El semáforo de Prado y Neptuno, una de las intersecciones más céntricas de la ciudad, lleva dos meses sin señal.
"Los caballitos (policía motorizada de tránsito) no se limitan. Se paran en Neptuno y si cargas a alguien en el semáforo te ponen la multa y pierdes como 12 puntos en la licencia", se queja un botero que hace la ruta Vedado-Playa.
"Pero no los ves cuando más los necesitas. Aquí debería de haber uno regulando el tráfico", agrega para referirse a la función preventiva que deberían asumir en estos casos los agentes.
En la esquina de Prado y Neptuno confluyen cinco calles, cada una con "un tráfico violento", dice un custodio del Hotel Parque Central.
"De aquí salen las guaguas y los taxis del hotel, pero por allá doblan los almendrones y, justo en la otra esquina, los choferes del (ómnibus) P11, que se creen los dueños de la calle, y como además tienen la preferencial, pasan sin mirar. No sé cómo no le han pasado a nadie por arriba", añade.
En una ciudad donde los accidentes son frecuentes, resulta preocupante que la policía de tránsito tenga la siguiente respuesta: "Imagínate, los semáforos son chinos y la pieza que se rompió hay que traerla de allá".
"Nosotros no hemos recibido la orientación de regular el tráfico. Pero no te preocupes, que todo el que pasa por ahí sabe lo que hace", dice uno de los agentes que patrulla la zona.
La oficina de atención a la población de la Empresa de Viales en La Habana es quien debe dar solución a la rotura. Pero como todos los teléfonos con estas funciones en la ciudad, el suyo da ocupado o timbre sin que nadie responda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario