miércoles, 26 de febrero de 2014

Cocteles Bacardí

Aimée Cabrera
bacardiCuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Guardo un pequeño libro de "antes de..." que presenta la historia del ron Bacardí y sus más famosos cocteles. Al comienzo y, bajo el título "En sabor, destilación y añejamiento, es superior por excelencia", se explica el por qué su calidad desde 1862. Después viene un índice con las recetas Bacardí agrupadas en Cocteles, Varios, Ponches, Ponches Individuales, Pizzes y Misceláneas. Hacen un total de 43.
En el libro, para preparar estas recetas, se sugiere usar batidoras y recipientes adecuados para prepararlos y servirlos. Pero en su mayoría no se conocen en la actualidad. Las copas y vasos ya no son los que siempre se utilizan para servir estas bebidas en la Cuba actual. La forma de preparación también ha variado.
De hecho, el ron Havana Club no tiene ya la misma calidad que hace unos años. La etiqueta no es signo de perfección. Al abrir algunas botellas, se nota el poco control industrial, como sucede con los rones blancos.
La propaganda de una página del libro destaca tres banderas, las de Cuba, Estados Unidos y México, para señalar que el ron Bacardí se elaboraba en Santiago de Cuba, San Juan y Ciudad México. Había también una dirección del distribuidor, radicada en Avenida Madison, Nueva York.
Los seis productos de Bacardí en Cuba eran el Carta Oro, el Carta Blanca, el Añejo y el Bacardí "1873"; de México el Carta Oro, el Carta Blanca y el Añejo; y de Puerto Rico, el Amber Label y el Silver Label.
El origen del ron data del siglo XVII. A principios del siglo XIX ya era popular en las Islas Británicas y en Norteamérica.
Don Facundo Bacardí, fundador de la Casa Bacardí, fue quien adecuó la bebida para convertirla, en un proceso secreto, en la bebida de gran estimación universal en que se convirtió hasta el presente.
En Cuba hace más de cinco décadas que no se bebe Bacardí. Otros rones, como el Havana Club o el Mulata, entre otros, llenan los anaqueles de las licorerías que los venden en pesos o en la moneda convertible.
Las recetas del librito Bacardí no concuerdan con las estafas que ahora se sirven, donde o el cliente está "pasado de tragos" o no sabe cómo se preparan; por eso, hay quienes prefieren tomarlo solo y sin hielo para que no aparezca el agua que en ocasiones se sobrepasa.
Un Presidente Bacardí se hace con dos partes de Carta Oro o Carta Ámbar y una de vermut francés, con unas gotas de granadina. Se le añade hielo, se revuelve bien y se cuela dentro de una copa para coctel a la que se le deja caer un pedazo de cáscara de naranja. Se destaca como uno de los preferidos.
¿Y el Cuba Libre, cómo se hace? En un vaso para "highball" con hielo, se vierte un vasito de Carta De Oro o Carta Ámbar. Se llena el vaso con Coca-Cola. Se le puede poner un poco de jugo de limón, si se desea.
Ese coctel se hace en Cuba con Carta Blanca o Carta Plata, a saber si de la marca o si se vació en la botella un ron casero. El vez de Coca-Cola, refresco de cola, el que haya, todos muy dulzones. El limón va por la casa, si hay.
El Cuba Libre recibió su nombre del grito de guerra de los patriotas cubanos en las guerras de independencia. El de ahora es una mala copia en su confección. Y una ironía en el nombre.
Para tomar un buen coctel, hay que ir a un bar famoso como el del restaurante Floridita, donde Hemingway tomaba sus Daiquirís o el de la Bodeguita del Medio, famoso por sus Mojitos. Los precios de ambos son inimaginables para quienes no pueden entrar a estos sitios de lujo, llenos de turistas que pueden ser engañados.
Este recetario Bacardí queda para la historia del ron en Cuba, con la esperanza de que quienes viven aquí puedan degustarlo algún día en todas sus variantes de fina coctelería dentro de las debidas copas y vasos, junto al revolvedor, que por la parte que va dentro del vaso muestra una botella con su rótulo y por la parte que sobresale tiene al famoso murciélago que ha dejado mal parada a La Giraldilla.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es

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