viernes, 6 de febrero de 2015

¿Todos Regresan?

POR:  WENDY GUERRA


Si miras bien, si estás atento, si escuchas en los barrios y en los parques, en el mercado agropecuario o en las cafeterías recién abiertas, te darás cuenta de que La Habana se ha ido poblando de cubanos que regresan. Sus anécdotas, su ligero acento y sus ademanes los delatan.
¿De dónde regresan?
Algunos de España, otros de México o del helado Canadá, pero en su mayoría regresan de Miami.
¿Por qué regresan?
Con la liquidación de una etapa de trabajo larga, tras el cierre de una empresa o el despido luego de varios años de dedicación, o simplemente con el ahorro de unas décadas puedes comprarte hoy un apartamento en El Vedado o una casita en La Víbora; pero primero debes recuperar tu carnet de identidad haciendo los trámites necesarios en la oficina correspondiente y luego procedes a esa compra.
Por otra parte, con la mensualidad de una jubilación en cualquier parte del mundo, por precaria que sea, se puede vivir en Cuba y, de vez en cuando, regresar a ver a tus amigos, seres queridos, y revisar tus pendientes.
Todo esto se veía venir cuando, durante los últimos veranos, advertimos como muchísimos padres residentes en el exterior enviaban a Cuba a sus hijos a vacacionar siendo cuidados aquí por los abuelos, tíos o primos; a finales de agosto estos niños volvían a Miami o a Madrid para incorporarse a su vida normal en las escuelas europeas, mexicanas, canadienses o americanas. Esto ha seguido sucediendo en diciembre y abril durante las vacaciones de navidad y semana santa.
En este momento no son solo las leyes gubernamentales las que intentan normalizar las relaciones, sino los mismos cubanos los que ya se apropian de estas leyes para no permitir que nos roben el contacto sentimental y el amor filial que nos fuera secuestrado durante décadas.
Recientemente visité Miami y muchas personas me preguntaban cómo sería el trámite para retornar (algunos me pedían discreción y otros lo decían abiertamente). Cómo se puede obtener de vuelta el carnet de identidad para poder comprar en Cuba y cómo narraría yo una vida aquí sin las bondades del capitalismo, el consumo o las libertades a las que está acostumbrado un cubano que lleva décadas fuera de nuestro largo socialismo tropical.
Lo de recibir el carnet de identidad es un simple trámite y no conozco a nadie a quien se lo negaran, pero lo de acostumbrarse depende de lo que necesites hacer con tu vida en lo adelante.
No creo que puedas tener las mismas bondades que se encuentran al residir en Nueva York o en París, tampoco las mismas ofertas de viajes, restaurantes, fines de semanas en la nieve o los cayos, mucho menos tener una vida política alternativa sin vigilancia, no creo que puedas fundar un partido político ni  expresar oficialmente lo que piensas en los medios cubanos ... eso no lo creo... no hay acceso a internet, ni fácil desplazamiento por la ciudad -el transporte es el peor enemigo de quienes necesitan transitar La Habana diariamente. Volver a Cuba es regresar a reconstruir, con la experiencia en el exterior, un país que necesita el ejercicio del mercado, la civilidad y la convivencia pacífica.
¿Por qué alguien querría volver a casa?
El concepto PATRIA es tan personal como inmenso. La decisión de volver es infinitamente humana, secretamente íntima, inenarrable para muchos y clarísima para quienes atraviesan el umbral del origen . A nadie debería preguntársele el motivo para regresar a su casa. Volver es reencontrarse con la madre que no está, con los olores y los sabores extraviados, con lo que nos faltó por hacer, con lo que nos quitaron o nos arrancaron. Volver para tocar los fantasmas y ver más claro lo que odiamos o mitificamos. Volver a Cuba no debería tener un por qué. Sentir esta tierra en la piel es tan abstracto como el milagro de estar vivos después de una larga guerra a distancia.
Volver para algunos es tener el tiempo de recuperar el espacio personal que le corresponde a cada cubano viva donde viva.
Fundar en el lugar donde aun hay cosas nuevas que enseñar y que construir.
Morir en el lugar donde nacieron.
Vivir en el lugar donde nacieron.
¿Todos regresan?
No, no todos regresan porque hay muchas personas que decidieron echar raíces y olvidar o distanciar lo que les separó de sus orígenes.Tener hijos de otras nacionalidades y discutir con ellos en otras lenguas, quejarse de otros dolores, morir en otra parte defendiendo otros objetivos o simplemente olvidar la política, anular el tópico ideológico que hasta hoy aquí nos atormenta. Algunos no regresan ni en sueños porque las acciones desagradables -a veces- resultan imperdonables y se vuelven pesadillas. Porque perdonar es una carrera larga de ganar.
Volver: Cerrar una herida que la sal y el mar de Cuba pueden ayudar a cicatrizar.
Muchos están regresando, restaurando el alma y el cuerpo de casas que, en cinco años, hubiesen ganado para sí el  zoológico de ruinas de esta ciudad extraordinaria.
A esos cubanos que regresan... muchas gracias y toda mi gratitud por venir a darnos la mano sin agravios, ni acusaciones, ni rencores pasados que habría que empezar a repartir.
Gracias simplemente por ayudarnos a reescribir el cartel de la esquina, aquel donde decía Patria o Muerte y donde ya debemos escribir: Patria y Vida.

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