lunes, 28 de marzo de 2011
Esperanza olímpica para un desertor cubano
El kayakista Carlos García, de 23 años, entrena en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos, con la ilusión de ganar un título olímpico en 2012
Jorge P. Martínez/ martinoticias.com 28 de marzo de 2011
Foto: Reuters “Yo quiero ser un campeón olímpico y sé que no lo puedo hacer en Cuba”
Renace el sueño olímpico de un atleta cubano a menos de un año de desertar en México. El kayakista Carlos García, de 23 años, miembro del equipo nacional de Cuba entrena en Oklahoma con la punta del kayak hacia los juegos de Londres en 2012.
García se quedó en la tierra azteca donde arribó con el equipo de Kayak cubano para participar en una competencia panamericana.
La decisión de García, quien creció en Santiago de Cuba, no fue fácil, porque dejó detrás a su esposa y a su hija de 3 años de edad. El atleta vive actualmente en Oklahoma, Estados Unidos, y considera que esta ciudad es ahora su nueva casa.
“Yo quiero ser un campeón olímpico y sé que no lo puedo hacer en Cuba”, había declarado García a la prensa.
En México, el atleta recibió el apoyo de un tío exiliado en la Capital Federal y, posteriormente, viajó a Estados Unidos.
Una vez en Norteamérica, García decidió establecerse en Oklahoma, donde consiguió el apoyo del Oklahoma City Boathouse Foundation. El joven atleta consiguió trabajo y alojamiento gracias a la institución.
Oklahoma se ha convertido en destino para muchos atletas con potencial de competir en juegos olímpicos, desde que el ayuntamiento de esa ciudad decidió respaldar que el río de la localidad se convierta en lugar de entrenamiento olímpico y paraolímpico desde julio de 2009.
El caso de García fue comentado por el abogado cubano, Ernesto Vera Rodríguez, quien declaró a martinoticias.com que un atleta cubano toma la decisión de desertar “por la falta de incentivos económicos y la falta de oportunidades que tienen de desarrollarse en el medio que han escogido”.
Vera Rodríguez impartió clases en el Instituto Superior de Cultura Física, de Santiago de Cuba, y nos cuenta que “la alimentación es pésima”.
El Gobierno sirvió a estudiantes y maestros durante casi un semestre “unos chícharos mal elaborados y arroz sucio, que alternaba con pescado y huevos hervidos”, señaló.
El abogado independiente destacó que parte de esos estudiantes “eran de alto rendimiento y participaban en competencias nacionales” como béisbol y voleibol, entre otros deportes.
Vera Rodríguez manifestó que los deportistas cubanos reciben “malos salarios” y no cuentan con buenas condiciones en los centros donde practican.
El disidente dijo que en la Escuela Nacional de Deportes y en la ESPA, “los atletas carecen de incentivos y cuando terminan la Licenciatura en Cultura Física los envían a trabajar en unos combinados deportivos, en los que se sienten realmente inútiles”.
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