Un día como hoy, marzo 10, en nuestra lucha contra el comunismo.
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.
Comparta estas efemérides. Gracias.
PROHIBIDO OLVIDAR.
1952
Inexplicablemente se altera el ritmo constitucional de Cuba al producirse el Golpe de Estado de Fulgencio Batista. Tres regimientos (Matanzas, Santa Clara y Santiago de Cuba) no aceptan el golpe, un grupo de estudiantes se dirigen a Palacio para apoyar al presidente Carlos Prío, pero este decide no actuar. El régimen de facto deroga la Constitución de 1940 y emite unos Estatutos.
1959
Los hermanos Jacinto y Manuel Martínez Conill son fusilados en el Regimiento Rius Rivera de Pinar del Río.Jacinto era militar de carrera y había estado estacionado en Puerto Esperanza, al norte de la provincia de Pinar del Río.Manuel se había incorporado a la policía apenas dos meses antes del triunfo revolucionario. Ambos fueron ejecutados luego de un juicio sumario. La familia se sorprendió cuando los dos ataúdes fueron entregados en su casa sin previo aviso. No se les permitió abrir los ataúdes, que permanecieron vigilados durante el velatorio domiciliario. Cuando solicitaron un certificado de defunción, la causa de la muerte apareció como "desconocida".
(Información tomada de Archivo Cuba)
1960
El capitán de la Marina de Guerra Revolucionaria Felipe Vidal Santiago envió su renuncia al ministro de Estado cubano, de su cargo de Agregado Naval de Cuba en la Embajada de Venezuela. En una declaración publicada en los periódicos de Colombia, el capitán manifestó que "tomaba esa determinación convencida de que Fidel Castro es un dirigente comunista que ha traicionado la revolución cubana"
*****
Miembros del clandestinaje incendian la colonia cañera La Verbena, en la zona de San Cristóbal, Pinar del Río.
1961
Anastasio Rojas Eira "Tasito" es fusilado en La Cabaña. "Tasito", era propietario de camiones para transportar combustibles. El día 24 de febrero de 1961 fue detenido junto a Ricardo Vázquez Pérez en Juan Delgado y Lacret, Santo Suarez, La Habana por los miembros de la Seguridad del Estado de Santa Clara (Juan García Beltrán "El Curita", su hermano y Cosío) cuando el carro de estos se interpuso en su camino y le rompió la dirección. Ricardito con 17 años asumió la responsabilidad y argumentó la inocencia de Anastasio. Fueron llevados a juicio en la Causa 96/1961, LH. el 09 de febrero. Ricardito fue condenado a 30 años de prisión política y a "Tasito" lo fusilaron en la madrugada del 10 de marzo de 1961. Fue acusado de sabotear la refinería de petróleo Belot en Regla, La Habana y por posesión de explosivos. Vázquez testificó en el juicio que los explosivos eran suyos pero el tribunal no lo tomó en cuenta.
[Source: Email of Israel Abreu, 10/11/2012. Written testimony of Ricardo Vazquez-Pérez, / Archivo Cuba]
*****
Reinaldo López Esquivel líder guerrillero ejecutado por fusilamiento. Fue asistente de Fernando Valle Galindo, director militar del grupo de oposición Movimiento 30 de Noviembre, quien dirigió el levantamiento guerrillero en Campechuela.
[Source: New York Times, 4 October 1961, p. 16, column 6. / Archivo Cuba]
*****
Raimundo Emeterio López Silvero ex oficial del Ejército Rebelde de Castro ejecutado por un delito que no cometió. En 1961 López Silvero se había unido al grupo de resistencia clandestina anticastrista "Movimiento 30 de Noviembre" y fue visto por su primo, un miembro de las milicias de Castro, cuando estaba escondiendo armas y municiones. Temiendo ser denunciado a las autoridades, López-Silvero disparó e hirió a su primo. Fue arrestado y llevado a juicio, el fiscal exigió la pena de muerte por el "asesinato" de su primo sobreviviente. López Silvero y su abogado protestaron que el primo estaba vivo y, de no ser así, que presentaran el cuerpo del "fallecido" como prueba (es decir, la regla de prueba del "corpus delicti" en el derecho penal). Por supuesto, no había ningún cadáver. Aún así, el Tribunal Revolucionario declaró culpable a López Silvero de los cargos. Fue acusado de poner en peligro la estabilidad y la seguridad del estado y condenado a muerte por un delito que no cometió. Más tarde, su cuerpo fue arrojado a la profunda trinchera de Bartlett en el Mar Caribe al sur de Santiago de Cuba.
[Source: Fraginals, 1998. Beruvides, 1993, p. 137. Clark, 1990, p. 155. Directorio Revolucionario Estudiantil, 1965, p. 25 / Archivo Cuba]
*****
Murió el miliciano Raúl Silvio Vega, al ser ametrallado desde un automóvil cuando este paseaba por la Vía Blanca.
1964
Ángel Linares Drake es fusilado en La Cabaña.
*****
Tomás Bravo y Ramón Mesa Medinilla quienes estaban alzados en armas en el Escambray son fusilados en el Condado, Trinidad, LV.
*****
Roberto Hernández es fusilado en el Central Araujo de Matanzas.
1965
Roberto Fernández Cobo es acusado de espiar para la CIA y es fusilado en La Cabaña.
[Source: Written testimony of sister, Caridad León, Memorial Cubano 2005. The New York Times, 12 August 1965, p. 12, column 6. / Archivo Cuba]
2022
Fallece en Miami, Higinio “Nino” Díaz Ane. En la lucha contra la dictadura de Batista alcanzó el grado de comandante en la Sierra Maestra. Fue uno de los fundadores del MRR junto a Rogelio González Corso y Manuel Artime.
En julio de 1960 junto a Ricardo Lorié y Michel Yabur se separaron y fundaron el MRRC.
Cuando la Invasión de Bahía Cochinos fue jefe del Batallón Especial de la Brigada (Operación Marte) que recibió entrenamiento en la Base Beauregard de Lousiana con el objetivo de realizar una misión de distracción en las costas de Oriente la cual fue abortada y redirigida a la Base de Vieques en Puerto Rico donde permanecieron por varios días virtualmente incomunicados.
Escribió el libro “Memorias de un combatiente”.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
TESTIGO DEL SACRIFICIO, (HACE 62 AÑOS).
Por Tomás Fernández-Travieso
Por Tomás Fernández-Travieso
El sol se ponía cuando salimos del juicio. Luis Fernández-Caubí fue el único abogado que se atrevió a defender nuestra causa. El juicio demoró sólo 20 minutos; lo interrumpió varias veces el ruido de los tanques de guerra destacados en La Cabaña corriendo hacia Playa Girón: era el 17 de abril de 1961.
Cuando iban a fusilar, dejaban solamente en capilla a los condenados a muerte. El único que sabíamos que ya estaba allí era Carlos Rodríguez Cabo. A su compañero de causa, Efrén Rodríguez López, le pidieron 30 años. Lo habíamos dejado en la galera y cuando vino a despedirse de nosotros, muy apenado, dijo: “Miren, perdonen que les pida esto, pero seguro que ustedes no regresan. Salúdenme a Carlitos allá”. No pudo seguir hablando. Nos abrazó llorando.
Caminando esposados cruzamos el puente levadizo. Abajo, en el foso, un palo solitario se alzaba delante de unos sacos de arena. Virgilio Campanería Angel y yo íbamos esposados juntos. Alberto Tapia Ruano venía solo.
Al llegar a la prisión, desde el patio al otro lado del rastrillo, muchos compañeros nos saludaron en silencio. Nos pasaron a través de una galera donde dormían los guardias, hasta llegar a la capilla (galera interior dividida en cuatro celdas con un pasillo central).
Continuamos caminando por un largo pasillo. Cuatro guardias nos escoltaban. Atravesamos tres rejas con gruesos candados. Al entrar en la capilla, desde una de las celdas, la voz de Efrén, fuerte y decidida nos saludó: “Parece que me quieren tronar (fusilar) también. Me elevaron la condena de 30 a paredón. Además, Carlitos estaba muy solo y no podía abandonarlo”, agregó riendo Efrén. Compartimos la información que teníamos del desembarco por Playa Girón que apoyaría el movimiento clandestino. Efrén y Carlitos eran de Rescate Revolucionario; Virgilio, Alberto y yo del Directorio Revolucionario Estudiantil. Nos metieron en una celda iluminada por una lámpara de luz fría con dos literas sin colchón y un hueco en el piso que servía de inodoro.
Al poco rato trajeron a Lázaro Reyes Benítez y a Filiberto Rodríguez Ravelo, ambos de Güines. Filiberto se había ganado el apoyo de “el marciano” ya que desde que llegó a La Cabaña insistía en que él era un extraterrestre y que estaba en contacto permanente con los marcianos.
Después llegó José Calderín, quien junto a Lázaro y a Filiberto fueron a otra celda. Por último, Carlos Calvo Martínez; al igual que Virgilio y Tapita tenía 21 años. Lo acusaron de poner la bomba de El Encanto. Lo metieron en nuestra celda.
Ya estábamos todos. Un guardia trajo las sentencias. A mí me conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión “porque esta gente no va a fusilar a un menor de edad”, me explicaron todos. Ya no pude seguir compartiendo los cantos y los chistes de los demás. Me convertí en el depositario de sus recuerdos, el enlace con la vida. Yo sería el testigo de su sacrificio.
Cuando iban a fusilar, dejaban solamente en capilla a los condenados a muerte. El único que sabíamos que ya estaba allí era Carlos Rodríguez Cabo. A su compañero de causa, Efrén Rodríguez López, le pidieron 30 años. Lo habíamos dejado en la galera y cuando vino a despedirse de nosotros, muy apenado, dijo: “Miren, perdonen que les pida esto, pero seguro que ustedes no regresan. Salúdenme a Carlitos allá”. No pudo seguir hablando. Nos abrazó llorando.
Caminando esposados cruzamos el puente levadizo. Abajo, en el foso, un palo solitario se alzaba delante de unos sacos de arena. Virgilio Campanería Angel y yo íbamos esposados juntos. Alberto Tapia Ruano venía solo.
Al llegar a la prisión, desde el patio al otro lado del rastrillo, muchos compañeros nos saludaron en silencio. Nos pasaron a través de una galera donde dormían los guardias, hasta llegar a la capilla (galera interior dividida en cuatro celdas con un pasillo central).
Continuamos caminando por un largo pasillo. Cuatro guardias nos escoltaban. Atravesamos tres rejas con gruesos candados. Al entrar en la capilla, desde una de las celdas, la voz de Efrén, fuerte y decidida nos saludó: “Parece que me quieren tronar (fusilar) también. Me elevaron la condena de 30 a paredón. Además, Carlitos estaba muy solo y no podía abandonarlo”, agregó riendo Efrén. Compartimos la información que teníamos del desembarco por Playa Girón que apoyaría el movimiento clandestino. Efrén y Carlitos eran de Rescate Revolucionario; Virgilio, Alberto y yo del Directorio Revolucionario Estudiantil. Nos metieron en una celda iluminada por una lámpara de luz fría con dos literas sin colchón y un hueco en el piso que servía de inodoro.
Al poco rato trajeron a Lázaro Reyes Benítez y a Filiberto Rodríguez Ravelo, ambos de Güines. Filiberto se había ganado el apoyo de “el marciano” ya que desde que llegó a La Cabaña insistía en que él era un extraterrestre y que estaba en contacto permanente con los marcianos.
Después llegó José Calderín, quien junto a Lázaro y a Filiberto fueron a otra celda. Por último, Carlos Calvo Martínez; al igual que Virgilio y Tapita tenía 21 años. Lo acusaron de poner la bomba de El Encanto. Lo metieron en nuestra celda.
Ya estábamos todos. Un guardia trajo las sentencias. A mí me conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión “porque esta gente no va a fusilar a un menor de edad”, me explicaron todos. Ya no pude seguir compartiendo los cantos y los chistes de los demás. Me convertí en el depositario de sus recuerdos, el enlace con la vida. Yo sería el testigo de su sacrificio.
Pasaron horas. No sé, ahí no existe el tiempo. Rezamos el rosario, todos teníamos rosarios.
Por fin las tres cerraduras crujieron y pasos de botas resonaron en la capilla. El sargento Moreno llamó el primer nombre: “Carlos Rodríguez Cabo”. “Presente”, gritó con voz firme. Dos guardias con fusiles lo escoltaron hasta la puerta de nuestra celda. Nos abrazamos a través de los barrotes. Me encomendó a su hija, le dejaba su sortija y dijo: “ánimo, que tengas suerte”.
Al rato el sonido de los fusiles FAL llenó la capilla, seguido de un tiro de pistola. “El sargento Moreno es el que da los tiros de gracia”, me habían dicho.
Las tres cerraduras se abrieron otra vez, ahora para Efrén. Respondio: “Presente”.Me abrazó entre las rejas, le dejaba su fosforera a la esposa
Los FAL sonaron cerca, seguidos de un tiro de gracia.
El tercero fue Virgilio. En el último abrazo me dijo: “Tommy, voy a gritar un Viva Cristo Rey, Viva Cuba Libre, Viva el Directorio, que le va a traquetear los cojones. Alberto (Tapita) se abrazó a mí: “Ojalá que yo vaya después”. Abrazados escuchamos a Virgilio cumpliendo su promesa, sonaron los FAL y después tres tiros de gracia.
“Alberto Tapia Ruano”, llamó Moreno. “La Virgencita me oyó”, dijo Tapita con alegría. Salió rápido.
Quedamos Carlos Calvo y yo en la celda.
“¿Crees que Tapita contó los tiros de gracia de Virgilio?... Fueron tres. De todas maneras, él lo va a ver en el suelo, no hay tiempo de quitar los cuerpos entre uno y otro…”, dijo.
El cuarto fue Filiberto, quien, reconociendo su broma, me confesó: “Ya ni los marcianos pueden salvarme del trueno (paredón)”. Salió cantando el Himno Nacional. Le dieron dos tiros de gracia.
“Lázaro Reyes Benítez”. “Presente”. Me abrazó y salió. “José Calderín”. “Presente”. El penúltimo abrazo y salió.
Carlitos Calvo fue el último. Ya yo conocía toda su vida. Antes de que abrieran las rejas, me pidió: “Cuenta mis tiros de gracia y me lo dices allá arriba”.
Fueron ocho en La Cabaña, hace 62 años.
TOMÁS FERNÁNDEZ-TRAVIESO, ex miembro del Directorio Revolucionario Estudiantil, fue condenado a 30 años de prisión por el régimen castro-stalinista de Cuba. La publicación en Miami de su obra teatral “Prometeo Desencadenado” le ocasionó una condena adicional. Cumplió 19 años de prisión. Actualmente reside en Miami. Recién publicó la novela, “El Silencio del Ayer”.
Por fin las tres cerraduras crujieron y pasos de botas resonaron en la capilla. El sargento Moreno llamó el primer nombre: “Carlos Rodríguez Cabo”. “Presente”, gritó con voz firme. Dos guardias con fusiles lo escoltaron hasta la puerta de nuestra celda. Nos abrazamos a través de los barrotes. Me encomendó a su hija, le dejaba su sortija y dijo: “ánimo, que tengas suerte”.
Al rato el sonido de los fusiles FAL llenó la capilla, seguido de un tiro de pistola. “El sargento Moreno es el que da los tiros de gracia”, me habían dicho.
Las tres cerraduras se abrieron otra vez, ahora para Efrén. Respondio: “Presente”.Me abrazó entre las rejas, le dejaba su fosforera a la esposa
Los FAL sonaron cerca, seguidos de un tiro de gracia.
El tercero fue Virgilio. En el último abrazo me dijo: “Tommy, voy a gritar un Viva Cristo Rey, Viva Cuba Libre, Viva el Directorio, que le va a traquetear los cojones. Alberto (Tapita) se abrazó a mí: “Ojalá que yo vaya después”. Abrazados escuchamos a Virgilio cumpliendo su promesa, sonaron los FAL y después tres tiros de gracia.
“Alberto Tapia Ruano”, llamó Moreno. “La Virgencita me oyó”, dijo Tapita con alegría. Salió rápido.
Quedamos Carlos Calvo y yo en la celda.
“¿Crees que Tapita contó los tiros de gracia de Virgilio?... Fueron tres. De todas maneras, él lo va a ver en el suelo, no hay tiempo de quitar los cuerpos entre uno y otro…”, dijo.
El cuarto fue Filiberto, quien, reconociendo su broma, me confesó: “Ya ni los marcianos pueden salvarme del trueno (paredón)”. Salió cantando el Himno Nacional. Le dieron dos tiros de gracia.
“Lázaro Reyes Benítez”. “Presente”. Me abrazó y salió. “José Calderín”. “Presente”. El penúltimo abrazo y salió.
Carlitos Calvo fue el último. Ya yo conocía toda su vida. Antes de que abrieran las rejas, me pidió: “Cuenta mis tiros de gracia y me lo dices allá arriba”.
Fueron ocho en La Cabaña, hace 62 años.
TOMÁS FERNÁNDEZ-TRAVIESO, ex miembro del Directorio Revolucionario Estudiantil, fue condenado a 30 años de prisión por el régimen castro-stalinista de Cuba. La publicación en Miami de su obra teatral “Prometeo Desencadenado” le ocasionó una condena adicional. Cumplió 19 años de prisión. Actualmente reside en Miami. Recién publicó la novela, “El Silencio del Ayer”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario