Poco después de que Díaz-Canel ordenara “actuar con severidad”, la Policía realizó una redada en el reparto América Latina, en Santa Clara
Sin dilación, este propio miércoles 22 de abril varios activistas del Comando Leoncio Vidal fueron detenidos en Santa Clara.
Yanisbel Valido, la coordinadora del grupo opositor, denunció a través de CubaNet que agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) realizaron un operativo y aplicaron multas a varios vecinos del Reparto América Latina, en Santa Clara.
“Estaban poniendo multas a cualquiera. Incluso multaron a una madre que tenía a sus niños jugando en el portal de su casa”, denunció la activista.
Según Valido, la opositora Bacilia García Jiménez salió sin nasobuco hasta la cerca de su vivienda, en defensa de la madre multada. Como consecuencia, los policías se le abalanzaron encima con violencia.
“Bacilia tiene 80 años y esos agentes no lo tuvieron en consideración, por tanto, su hija y su nieta intercedieron y fueron arrestadas”, informó.
Tanto María Josefa Orama y Llilian Lucía, hija y nieta de Bacilia respectivamente, fueron conducidas a la Quinta Unidad Policial de Santa Clara, en un auto con la placa 272, que hace más de una semana se encontraba apostado en las cercanías de la vivienda de Yanisbel Valido. Dentro del vehículo se encontraban además tres oficiales que junto a las detenidas sumaban cinco personas.
“Ellos ―dice Valido refiriéndose a los agentes de la PNR― tampoco respetan las medidas sanitarias, porque dentro del auto estaban pegados unos a otros. ¿Entonces, de qué medidas hablan?”, cuestiona la joven.
Minutos más tarde también fueron detenidos los activistas Félix Pérez Salazar y Geobel Manso López por acudir a la estación policial de la ciudad para preocuparse por la situación de sus compañeras. Todos fueron puestos en libertad más de una hora después.
Los activistas ofrecieron detalles sobre la violación por parte de los agentes policiales de las medidas higiénico-sanitarias orientadas por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y los gobernantes cubanos.
“Allí están algunos policías con tapaboca y otros no. No cabe un oficial más, todos amontonados, unos encima de otros. Yo cuestioné por qué no multaban a los que no tenían tapaboca y nadie me respondió”, declaró Félix Pérez, uno de los detenidos.
Antes de ser liberados, los activistas recibieron amenazas por parte de dos agentes del Departamento de la Seguridad del Estado, quienes les advirtieron que podían ser multados de acuerdo al Decreto-Ley 370, que regula el uso de internet en Cuba.
Sin embargo, poco después de ser liberado, un agente de la Seguridad del Estado se personó en la vivienda de Pérez y le entregó una multa de 3 000 pesos en moneda nacional (120 dólares) mientras invocaba el artículo 8.3 del Código Penal, que autoriza a los policías a juzgar y sancionar con multa en vez de remitir el caso al Tribunal.
No solo represión
Estas detenciones, supuestamente justificadas por la violación de las medidas que a nivel nacional se implementan para frenar la propagación del nuevo coronavirus, contrastan con la actitud irresponsable no solo de los oficiales del Ministerio del Interior sino también del personal de las instalaciones donde mantienen a casos sospechosos de la COVID-19, como en la Escuela de Trabajadores Sociales de Santa Clara.
CubaNet tuvo acceso a imágenes de los locales donde han sido aisladas las personas con sospechas de portar el coronavirus y pudo constatar las pésimas condiciones del edificio.
“Yo llevo aquí cinco días y no hay ni siquiera un refrigerador para tomar agua fría. Los baños están asquerosos y el mal aspecto de este lugar es general. El que no tenga coronavirus se contagia aquí fácilmente”, se quejó una fuente bajo condiciones de anonimato por temor a represalias.
“Muchos de los que estamos ahora aquí somos familia y tuvimos contacto con las personas del Hogar de Ancianos número 3 de Santa Clara, donde casi todos se contagiaron, incluyendo a los trabajadores”, detalló.
“Ahí no había condiciones para esos viejitos ni tampoco los trabajadores prestaban mucho interés. Muchos de los ancianos salían por el día a desandar y regresaban por la noche. ¿Así quién no se va a contagiar?”
La mayoría de las personas de la tercera edad que dieron positivo a la COVID-19 fueron trasladadas a la escuela Martha Abreu, también de Santa Clara, que funciona como centro para niños sin amparo filial, según indicó la fuente.
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