domingo, 30 de enero de 2011

La necesidad de crear comedores populares




Escrito por Ramón Díaz Marzo


Habana Vieja, La Habana, 31 de enero de 2011,


(PD) Algunas pocas paladares (minúsculos lugares privados que expenden comida) han optado por la sabia decisión de ofertar arroz con potaje al precio de 10 pesos en moneda nacional. Pero todas las paladares han subido su precio en 5 pesos cuando el paquete de alimentos que ofrecen contiene carne.

El gobierno de los hermanos Castro debe garantizar que ningún cubano se vaya a la cama sin comer. En uno de sus últimos discursos el presidente Raúl Castro Ruz dijo que “nadie quedará desamparado”.

No pretendo desmentir semejante afirmación, pero creo que hay muchas personas que en estos precisos momentos se encuentran desamparadas.

Independientemente de los cambios que se hagan en la economía interna, debieran crearse comedores populares, no sólo para las personas de la tercera edad, sino para todos, aunque sólo ofrezcan arroz y potaje, pero garantizado desde horas tempranas de la mañana hasta altas horas de la noche. Y que el personal escogido para estos comedores populares reciba un sueldo alto para que no tengan ningún pretexto para robarse el arroz y los frijoles del pueblo.

El 31 de diciembre del 2010 vi a muchas personas que pedían limosna en la Habana Vieja. La mayoría son de la tercera edad. Una mujer negra entabló una conversación conmigo y a mitad de la conversación, mientras me contaba la historia de un hijo que no la quiere, lloró amargamente, pero su llanto lo provocaba la falta de dinero. Las personas iban y venían por las calles, algunos con un rostro animado y otros con expresión desesperada.

Desconozco con cuáles mecanismos el gobierno de los hermanos Castro iniciará los cambios anunciados, pero creo que tienen que actuar rápido y saber que la alimentación de la población, aunque sea arroz y potaje, es sagrada. Nada de papeleo, baba, discursos, reuniones de burócratas: el arroz con potaje es sagrado, y punto.

Si en el año 2011 la libreta de abastecimiento es abolida parcial o totalmente, el gobierno no puede vender una canasta básica a un precio que las personas que dependen de una pensión mínima no puedan pagar. Así que tendrán que ofrecerles a los jubilados más dinero si quieren hacer justicia social para todos.

Una persona de la tercera edad no puede ejercer la prostitución que es, para las personas más jóvenes, una fuente fuerte y segura de ingresos.

Por otro lado vemos que una gran parte de la población no posee una casa con puerta a la calle. Ya las personas que tienen una vivienda con puerta a la calle, especialmente si es en una calle principal, han convertido el portal de sus casas en un lugar donde vender algo. Puede ser comida, libros, artesanía, o cualquier otra cosa, el caso es ofrecer un producto o servicio para obtener dinero.
Me pregunto ¿cómo buscarán el dinero mínimo para vivir aquellas personas que no tienen fuertes lazos con el gobierno para ocupar las mejores plazas en los trabajos estatales?

Insisto. Hagan los cambios más convenientes, pero la necesidad de crear comedores populares para todos debe ser una prioridad básica para el gobierno. Y tiene que ser una prioridad básica el arroz con potaje y alguna que otra vianda. Nuestra isla no está ubicada en los polos congelados del planeta. Disponemos de una naturaleza benigna y la agricultura, tanto privada como estatal, tiene que garantizar el consumo alimenticio de la población.

ramon597@correodecuba.cu

Foto: Marcelo López

Cafetería de cuentapropistas

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