Para entender a los cubanos
JUEVES, 28 DE FEBRERO DE 2013 11:57 ESCRITO POR FRANK COSME VALDÉS QUINTANA 0 COMENTARIOS
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana (PD) Una reciente reunión de antiguos amigos y colegas del giro gráfico motivada por un cumpleaños, originó -como siempre que se encuentran varios cubanos- que el tema de la conversación derivara hacia los últimos acontecimientos que han generado los cambios, reformas o como aquí siguen persistiendo en llamar, "actualizaciones del modelo socialista".
Estas conversaciones, sobre esto o lo que esté en el candelero en el momento, terminan siempre con la comparación de la sociedad cubana antes y después de 1959.
Para un imaginario forastero de otro país que se hubiera encontrado en medio de este grupo, suponiendo también que fuera una persona dada al razonamiento positivo, sin dejarse llevar por frases hechas y mitos contrahechos sobre Cuba y sus pobladores, sacaría mejor conclusión del por qué los cubanos son tan polémicos. Algunos son dados a la exageración; otros, capaces de inventar situaciones con tal de ganar una discusión. Por regla general, viendo que no es posible ponerse de acuerdo, finalizan la discusión con el clásico choteo criollo. Un mal al que le hizo la autopsia, allá por los años 20 del pasado siglo, Jorge Mañach, primer catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad de La Habana.
Por lo menos, este imaginario extranjero se llevaría una visión más real de la situación cubana y su población que aquella que se llevan ciertos periodistas extranjeros o simplemente turistas que conversan y toman opiniones generalmente de un solo cubano, porque en esta reunión de ex colegas estaba representado el pueblo de Cuba en edades, razas, y pueblos, con sus variadas opiniones, según le ha ido en esta feria que llaman revolución.
Las discrepancias de opinión generalizadas en Cuba se amplían cuando unos nacen en ciudades y otros en el campo, cuando la diferencia de edad pasa los diez años, sobre todo, entre los nacidos antes y después de la revolución y cuando se pertenece a las varias razas que conforman la nacionalidad cubana. Todo el mundo tiene una opinión distinta, porque lo que escribió acertadamente el Dr. Alexis Carrell en su libro la "Incógnita del Hombre" se aplica a todo el mundo y por supuesto también al cubano: "El hombre es lo que le ha tocado vivir; el medio o lugar en que ha crecido, sus experiencias positivas o negativas y su natural temperamento van modelando poco a poco su pensamiento".
En estas conversaciones o discrepancias entre cubanos sigue existiendo un mismo patrón: todo el mundo quiere hablar al mismo tiempo, tenazmente se interrumpen unos a otros. Las experiencias vividas por cada uno son verdades, pero en general no se acepta la verdad del otro, y muchas veces por desconocimiento de ciertos sucesos de nuestra historia que han sido omitidos o no tratados con el rigor que se espera, se han sacado conclusiones erróneas.
¿No sería más sabio decir, en busca de un verdadero entendimiento, tu verdad no, la mía tampoco, busquemos juntos la verdad?
Alguien dijo jocosamente, que los cubanos, junto al potaje, hemos heredado de los españoles las discusiones políticas y los problemas económicos-sociales. ¿Pero, los cubanos solo? Cuando leo sobre la América Latina actual y la propia España, no comprendo cómo todavía algunos expertos cubanólogos del mundo exterior e incluso algunos nacionales, no se hayan percatado todavía de que a esa herencia española del potaje y demás, se le suma que los cubanos somos los únicos en este hemisferio occidental que han tenido la mala experiencia de vivir un sistema social que prometió el paraíso en la tierra, pero ha generado todo lo contrario.
Las consecuencias: el estado de desorden, caos y discrepancias que se percibe en el comportamiento de una buena parte de la población, la saturación de problemas de toda índole pero sobre todo políticos, que ha generado un nuevo tipo de cubano sobre todo en los más jóvenes, que no creen en la derecha ni en la izquierda, en el Norte o en el Sur, que han perdido o no entienden los valores que sustenta toda nación, confundiendo la patria con una ideología política.
Agregamos a eso el desconcierto que producen algunas noticias sobre Cuba publicadas en el exterior que parecen redactadas en el periódico Granma, el acomodamiento de los que supuestamente en esos medios informativos del exterior tendrían la mente más fría y las declaraciones de directivos de organismos internacionales, también de complacencia con el régimen cubano.
¿Qué se puede esperar de un pueblo sometido a esta presión entre derecha e izquierda durante décadas si no es largarse de este caos como lo ha estado haciendo desde hace años?
No nos engañemos: somos lo que nos ha tocado vivir, como dijo Carrell.
Si inaceptable es que un extranjero nos critique, más inaceptable es aún que los que todavía manteniendo sus valores y siendo cubanos, no entiendan por lo que hemos pasado. A esos cubanos de aquí y de acullá les recuerdo este pensamiento de un hombre que pasando por una situación análoga logró la independencia cubana: "El hombre ama la libertad, aunque no sepa que la ama, y anda empujado de ella y huyendo de donde no la hay". Resume en una sola y simple frase todo el conflicto del pueblo cubano.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
JUEVES, 28 DE FEBRERO DE 2013 11:57 ESCRITO POR FRANK COSME VALDÉS QUINTANA 0 COMENTARIOS
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana (PD) Una reciente reunión de antiguos amigos y colegas del giro gráfico motivada por un cumpleaños, originó -como siempre que se encuentran varios cubanos- que el tema de la conversación derivara hacia los últimos acontecimientos que han generado los cambios, reformas o como aquí siguen persistiendo en llamar, "actualizaciones del modelo socialista".
Estas conversaciones, sobre esto o lo que esté en el candelero en el momento, terminan siempre con la comparación de la sociedad cubana antes y después de 1959.
Para un imaginario forastero de otro país que se hubiera encontrado en medio de este grupo, suponiendo también que fuera una persona dada al razonamiento positivo, sin dejarse llevar por frases hechas y mitos contrahechos sobre Cuba y sus pobladores, sacaría mejor conclusión del por qué los cubanos son tan polémicos. Algunos son dados a la exageración; otros, capaces de inventar situaciones con tal de ganar una discusión. Por regla general, viendo que no es posible ponerse de acuerdo, finalizan la discusión con el clásico choteo criollo. Un mal al que le hizo la autopsia, allá por los años 20 del pasado siglo, Jorge Mañach, primer catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad de La Habana.
Por lo menos, este imaginario extranjero se llevaría una visión más real de la situación cubana y su población que aquella que se llevan ciertos periodistas extranjeros o simplemente turistas que conversan y toman opiniones generalmente de un solo cubano, porque en esta reunión de ex colegas estaba representado el pueblo de Cuba en edades, razas, y pueblos, con sus variadas opiniones, según le ha ido en esta feria que llaman revolución.
Las discrepancias de opinión generalizadas en Cuba se amplían cuando unos nacen en ciudades y otros en el campo, cuando la diferencia de edad pasa los diez años, sobre todo, entre los nacidos antes y después de la revolución y cuando se pertenece a las varias razas que conforman la nacionalidad cubana. Todo el mundo tiene una opinión distinta, porque lo que escribió acertadamente el Dr. Alexis Carrell en su libro la "Incógnita del Hombre" se aplica a todo el mundo y por supuesto también al cubano: "El hombre es lo que le ha tocado vivir; el medio o lugar en que ha crecido, sus experiencias positivas o negativas y su natural temperamento van modelando poco a poco su pensamiento".
En estas conversaciones o discrepancias entre cubanos sigue existiendo un mismo patrón: todo el mundo quiere hablar al mismo tiempo, tenazmente se interrumpen unos a otros. Las experiencias vividas por cada uno son verdades, pero en general no se acepta la verdad del otro, y muchas veces por desconocimiento de ciertos sucesos de nuestra historia que han sido omitidos o no tratados con el rigor que se espera, se han sacado conclusiones erróneas.
¿No sería más sabio decir, en busca de un verdadero entendimiento, tu verdad no, la mía tampoco, busquemos juntos la verdad?
Alguien dijo jocosamente, que los cubanos, junto al potaje, hemos heredado de los españoles las discusiones políticas y los problemas económicos-sociales. ¿Pero, los cubanos solo? Cuando leo sobre la América Latina actual y la propia España, no comprendo cómo todavía algunos expertos cubanólogos del mundo exterior e incluso algunos nacionales, no se hayan percatado todavía de que a esa herencia española del potaje y demás, se le suma que los cubanos somos los únicos en este hemisferio occidental que han tenido la mala experiencia de vivir un sistema social que prometió el paraíso en la tierra, pero ha generado todo lo contrario.
Las consecuencias: el estado de desorden, caos y discrepancias que se percibe en el comportamiento de una buena parte de la población, la saturación de problemas de toda índole pero sobre todo políticos, que ha generado un nuevo tipo de cubano sobre todo en los más jóvenes, que no creen en la derecha ni en la izquierda, en el Norte o en el Sur, que han perdido o no entienden los valores que sustenta toda nación, confundiendo la patria con una ideología política.
Agregamos a eso el desconcierto que producen algunas noticias sobre Cuba publicadas en el exterior que parecen redactadas en el periódico Granma, el acomodamiento de los que supuestamente en esos medios informativos del exterior tendrían la mente más fría y las declaraciones de directivos de organismos internacionales, también de complacencia con el régimen cubano.
¿Qué se puede esperar de un pueblo sometido a esta presión entre derecha e izquierda durante décadas si no es largarse de este caos como lo ha estado haciendo desde hace años?
No nos engañemos: somos lo que nos ha tocado vivir, como dijo Carrell.
Si inaceptable es que un extranjero nos critique, más inaceptable es aún que los que todavía manteniendo sus valores y siendo cubanos, no entiendan por lo que hemos pasado. A esos cubanos de aquí y de acullá les recuerdo este pensamiento de un hombre que pasando por una situación análoga logró la independencia cubana: "El hombre ama la libertad, aunque no sepa que la ama, y anda empujado de ella y huyendo de donde no la hay". Resume en una sola y simple frase todo el conflicto del pueblo cubano.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
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