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EL OBSERVADOR BOLETÍN ESPECIAL / FEBRERO 2021 / DESDE CUBA

Activistas cubanos reflexionan sobre las Reglas Mandela y sostienen reunión con ex Defensor del Pueblo de Panamá   Continuaron los encuentros de miembros del Observatorio Penitenciario en Cuba para discutir acerca de las "Reglas mínimas de la Organización de Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos", conocidas comúnmente como las "Reglas Mandela". En especial, su aplicación en el sistema carcelario cubano. Estos encuentros se realizaron los días 3 y 15 de febrero; a través de distintos canales online, debido a circunstancias bien conocidas. Sin embargo, en cada caso pudimos contar con un grupo de cubanos y cubanas que conocen bien la situación en las cárceles de la isla, no solo debido a su colaboración con organizaciones de derechos humanos o porque tienen algún familiar en prisión, sino porque algunos de ellos mismos han sufrido el presidio político.   Ambos encuentros se iniciaron con una exposición sobre las Reglas Mandela, de parte de Yaxys Cires, Director de Estrategia del Observatorio cubano de derechos humanos (OCDH), quien hizo un breve acercamiento a los temas o bloques que en su criterio componen estas normas. En primer lugar, el respeto a la dignidad humana, lo que implica una consideración moral y de protección física que necesariamente prohíbe cualquier tipo de vejación o tortura, y dirige la atención hacia la reinserción social.

El segundo bloque se relaciona con la salud penitenciaria, esto es, con las condiciones médicas y sanitarias en la cárcel, tanto desde el punto de vista preventivo como paliativo, y por tanto considera necesariamente las obligaciones en tal sentido del Estado. En tercer lugar, el respeto desde el punto de vista de la información y la gestión de los expedientes penitenciarios, esto es, el respeto a la privacidad e intimidad del preso. En cuarto lugar, la gestión transparente del régimen o reglamento interno, que debe ser suficientemente conocido y cumplir al menos tres principios disciplinarios: que pretenda prevenir conflictos, prohíba las sanciones colectivas o generales, y no limite los servicios vitales. Y, finalmente, los derechos a la información y comunicación (ya sea el vínculo familiar directo, llamadas, etc.), y muy especialmente el derecho a la queja, que implica mecanismos justos para que esta pueda gestionarse de manera transparente y sin que implique afectación a quien la emite.   Esta charla se enriqueció, en cada punto, con las experiencias directas de la mayor parte de los participantes, especialmente de aquellos que han estado encarcelados por motivos políticos o de conciencia. Lo que permitió no solo evaluar reglas específicas contra las prácticas y procedimientos habituales en las cárceles cubanas sino también, como resumen, constatar el incumplimiento general de estas normas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos. Además, si bien su cuerpo normativo es relativamente reciente, se constató el desconocimiento de las Reglas Mandela por parte de los implicados, especialmente los propios presos y sus familiares, y se coincidió por tanto en la necesidad de darlas a conocer así como en exigir su cumplimiento y las obligaciones que implican para el estado cubano en materia de regulaciones y consideración a los derechos humanos. Reglas Nelson Mandela: Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos  Reunión con Juan Antonio Tejada Espino, Defensor del Pueblo de Panamá entre 2001 y 2006   Entremedias de estos encuentros, miembros y colaboradores de la red OPEN asistieron igualmente a un evento virtual acerca de "El defensor del pueblo y su rol en la defensa de los DDHH", al que también se invitó a otros miembros del OCDH y a líderes de diversas organizaciones cívicas cubanas, el 9 de febrero.   Tuvimos el privilegio de que la charla principal de este conversatorio fuera impartida por Juan Antonio Tejada Espino, abogado panameño, quien es en la actualidad presidente del Instituto Panameño de Estudios Cívicos (IPEC), miembro del comité de expertos del Observatorio Judicial de la Cámara de Comercio. Elegido presidente del Consejo Centroamericano de Procuradores en Derechos Humanos (2003-2004), y Miembro del Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia (2005), destaca, en el ámbito público, su desempeño como Fiscal Primero Superior del Primer Distrito Judicial (1995-2001, y como Defensor del Pueblo de la República de Panamá (2001-2006).   La exposición de Tejada Espino fue seguida con especial interés por los participantes de la isla, habida cuenta de que Cuba es uno de los pocos países de América Latina que no cuenta con una institución nacional especializada en la protección de los Derechos Humanos, como es la Defensoría del Pueblo, llamada, en términos generales, "a intervenir de manera preventiva y reactiva en situaciones ilegítimas, irregulares, arbitrarias, negligentes, que con ocasión del ejercicio del Estado afecten la plena vigencia de los derechos y libertades públicas".           Esto tiene gran relevancia, dado que la mejora sustancial de la situación de los Derechos Humanos es condición indispensable para la construcción y mantenimiento de una democracia participativa, y si se tiene presente que los derechos y las libertades públicas dependerán de la eficacia de los mecanismos de protección previstos. Si bien, recordó el ponente, las experiencias pueden ser muy variadas dependiendo del país y su desarrollo institucional, así como también de la técnica y la moral de la autoridad que ostente el cargo de Ombudsman.   En tal sentido, se hizo un breve pero riguroso repaso a la incorporación (en los últimos 35 años) de esta institución en un sinnúmero de países latinoamericanos. Tejada Espino se detuvo específicamente en el proceso en Panamá, desde su propia implicación y experiencia, en unos momentos muy difíciles para esa nación, dejando muy de manifiesto el compromiso necesario y muy especialmente los retos que implica, hasta finalmente elevar a rango constitucional y a conquista de la ciudadanía la existencia de la Defensoría del Pueblo.   Fue realmente inspirador que Tejada Espino compartiera su experiencia práctica, en leyes y acciones específicas, en el transcurso de su servicio público como Defensor del Pueblo. Lo que, entendimos, implica además del carácter firme y la inteligencia política, una sensibilidad particular, la cual quedó de manifiesto cuando describió las visitas carcelarias que organizó siendo fiscal; incluso mencionó que tuvo la oportunidad de mediar personalmente ante las autoridades civiles y carcelarias, y los presos que se levantaron contra lo que expresaban era una especie de régimen policial muy abusivo, y se consiguió un acuerdo después de cuatro o cinco días de negociación.   La defensoría levantó en su momento el primer censo carcelario, que contabilizó su número y situación frente a los procesos, y consiguió una fotografía muy interesante sobre la composición social del presidio. Se estableció un Programa de supervisión de Derechos Humanos e inspección en las cárceles; la defensoría entraba todas las semanas a las prisiones, "para tener una mirada a lo interno de esas realidades...".   Realidades compartidas con total honestidad y con esperanza. No es de extrañar que más de la mitad de las casi hora y media del encuentro se agotase en una abarcadora cantidad de preguntas por parte de los cubanos presentes desde la isla, en un diálogo realmente interesante para todos los participantes, con el común interés de examinar y definir, en las condiciones y circunstancias particulares, el modelo oportuno de Defensoría del Pueblo para Cuba, esto es, de situar esta institución en el presente y en el porvenir de nuestra nación.       Noticias sobre presos políticos y represión Familiares de Didier Almagro exigen al régimen fe de vida del opositor Luego de más de dos semanas de total incomunicación, familiares del preso político Didier Almagro Toledo exigen al régimen fe de vida del joven. Su madre, Maidelín Toledo, dijo a CubaNet que la última llamada que recibió de su hijo fue muy angustiante. "Me dijo que la situación estaba tensa porque los guardias querían obligarlo a aceptar la reeducación comunista y él se negaba rotundamente. A mi hijo le han quitado todos sus derechos por ser un preso plantado, y lo único que nos queda es una llamada telefónica para saber cómo se encuentra", explicó Toledo. "La última vez que lo golpearon yo pensé que me lo habían matado, porque me lo ocultaron para que no vieras los moretones, lo golpearon solo por pedir atención médica. Son malos, esas personas son malas y yo todos los días vivo pensando que a mi hijo me lo van a matar en prisión, no sería la primera vez. Por eso exijo prueba de vida, y a la comunidad internacional que no deje solos a los presos políticos cubanos", expresó. Didier Almagro Toledo fue arrestado el 4 de agosto de 2020 junto a otros opositores que se unieron a la comunidad para protestar contra un prolongado apagón. Todos fueron liberados al día siguiente menos él, motivo por el cual se mantuvo por seis días en huelga de hambre (CubaNet). OCDH denuncia ante la ONU los «actos de repudio» organizados por el Estado cubano   El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció ante el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el «cuadro persistente de tratos crueles, inhumanos y degradantes contra ciudadanos cubanos» a través de los «actos de repudio».   La denuncia va dirigida contra el Estado de Cuba, «por generar un cuadro persistente de violaciones de derechos humanos, mediante el empleo de ‘actos de repudio’, constitutivos de tratos crueles, inhumanos y degradantes contra miembros de la sociedad civil cubana».   Durante 2020 ocurrieron al menos 41 actos de repudio. La denuncia se acompaña de informaciones relacionadas con actuaciones de este tipo contra los activistas: Iliana Hernández Cardosa, Claudia Genlui Hidalgo, Anamely Ramos González y José Daniel Ferrer García.   Fallecen en el exilio dos ex prisioneros políticos cubanos El pasado sábado falleció el poeta y ex prisionero político cubano Ángel Cuadra, a los 89 años, en el hospital Jackson Memorial de Miami. Solamente unos días antes, se supo la noticia del fallecimiento, en Caracas, del también ex prisionero político y sindicalista Pedro Pérez Castro. En el Observatorio Cubano de Derechos Humanos lamentamos estos decesos, y enviamos a sus familiares y amigos nuestras más profundas condolencias.   Pedro Pérez Castro mostró en el presidio una posición «muy firme, muy de acuerdo con la posición de rebeldía de la mayoría de los presos en Isla de Pinos que se oponían al sistema de adoctrinamiento», recordó Juan Antonio Müller en referencia a su compatriota de lucha, a quien también acompañó en el exilio venezolano, y en la infructuosa tarea de concientizar al pueblo que les acogió de la suerte que les esperaba con el advenimiento de un régimen autoritario de izquierda liderado por Hugo Chávez.   Ángel Cuadras se opuso al Gobierno de Fulgencio Batista desde sus inicios en la Universidad de La Habana, donde cursaba la carrera de Derecho. Fue detenido en 1967 y acusado por conspirar contra el Gobierno de Fidel Castro; motivo por el que lo sancionaron a 15 años de prisión. En la cárcel, «como una forma de canalización de la angustia», creaba poesía, que sacaba de manera clandestina, violando las restricciones del sistema penitenciario. Viajó, tras ser liberado, a Suecia y Alemania, los países que más habían abogado por su caso; y en 1985 se reunió con su familia en Estados Unidos. Editado y distribuido por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos  www.observacuba.org Este mensaje va dirigido, de manera exclusiva, a su destinatario y puede contener información confidencial y sujeta al secreto profesional, cuya divulgación no está permitida por Ley. En caso de haber recibido este mensaje por error, le rogamos que de forma inmediata, nos lo comunique mediante correo electrónico remitido a nuestra atención y proceda a su eliminación, así como a la de cualquier documento adjunto al mismo. 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