jueves, 24 de julio de 2025

Un día como hoy, Julio 24, en nuestra lucha contra el castrismo.

Un día como hoy, Julio 24, en nuestra lucha contra el castrismo.

Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.

Comparta estas efemérides. Gracias.

PROHIBIDO OLVIDAR.

1959

Luis Medina Cedeño es fusilado en Santiago de Cuba, provincia de Oriente.

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Félix Oviedo González es fusilado en La Cabaña.

1962

Delio Almeida Martínez, excapitán del Ejército Rebelde y jefe de una de las guerrillas del MRR en esa provincia es fusilado en Bolondrón, provincia de Matanzas. Estaba alzado desde 1961 y había sido capturado el 16 de mayo de 1962 en la finca Mercedes de Calimete.

1963

El guerrillero Evaristo Boitel Beruvides miembro de la guerrilla de Perico Sánchez que operaba en la zona de Jagüey Grande es fusilado en el Castillo de San Severino, Matanzas. Su madre dirigió una carta al dictador Fidel Castro pidiéndole clemencia para el único hijo que le quedaba y a pesar de las promesas se lo entregaron cadáver.

(Existen discrepancias en cuanto a la fecha en que fue fusilado)

1976

Miembros de la organización FLCN intentan secuestrar al cónsul de Cuba en Mérida, Yucatán muriendo un miembro de la seguridad del gobierno cubano. Dos de los miembros del comando que participó en la acción fueron apresados por la policía mexicana.

1981

Se constituye la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) en la ciudad de Miami bajo el liderazgo de Jorge Más Canosa. Inspirada por una estrategia (cabildeo) hasta ese momento no empleada por la oposición, llegar hasta las altas esferas del gobierno estadounidense buscando apoyo para lograr legítimas aspiraciones del exilio cubano. Entre los logros: Radio y TV Martí, la Ley Torrecelli y la Ley Helms-Burton.

1987

Ubaldo Consuegra Hernández y Ramón Pino son asesinados en la Prisión Kilo 7, Camagüey. Ambos eran presos políticos.

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122.- Hidalberto Rodríguez Rivero, director provincial de la agencia CubaTaxi en Ciego de Avila 2002-2010. El denunciante afirma que es un colaborador de la Seguridad de Estado que destruyó las vidas y familias de muchos hombres honestos y trabajadores. Abusador de poder, responsable directo de la expulsión de hombres honestos que se negaban a entrar en sus prácticas corruptas, para darles sus plazas a otros como él. CubaTaxi es una agencia estatal vinculada al turismo que permite a sus trabajadores ingresos en divisas. Vive ahora en Miami, Florida.

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La salud en Cuba: fin de una mentira

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Por Luis Alberto Ramirez                        18/07/2025

La mortalidad infantil en Cuba alcanzó en el primer semestre de 2025 su nivel más alto en un cuarto de siglo: 8,2 por cada 1.000 nacidos vivos. Esta cifra marca un hito histórico en la caída de uno de los indicadores más usados por el régimen como estandarte de su supuesto «éxito» social.

Por primera vez en décadas, Cuba deja de liderar este indicador clave en América Latina. Ahora es superada por naciones más estables, democráticas y transparentes como Chile, Uruguay y Costa Rica.

Durante años, el discurso oficial repitió hasta el cansancio que Cuba era una “potencia médica”. Según ellos, su baja mortalidad infantil demostraba la superioridad del modelo socialista. Incluso se llegó a comparar con Estados Unidos, destacando que en algunos años la cifra cubana era “mejor” que la del país norteamericano. Sin embargo, este relato se derrumba hoy ante las propias cifras oficiales. Pero peor aún, ante las evidencias de manipulación sistemática de los datos.

En Cuba, donde el Estado controla toda la información y no existen instituciones independientes que auditen los datos oficiales, la estadística ha sido una herramienta de propaganda. No de transparencia. Lo que para muchos países es un reflejo de la realidad social y de sus políticas públicas, en Cuba es una cifra maquillada por conveniencia política.

La mentira como política de Estado

Un antiguo director del Hospital Pediátrico de Pinar del Río, Buenaventura Hernández, quien en su momento formó parte del sistema de salud estatal, relató que la presión del gobierno para mostrar bajas tasas de mortalidad infantil era constante e inhumana.

Según sus propias palabras, se les instruía a clasificar como «abortos» algunos casos de recién nacidos que fallecían con más de seis meses de vida. Este tipo de tergiversación no es un error aislado; es una política de Estado. Está sustentada en el miedo, el control absoluto del Partido Comunista y la impunidad de sus actos.

Durante el mandato de Fidel Castro, la realidad debía acomodarse a sus discursos. No al revés. Si el comandante aseguraba que se graduarían 20 mil médicos en un año, se hacía. Aunque muchos no supieran ni tomar un estetoscopio. (Yo tenía un amigo que decía que la medicina en Cuba era la carrera más fácil, porque los diplomas los repartían en piñatas).

Si Fidel prometía que una vaca produciría 10 litros de leche, se reportaba que daba 12, aunque no diera ni tres. En esa lógica absurda, los informes eran adaptados a la retórica revolucionaria.

Lo mismo ocurrió y sigue ocurriendo, con la mortalidad infantil, el nivel educativo, la producción agrícola y cualquier otro indicador que pueda cuestionar la imagen “gloriosa” del sistema.

El colapso del sistema de salud

La verdad, sin embargo, no puede ocultarse para siempre. Las condiciones hospitalarias se han deteriorado hasta niveles alarmantes. Faltan medicamentos básicos, incubadoras, higiene, personal motivado y recursos de todo tipo. Mientras tanto, el gobierno sigue exportando médicos como propaganda internacional, dejando a su población con servicios de salud vacíos y desbordados.

Este nuevo dato, 8,2 muertes infantiles por cada mil nacidos vivos, no solo refleja el colapso del sistema de salud cubano. También la pérdida de una de las últimas banderas que el régimen agitaba como símbolo de éxito. Y lo más grave: aún con manipulación, las cifras no logran ocultar el derrumbe.

Es hora de que la comunidad internacional, los organismos multilaterales y los propios cubanos dentro y fuera de la isla reconozcan que las estadísticas del régimen cubano nunca fueron confiables. Las conquistas sociales que se exhibieron durante décadas fueron sostenidas en gran parte por el silencio, el miedo y la distorsión de la verdad.

Hoy, el aumento en la mortalidad infantil no es solo un dato triste; es la confirmación de una gran mentira. Esta mentira durante demasiado tiempo se vendió al mundo como ejemplo, un ejemplo no a seguir, sino a creer.



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