miércoles, 26 de febrero de 2014

Cabaret bares y cantinas de ayer

Jorge Luis González Suárez
bar1Cuba Actualidad, Plaza, La Habana (PD) Apelo a la memoria para recordar los cabarets, bares y cantinas del ayer. Se encontraban por doquier en La Habana.
Las cantinas fueron los espacios más populares visitados en su mayoría por hombres. Aquí se tomaban los tragos de la bebida preferida y se hacían buenas tertulias, donde se conversaba de temas diversos y eran centro de reunión de amigos del barrio.
Toda bodega contaba con un sitio de estos. Se ubicaban en una esquina del mostrador, a la cual se le denominaba barra. Allí se practicaba el juego de cubilete a diario. El perdedor tenía que pagar una ronda de tragos a los restantes jugadores. El dueño, que a su vez era el dependiente en muchas ocasiones, brindaba pequeños saladitos para embullar a sus clientes a permanecer en el establecimiento. La ganancia de este negocio era la bebida que se consumía.
Estos lugares no siempre contaban con buen prestigio. Aquellos bebedores consuetudinarios creaban discusiones y peleas. Algunas veces la trifulca terminaba en un hecho lamentable. Las mujeres, por lo general, evitaban asistir a ellos, excepto las llamadas de "mala vida". Los menores, por la ley, no podían concurrir ni permanecer cerca de estos puntos.
Alrededor de la cantina, en un extremo, se hallaba casi siempre una victrola. Mientras los parroquianos consumían sus tragos, escuchaban música. Cada persona ponía sus canciones e intérpretes preferidos. Estas máquinas automáticas llenas de luces de colores poseían hasta 200 discos de 45 rpm. Costaba un nickel (moneda de 5 centavos) cada melodía. Se podía marcar todas las piezas de forma consecutiva. Había quienes marcaban la misma varias veces.
Los bares eran otra categoría de lugares donde solamente se vendía bebidas alcohólicas. Eran casi siempre locales cerrados con luz indirecta. Allí iban con preferencia parejas de enamorados, que podían gozar de intimidad para conversar. Hombres de negocios y amigos también se reunían en ellos. La reputación del local y su imagen le confería el prestigio entre sus asistentes. Aquellos sitios más elegantes se denominaban night- clubs.
Hubo algunos espacios muy famosos como "La Bodeguita del Medio" y "El Floridita", a donde acudía Ernest Hemingway, con su barman Constantino. Y el recién restaurado "Sloppy Joe" que era visitado por personalidades y artistas de todo el mundo. La colección de fotografías que existía, pegadas a sus columnas y firmadas por aquellas personalidades, era muy valiosa. Estas se perdieron cuando se clausuró el local.
Los cabarets eran los sitios donde se brindaban shows en vivo. Sus espectáculos se componían de cantantes acompañados por grupos musicales, compañías de ballet y otras atracciones artísticas. La oferta de bebidas casi siempre se acompañaba de comidas completas o ligeras. La variedad de licores dependía del lugar. Se asistía por lo general a estos centros en compañía de cónyuges, familiares y amistades.
bar2La sala de fiestas más famosa de Cuba ha sido siempre Tropicana. Fundada en 1939 por Martin Fox, se le conoce además por el lema de "Un paraíso bajo las estrellas". El principal coreógrafo fue Roderico Neryra (Rodney). Su principal característica es que está al aire libre dentro de una zona boscosa. Han transitado por allí numerosas figuras internacionales y cubanas como: Nat King Cole, Libertad Lamarque, Elena Burke, y muchos más.
Otros locales de gran renombre fueron el Sans Souci y el Montmatre, ambos desaparecidos.
Los grandes hoteles aun cuentan con recintos como éstos. Se destacan el Salón Rojo del Capri, el Parisién y los situados en el Habana Libre, Riviera y Meliá Cohiba. Estos puntos son casi de exclusividad para el turismo por sus altísimos costos en divisa.
La Revolución, en sus inicios, borró estos espacios del mapa por considerarlos modelos de la cultura burguesa, además de zonas propias para la tolerancia y la delincuencia. Hoy se han rescatado unos cuantos, pero difieren de aquellos que convertían la ciudad en un mundo multicolor nocturno por sus figuras y encanto peculiar. ¿Volverán a existir? Esperemos que así sea.
Para Cuba Actualidad: jorgelibrero2012@gmail.com

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