jueves, 1 de octubre de 2015

Cadenas hoteleras de EEUU mantienen conversaciones informales con La Habana

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Entre ellas, Marriott International, Hilton Worldwide y Carlson Hospitality Group.
Ejecutivos de las principales cadenas hoteleras de Estados Unidos han mostrado un creciente interés en la en los últimos meses en la Isla y han mantenido conversaciones informales con funcionarios cubanos a medida que Washington relaja las restricciones del embargo, informa Reuters.
Ejecutivos de Marriott International, Hilton Worldwide y Carlson Hospitality Group, que administra la cadena Radisson, dijeron a Reuters que han conversado con funcionarios cubanos en los últimos meses.
"Todos estamos muy interesados", dijo Ted Middleton, vicepresidente senior para desarrollo en América Latina de Hilton. "Cuando se nos permita hacerlo legalmente, todos queremos estar listos en la línea de partida", agregó.
Los gobiernos de Estados Unidos y Cuba restablecieron relaciones diplomáticas en julio. Washington flexibilizó aún más el embargo comercial de medio siglo este mes, al permitir que algunas empresas establezcan filiales o asociaciones en Cuba y puedan abrir oficinas, tiendas y depósitos en la Isla.
Representantes de ambos países negocian además un acuerdo que permita a las aerolíneas estadounidenses realizar vuelos regulares a Cuba, dijo un funcionario del Departamento de Estado la semana pasada, en medio de especulaciones de que la prohibición para que los turistas estadounidenses visiten la Isla podría flexibilizarse.
Los hoteleros estadounidenses no tienen permitido invertir en Cuba en la actualidad y la Isla oficialmente sigue siendo un lugar prohibido para los turistas del país a menos que cumplan con ciertos criterios, como ser cubanoestadounidense o participar en viajes en las 12 categorías aprobadas por el Gobierno de Barack Obama.
Bajo las leyes cubanas, las compañías extranjeras deben asociarse con una entidad de la Isla para hacer negocios y los hoteleros estadounidenses creen que deberán hacer lo mismo si es que se levantan las restricciones.
Mientras esperan que los políticos resuelvan sus diferencias, los ejecutivos hoteleros llevan adelante misiones de investigación y mantienen reuniones informales con funcionarios del Gobierno en Cuba y otros países.
Esta semana, Middleton, junto con ejecutivos de Carlson y Wyndham Worldwide Corp., que opera la cadena Ramada, se reunieron con el viceministro de Turismo de Cuba, Luis Miguel Díaz, en una conferencia de la industria en Lima.
1,5 millones de viajeros estadounidenses por año 
Los hoteleros estadounidenses esperan que los visitantes del país norteamericano se disparen si se levantan todas las restricciones de viaje.
"Si se levanta la prohibición, estimamos que tendremos más de 1,5 millones de viajeros estadounidenses por año", dijo Laurent de Kousemaeker, presidente de desarrollo para América Latina y el Caribe de Marriott.
De Kousemaeker acompañó a otros ejecutivos de Marriott, entre ellos al presidente ejecutivo, Arne Sorensen, a La Habana en julio, para reunirse con representantes de compañías administrativas y funcionarios del Gobierno.
Incluso si las sanciones se levantan en el corto plazo, La Habana ha sido tradicionalmente lenta en aprobar proyectos de inversión extranjera, lo que hace poco probable que aparezcan de inmediato hoteles estadounidenses en el paisaje de la Isla.
Rivales de Canadá y Europa han aprovechado la oportunidad del embargo, operando e invirtiendo en hoteles y centros turísticos junto a socios cubanos durante años.
La cadena española Meliá Hotels International SA pretende tener 15.000 habitaciones en Cuba para 2018. Actualmente cuenta con 13.000 a través de 27 asociaciones.
London + Regional Properties Ltd, una empresa hotelera y de bienes raíces de Reino Unido, firmó un acuerdo este verano boreal para un proyecto de un campo de golf de 18 hoyos, un hotel y un condominio con la compañía estatal de turismo, Palmares SA, que tiene una participación del 51 por ciento en el plan.
Pero incluso con los planes del Gobierno de sumar 4.000 nuevas habitaciones hoteleras cada año durante los próximos 15 años, la Isla no está preparada para un significativo aumento de visitantes.
La infraestructura de la Isla decayó en las décadas siguientes a la revolución de 1959. Hoteles cinco estrellas, buenos restaurantes y un acceso económico a internet son escasos.
Si ambos gobiernos dan luz verde, los ejecutivos dijeron que las cadenas hoteleras estadounidenses posiblemente ofrezcan asociaciones de marca y administración para empresas del Gobierno cubano como Palmares y el Grupo Turístico Gaviota, la entidad turística oficial más grande de Cuba, operada por militares.
El objetivo serán contratos de largo plazo en proyectos de desarrollo de centros turísticos, que es como las autoridades cubanas generalmente operan con hoteles extranjeros.
Pero por el momento, los hoteleros estadounidenses no pueden mencionar el turismo cuando se reúnen con sus pares cubanos y menos hablar sobre contratos. La palabra clave es "hospitalidad".
A de Kousemaeker le gusta usar una analogía del béisbol: "Estamos aprendiendo, y tomando lecciones de bateo, pero estamos en el banco", dice.

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