Los detenidos se acercaron al papa y gritaron contra el gobierno
José Daniel Ferrer (foto tomada de Internet)
MIAMI, Estados Unidos.- Los tres activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Zaqueo Báez, María Josefa Acón e Ismael Bonet, que se acercaron al papa Francisco el pasado domingo 21 y gritaron consignas antigubernamentales, siguen presos en la unidad policial conocida como de 100 y Aldabó. Desde el día de su detención los tres se encuentran en huelga de hambre, según informa José Daniel Ferrer, coordinador de la organización opositora.
“La UNPACU ya echó a andar una campaña a favor de los tres detenidos. Las primeras acciones son: informar a la población a través de discos e impresos sobre la acción en la Plaza el por qué y quienes son los protagonistas”, apunta Ferrer en un comunicado a los medios.
Agrega que se están poniendo en postes, muros, paredes y otros sitios fotos de los tres detenidos con explicaciones de lo que hicieron. “Se está pidiendo a las personas que conocen lo ocurrido o que lo van conociendo, que opinión tienen al respecto.”
El líder de UNPACU advierte que si, tras todas estas acciones llevadas a cabo en Oriente, Camagüey, La Habana y Pinar del Río, no resultan liberados, el próximo paso “en solidaridad con los tres puede ser una masiva huelga de hambre en lugares públicos”.
La visita del papa Francisco a Cuba culminó el pasado 22 de septiembre, dejando numerosos activistas y opositores detenidos, golpeados y obligados a permanecer en sus viviendas en las provincias en que fueron celebradas las misas papales: La Habana, Holguín y Santiago de Cuba.
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