Martes, 30 de Octubre de 2012 00:59
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Cuba actualidad, Santiago de Cuba, (PD) Una obra de extraordinario mérito, maravillosa y estupenda, es la que realiza la inmensa mayoría de la población cubana que, carente de recursos económicos, ha sabido sortear un angosto y escabroso sendero en su diario bregar por la supervivencia, soportando de manera estoica el incremento constante del precio de los productos alimenticios y otros bienes de imperiosa necesidad que están obligados a adquirir luego de consumir los productos racionados en la llamada canasta básica familiar.Esta situación empeora aún más si se toma en consideración que muchos son cabezas de familia, y sobre sus hombros recae la responsabilidad del sustento, y la crisis del transporte encarece el itinerario hacia sus centros de trabajo.
La carga se hace más pesada cuando llega el período de las escuelas al campo. A veces, los padres se ven precisados a concurrir a lugares distantes, con el costo adicional de tener que suministrar avituallamientos para sus hijos, tales como calzado y ropa, que el Estado no asigna a tal actividad, así como el deficit alimentario, producto de la baja calidad y cantidad de la alimentación que reciben estos educandos.
Podemos agregar además los excesivos precios en el sector de la gastronomía, que están muy lejanos del alcance de la población, situación esta que se repite en los mercados agropecuarios agroindustriales, lo que constituye de hecho una verdadera pesadilla. No podemos pasar por alto la implantación de la ley de la oferta y la demanda que legaliza arbitrariamente el alza de los precios sin tener en cuenta el precario desenvolvimiento económico de la mayoría de los cubanos, con la consecuente afectación.
Esta situación en general se va a mantener, pues no hay progreso en la economía, debido a la aplicación de un paquete de medidas que no tienen en cuenta las necesidades de los trabajadores, desestimulados pues no ven mejoras, y que conste, esta realidad no es imputable a ellos, sino a la aplicación de modelos que no se ajustan a los requerimientos actuales, frenan la producción y la productividad, y hacen aumentar sus penurias y calamidades, debido a la intransigencia de un régimen que antidemocráticamente se ha perpetuado en el poder amparado en leyes y disposiciones, que ha limitado las libertades y derechos ciudadanos, donde no existe un estado de derechos ni división de poderes y donde brilla por su ausencia el pluralismo social y político.
Para Cuba actualidad: primaveradigital2011@gmail.com
Foto: Juan González
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