jueves, 29 de septiembre de 2011

Cuba, un caimán que se consume por la cola



El azúcar, el níquel, la pesca y el sector turístico resultan insuficientes para restaurar la credibilidad económica del país

martinoticias.com 29 de septiembre de 2011

Foto: Reuters

Un obrero de la fábrica Antillana de Acero, en La Habana.

“Es imposible restaurar la credibilidad económica internacional de Cuba, porque está descapitalizada (…) el modelo económico establecido por el Gobierno ha llevado a la isla al desastre”, señaló el economista independiente Oscar Espinosa “Chepe”.

El experto manifestó a martinoticias.com que “Cuba es como un caimán que se viene consumiendo por la cola, porque las tasas de inversión no son suficientes para reponer el consumo de capital del país”.

Espinosa “Chepe” agregó que la isla “ya prácticamente no tiene industria azucarera (…) en la pasada zafra sólo estuvieron disponibles 39 centrales de ciento cincuenta y pico que tenía el país (…) no hay transporte automotor en el interior de la isla; es a base de carretones, una agricultura con bueyes, con machetes, y los inversionistas extranjeros están mirando eso”.

El economista destacó que el resultado “de todo este desastre es que el país no produce, y si no produce no puede vender, y si no puede vender no puede pagar (…) y el turismo lo que deja es muy poco, porque es un turismo ficticio”.

El doctor Antonio Jorge, Profesor Emérito de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) declaró a martinoticias.com que “la recuperación económica internacional de Cuba desde hace años es imposible (…) requeriría un cambio profundo de estructuras, un cambio de instituciones que son totalmente ajenas a las que existen hoy en día y que el gobierno de Raúl Castro no aceptaría puesto que perdería el control totalitario de la economía”.

El profesor universitario dijo que el petróleo, el azúcar, el níquel, la pesca y el sector turístico “no tienen la fuerza ni remotamente para poder impulsar una recuperación económica en Cuba”.

Antonio Jorge manifestó que para lograrlo “haría falta, no solo un cambio de instituciones legales, políticas, sociales, de introducción de incentivos a la producción, y el reconocimiento de los derechos de la propiedad privada, la construcción de una economía de mercado (…) y requeriría también una gran cantidad de capital financiero, capital físico y tecnología”.

El economista enfatizó que “un país que importa el 80 por ciento de sus alimentos, que tiene un déficit en su balanza comercial con el exterior de más de 10 mil millones de dólares anuales — que no puede satisfacer — no es un país que tenga la más mínima posibilidad de reconstituir o vigorizar su economía”.

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