En crisis el sistema de salud en Santiago de Cuba
Santiago de Cuba, 22 de diciembre del 2013 – Por experiencia propia puedo asegurar que el sistema de salud en Santiago de Cuba se encuentra en una profunda crisis. A los dos meses de nacida, mi hija Evelin Clavel fue ingresada en el Hospital Infantil Sur (La Colonia) con infección en los oídos. Se le aplicó antibióticos, que aunque necesarios, les dañaron la flora intestinal, no se ha podido precisar si fue producto de una sobre dosis. Lo cierto es que los daños colaterales son más graves que la propia infección del oído.
En la actualidad la niña presenta una intolerancia severa a los lácteos, incluyendo la leche materna. Y lo peor, que los medicamentos apropiados como el llamado “LACTAID” están en falta, tanto en los centros hospitalarios, como en las clínicas internacionales en divisas.
La niña Jane Isabela Clavel Ribas, de cuatro meses nacida lleva más de un mes ingresada, producto que le fue tratada una otitis con amoxicilina, que le afecto la flora intestinal y ahora no asimila los alimentos. Según la Dra. Carmen Collazo Valdez la niña presenta una desnutrición severa y persistente, ya que ha estado dos veces en terapia e ingresada y en la sala de ‘Gastro’ por vómitos y diarreas, donde no se permiten visitas. Así que los familiares tienen que conformarse que la comida que la dan, de muy mala calidad.
La Comisión Medica del hospital no me da un diagnóstico claro, por lo que encuentro preocupado, ya que la situación del hospital de la “Colonia” es crítica. La carne y el plátano para la fórmula, que es lo único que puede ingerir la niña, tengo que traerlos de mi casa, pues no hay el hospital. El yogurt está en falta también. Aunque no se necesita para la niña, si para otros niños que se encentran ingresados.
Las sabanas y paños están percudidos. No hay agua corriente, por lo que hay que utilizar un cubo y hay que traerlo de la casa. No hay climatización, algo imprescindible en una unidad de salud, por lo que se usa un ventilador traído de la casa.
Y para colmo, hasta aquí en el hospital se siente la presencia represiva de los militares, que con batas blancas fungen como personal de salud, para hacer presencia, sin llamar la atención. En las fotos se pueden ver los pantalones y zapatos típicos de la guardia cubana. La presencia de altos oficiales del Ministerio del Interior parece indicar que están preocupados por la permanencia de mi hija en el hospital. Hace unos 15 días el oficial de la Seguridad del Estado, quien hace llamarse Alejando me llamó para preguntar por el estado de salud de mi hija y que si necesitaba algo que se lo dijera. Me limite a decirle que lo que se necesitaba eran que los medicamentos que ella necesita estuvieran disponibles en todas las farmacias del país.
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