” entre los gobiernos está en el Acuerdo de Cooperación Cultural, Científica y Técnica, suscrito el 16 de enero de 1975, donde acordaron el bla, bla, bla… del protocolo.
aleagapesant@yahoo.es
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