Cuba actualidad, Santa Clara (PD) Caridad Corcho Rodríguez es madre de una joven discapacitada. Está desesperada, pues ya no existe lugar donde no le hayan dado evasivas, y si las autoridades no le solucionan su problema, pronto su vivienda, ubicada en calle San Miguel y Roberto Fleites, reparto Raúl Sancho, en la ciudad de Santa Clara, les caerá encima.
Su hija de 21 años Alianni Rodríguez Corcho padece de Síndrome de Prader Willy. Presenta un desorden neuroconductual genético que le afecta el hipotálamo y genera trastornos en su metabolismo. Tiene discapacidad intelectual, sensorial y física, es obesa y diabética.
Caridad se siente abandonada por el Gobierno cubano, pues ya no sabe cómo pedir ayuda para arreglar la vivienda con paredes de madera y planchas de zinc, y techo de cartón que se filtra cada vez que llueve. El servicio sanitario es una letrina afuera de la casa, lo que le imposibilita a su hija ir al baño a altas horas de la noche o de madrugada.
Alianni se orina en la cama; la colchoneta y sábanas donde duerme están deterioradas, pues además las rompe involuntariamente. En sus brazos tiene cicatrices de las mordidas que se da. Debido a la ansiedad, come a escondidas de su mamá cuanto alimento encuentra, por lo que la mayor parte del tiempo su diabetes está descompensada.
Señaló Caridad que su hija recibía una dieta especial al igual que otros niños diabéticos en Cuba, pero al cumplir los 18 años se la retiraron, alegando que ya era mayor de edad. El director de Salud Pública en Santa Clara, Juan José Pulido, le autorizó continuar con la dieta pero funcionarios de la Oficina de Control de Alimentos (OFICODA) no lo permitieron -expresaron que ese tipo de dietas es solo para niños menores de 18 años-.
En 2005 Caridad Corcho se presentó en el órgano de Vivienda Municipal en busca de ayuda. El director de esta entidad le aseguró que cuando entrara una asignación de vivienda sería la primera en recibirla pues su caso era crítico. El tiempo pasó, y nada de casa. Por aquel entonces los vecinos se conmovieron y la ayudaron a remendar la vivienda, pero seis años después Caridad y su hija continúan en la misma desesperada situación.
En junio de 2011 Caridad se presentó nuevamente en la mencionada entidad. Volvió a recibir promesas y evasivas de los funcionarios que la atendieron. Entonces acudió a la sede provincial del Partido Comunista de Cuba donde le orientaron dirigirse a la Asamblea Municipal.
Como ya no tenía a quién pedirle ayuda en Villa Clara, viajó a La Habana, a las oficinas de Atención a la Población del Consejo de Estado. Allí expresó por escrito su situación, y le aseguraron que en 60 días le darían una respuesta. Pero aunque la respuesta nunca llegó, Caridad no perdió la fe en la Revolución.
El 6 de marzo de 2012 volvió a La Habana, donde rogó ser atendida por algún funcionario. Desde allí contactaron con la sede del Gobierno provincial en Villa Clara y aseguraron que resolverían la situación. Pero todo fue un engaño. Rodolfo Esquerra, funcionario de la Asamblea Provincial, le espetó que ya era hora de que su familia se hiciera cargo de ella y de su hija y recalcó que no tenían vivienda para darle ni podían otorgarles subsidio alguno.
En medio de esa odisea Caridad se vio obligada a abandonar su puesto de trabajo. Su hija le hizo rechazo a la escuela y nadie la quiso cuidar debido a los padecimientos.
Fue entonces que Caridad decidió contactar con activistas de Derechos Humanos. Estos no prometieron solucionar su problema porque no tienen recursos, pero sí aseguraron acompañarla en cuanta protesta o gestión hiciera para ello.
En la mañana del pasado 18 de noviembre Caridad y su hija, acompañadas del activista de derechos humanos Mario Abreu Padrón, llegaron al céntrico parque Leoncio Vidal Caro, en la ciudad de Santa Clara, y carteles en mano llamaron la atención de transeúntes y turistas.
Los escritos decían: "Pido ayuda a la Unión Europea ya que Cuba me la ha negado", "Ayuda y solución ahora para el caso Prader Willy".
Tras varios minutos de protesta y ante la aglomeración de curiosos, la policía detuvo a Caridad, a Alianni y a Mario. La madre y su hija fueron liberadas más tarde y Mario fue interrogado por un mayor de la Policía política antes de ser liberado.
Esta madre desesperada asegura que cualquier día amanecerán aplastadas por el techo de la casa. Responsabiliza al Gobierno cubano si algún accidente llegara a ocurrir. Mientras tanto, preparan otra protesta y aseguran que tendrá gran repercusión.
Para Cuba actualidad: yoelito001973@gmail.com
Fotos: Yoel Espinosa
Alianni Rodríguez Corcho y Caridad Corcho Rodríguez
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Fotos: Yoel Espinosa
Alianni Rodríguez Corcho y Caridad Corcho Rodríguez
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