lunes, 31 de enero de 2022

Si no pueden ver el plan de Dios no pierdan la fe.

Patriotas
Si no pueden ver el plan de Dios no pierdan la fe.
Todo lo que ha estado pasando en 2021 era necesario para que los norteamericanos abrieran los ojos y comprendieran la malignidad de la izquierda radical de los democratas, que hasta ahora se han enriquecido a expensa de los contribuyentes. 
Los traidores estan descubiertos y pagaran por su traicion. Se creian intocables, pero la realidad es otra. Su juego sucio esta llegando a su fin.
No se pierdan este video subido por Monica Calle.

A proposito, los camioneros canadienzes secundados por camioneros norteamericanos estan dando al traste con el autoritarismo de Trudeau, el cual ha salido huyendo como buen cobarde que es.
Segun fuentes noticiosas alternas, los camioneros despues de cumplir su mision en Canada van a realizar una caravana hacia Washington para pedir la renuncia de Biden y sus compinches.
Tengo un deseo secreto y se los voy a confesar: My mayor alegria seria que EEUU y Canada se fundieran en una sola Nacion. Unidos seriamos invencibles.
Saludos

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Menores en Prisión



Menores en Prisión 

La dictadura totalitaria castrista demuestra una vez más que nunca ha tenido reparos en encarcelar a menores de edad como reafirma un informe de la Fiscalía General de la República publicado el pasado martes, que señala que como consecuencia de las protestas ocurridas el 11 de julio del año 2021 se han procesadas 790 personas, entre ellas 55 menores de edad. 

Las dictaduras son por naturaleza criminales, pero el régimen de La Habana en su supuesta transparencia muestra un cinismo solo comparable al de los nazis en el campo de exterminio de Auschwitz, con aquel fatídico letrero que decía, “El Trabajo os hará libres”. Los funcionarios de estos regímenes procesan personas, menores de edad incluidos, por participar en protestas pacíficas, nada comparado con la lucha armada y actos terroristas a los que recurrió Fidel Castro con su Movimiento 26 de Julio. 

Castro atacó un cuartel con decenas de muertos de ambos bandos. La sentencia que le impusieron fue de 15 años, de los cuales solo estuvo 22 meses en una celda tipo resort. Durante años asolaron la sociedad con acciones terroristas, hasta implementaron una consigna Cero-3- C, para que la ciudadanía no saliera de sus casas, hasta imponer su mandato a sangre y fuego, sellándolo con paredón y cárcel hasta el presente. 

Las condenas que el castrismo impone a la oposición son sumamente crueles. Sus espureos jueces condenan por convicción, recordemos las sentencias dictadas contra educadores, periodistas y bibliotecarios de la Primavera Negra, 2003. 

El abuso del castrismo contra los menores ha sido una constante desde el mismo año 1959. En un libro de reciente publicación titulado “Reafirmación Democrática” de Francisco “Paco” Talavera y de quien escribe esta columna, aparecen testimonios de menores de edad, entre ellos, José A. García Vera y Oscarito Pla, quienes estuvieron encarcelados en La Cabaña, San Severino, y otras prisiones de la tiranía padeciendo las mismas crueldades que los mayores como pueden atestiguar, entre otros,  Juan Oscar Sánchez, Robertico Núñez, Joseito Estrada y el inolvidable Héctor Yera, que con solo 18 años sufrió los espantos del campo de concentración de El Condado.  

El castrismo encarcela y es capaz de matar o desaparecer menores de edad como fue el caso del adolescente Andy de Graux Villafaña, guerrillero del Escambray herido en combate, desaparecido en un hospital de la ciudad de Cienfuegos en septiembre de 1962 como testimonia su hermana Mary de Graux. La insensibilidad del totalitarismo no conoce límites como evidencia un reciente comunicado del Centro para una Cuba Libre que certifica el fusilamiento el 12 de abril de 1964, de dos menores de 16 años, Julio García y Rubén Acosta, en la ciudad de Calimete, Matanzas, acusados de quemar campos de caña de azúcar.  

 

El régimen nunca ha considerado la edad ni la madurez física o mental de quienes cree sus enemigos, por eso el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, radicado en Madrid, denuncio ante el Grupo de Trabajo sobre Detencion Arbitraria de Naciones Unidas la condena a 23 años de cárcel de Wainier Luis Aguilar Rivera por participar en las protestas pacíficas del pasado 11 de julio. El sancionado sufre de incapacidad intelectual, lo que esta certificado por un equipo medico forense del régimen que lo considero no apto para sumir obligaciones naturales o cotidianas.   

 

Por su parte la colega de Radio Martí, Ivette Pacheco, nos recuerda que el joven en prision Jonathan Torres Farrat, cumplió los 17 años el mismo día de las protestas del 11 de julio y Tomas Cardoso reseña en otro trabajo, que Nelson Néstor Rivero Garzón y Emiyoslán Román Rodríguez, de 17 años de edad, y Yensy Jorge Machado González, de 18 años, fueron sentenciados a siete años de cárcel después de peticiones fiscales de 15 o 20 años de prisión.  

Después de este apretado recuento de horrores y terrores es difícil entender a las instituciones y personas que en vez de condenar estos regímenes los siguen defendiendo. Los abusos que se producen en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y hasta en una gran potencia como la República Popular China, una especie de mentor para tiranos, no tienen fundamento alguno.  

Las tiranías deben ser aisladas, sometidas a un cordón sanitario para que no cuenten con recursos para seguir sometiendo a sus ciudadanos.  

 

 

 

 

 

 



Pedro Corzo
Periodista
(305) 498-1714


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sábado, 29 de enero de 2022

LOS PROCESOS DE LA HABANA

LOS PROCESOS DE LA HABANA


A partir de la protesta popular masiva del 11 de julio de 2021, que se extendió por todo el territorio de la isla, el régimen castrista ha escenificado una serie igualmente masiva de “juicios” para escarmentar a la población, con sentencias ejemplarizantes, de manera que eventos como aquellos no vuelvan a repetirse, a despecho de la vigilancia revolucionaria que tampoco podrá permitirse ni un instante de reposo.

Los juicios espectaculares han acompañado a la sedicente revolución desde su inicio en enero de 1959, a pocas semanas de su entrada en La Habana Castro inauguró el nuevo régimen con procesos tumultuarios celebrados en el Palacio de los Deportes, condenando al paredón a sus víctimas en medio de un cúmulo de irregularidades procesales y la algarabía del populacho.

De inmediato produjo conmoción el juicio de los aviadores en Santiago de Cuba entre febrero y marzo, en que 43 pilotos de la Fuerza Aérea fueron absueltos en un Tribunal Revolucionario por no demostrarse ningún crimen; pero Castro rechazó esa sentencia y ordenó un nuevo juicio en que se les condenó a penas de hasta 30 años sin fundamento alguno y sin ajustarse a lo alegado y probado en primera instancia.

Este juicio estuvo plagado de peripecias que sería muy arduo relatar en detalle, pero baste mencionar que el Tribunal de Revisión fue presidido por el inefable Manuel “Barbarroja” Piñeiro; que el juez de primera instancia, Félix Pena, apareció “suicidado” en su vehículo con un tiro en el  pecho y que gracias a la intercesión ante Fidel Castro del arzobispo de Santiago, Enrique Pérez Serantes, se convino excluir las sentencias a muerte.

No fue este el caso de la llamada Causa Número 1 de 1989, por la que se fusiló al héroe de la revolución, general Arnaldo Ochoa, al coronel Tony De La Guardia y otros procesados menos ilustres, después de un largo mes de seguir el proceso por televisión como si fuera una telenovela, que Castro escrutaba por circuito cerrado escudriñando cada detalle con morbosa fruición, desde el 12 de junio hasta su dramático final el 13 de julio, en que lacónicamente masculló respecto a Ochoa: “Murió como un hombre”.

Otro espectáculo judicial fue la Primavera Negra, entre marzo y abril de 2003, en que se procesó sumariamente al Grupo de los 75, intelectuales, periodistas, disidentes en general, bajo el imperio del artículo 91 del Código Penal y la Ley 88, conocida como Ley Mordaza, condenados a penas de hasta 27 años de prisión con el denominador común de no haber cometido delito alguno. Luego de una década de penalidad, la mayoría fue cambiando la prisión por el extrañamiento del territorio nacional, recurso que, por cierto, se prohíbe en el artículo 50 de la Constitución de Venezuela.

Ahora los juicios son a puerta cerrada, sin público ni cámaras de televisión, pero con ciertas peculiaridades inauditas, como la detención, tortura y procesamiento de niños, algunos de ellos con necesidades especiales, que reciben condenas muy superiores a la edad que tienen; arrestos de familias completas, padres e hijos, hermanos, colaterales, incluso los amigos de los procesados son perseguidos, coaccionados y amenazados por la seguridad del Estado, la acción penal irradia a todo el círculo familiar y social de los imputados y ante el desbordamiento de los tribunales se recurre a juicios colectivos.

La actuación del régimen castrista contra la población es un verdadero desafío más que para la comunidad internacional y sus instituciones, para la conciencia misma de la humanidad, en virtud de que viola flagrantemente los principios fundamentales en que se basan los tratados internacionales sobre derechos humanos que son de jurisdicción universal.

Generalmente se acepta que un ordenamiento jurídico sólo puede admitir la coacción como reacción contra un hecho ilícito, de allí la importancia de la concepción misma del delito, como una acción previamente tipificada, antijurídica y culpable. Lo antijurídico comprende un aspecto objetivo y otro subjetivo, acción e intención, hecho dañoso y a propósito.

Todos esos casos que proliferan en Cuba de “peligrosidad predelictiva” son un exabrupto jurídico, porque no se puede condenar sobre suposiciones sino sobre hechos; así como no pueden ser delitos acciones inocuas que no perjudican a nadie en particular ni a la sociedad.

Los comunistas reivindican en todas partes un supuesto derecho a la “protesta social”, salvo en Cuba, donde cualquier manifestación se considera un acto de “sedición”, con el argumento de que “la calle es de los revolucionarios”. O sea, las únicas manifestaciones permitidas son las de apoyo al régimen castrista y ninguna otra, lo que es otra violación al principio universalmente aceptado de igualdad ante la ley.

El delito de sedición consiste en una revuelta concertada, que en muchos ordenamientos jurídicos se confunde con la rebelión, sobre todo cuando involucra personal militar, ambos son delitos contra el orden público constitucional. Sedición presupone conjura, secreta confabulación.  Irónicamente la revolución, como el golpe de Estado, son ejemplos típicos ilustrativos de este delito. 

Ahora bien, cualquier manifestación pública no constituye un acto de sedición, tanto menos cuando es espontánea, no convocada por nadie, sino consecuencia de una situación general de descontento, por diversas razones que están a la vista, no necesitan demostración porque son conocidas por todos y en ningún caso son producto de una imaginaria conspiración.

Otra violación consiste en el carácter regresivo del sistema penal castrista tendente a empeorar la situación del reo, contrario a la progresividad del sistema penal universal que se rige por el principio “pro reo”, por ejemplo, entre penas posibles debe elegirse siempre la menos gravosa. En Cuba se imponen multas por faltas que no ameritan privación de libertad, pero luego, por “impago de multas”, mandan a la gente a prisión. No es irrelevante el hecho de que este abusivo mecanismo se use exclusivamente contra disidentes políticos.

Aymara Nieto Muñoz es una presa política de larga data a quien le han agravado la pena acusándola de un motín en el que no participó ni podía participar porque se encontraba en otra área del penal, en la lavandería, lejos del lugar de los hechos; por lo que la confinan a Las Tunas, a 600 km de su domicilio, contrariando todas las reglas Mandela, que Cuba ha suscrito. El problema es su actitud irreductible, por lo que la aíslan meses en celda de castigo. Hasta que sintiéndose amenazada por otras reclusas solicitó que la mandaran allí por razones de seguridad personal, entonces, no la vuelven a poner en celda de castigo.

El caso de Aymara Nieto Muñoz, Dama de Blanco, miembro de UNPACU, basta para un informe de la ONU, si tuvieran algún interés en hacerlo. Su esposo, Ismael Boris Reñí es acosado por la seguridad del Estado, que hasta les roban la ropa que ponen en el tendedero. Tienen tres hijas y dos nietas. Las niñas sufren actos de repudio en la escuela, por ser hijas de contrarrevolucionarios; pero no las pueden retirar, porque eso también es penalizado. De hecho, los pastores evangélicos Ramón Rigal y Ayda Expósito fueron encarcelados por tratar de educar a sus hijos en casa y evitar el adoctrinamiento comunista, otro “delito”.

Cubanos honrados que dicen lo que piensan, van a prisión: Carlos Manuel Pupo Rodríguez, promotor del Proyecto Emilia y dirigente del Partido Unión por Cuba Libre ha pasado por seis prisiones; Silverio Portal Contreras, un negro de ébano que irradia dignidad, es la imagen misma de la inocencia; la familia de Andy García Lorenzo es un modelo de la que cualquiera se sentiría orgulloso; es imposible siquiera mencionar a más de mil casos.

Los castristas ya perdieron la batalla moral con el pueblo cubano, a falta de toda razón, sólo les quedan mentiras y terror.

Como suele ocurrir en la Historia, ellos mismos formaron a quienes van a derrocarlos.


Luis Marín

27-01-22

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Free Cuba Now!

To promote a peaceful transition to a Cuba that respects human rights
and political and economic freedoms

 

Extrajudicial killings continue in Cuba. Cuban workers in semi-slave conditions exploited by Castro regime & Western corps. Regime admits to 710 on trial.

Today is the 169th anniversary of the birth of José Martí, Luis Manuel Otero Alcántara, one of the leaders of the San Isidro Movement, is on day 10 of a hunger and thirst strike protesting his unjust imprisonment in Cuba. Hundreds of sons and daughters of Cuba are being subjected to political show trials for expressing themselves, peacefully assembling, and/or reporting on what happened during the protests of mid-July 2021.

Extrajudicial killings continue in Cuba, and the dictatorship does all it can to cover up these crimes, but some information not usually reported on, was published in The Washington Post with links to substantiate them January 27, 2022.

Cuban President Miguel Díaz-Canel appeared on state television after the 11J protests started on July 11, stating, “The order of combat is given, revolutionaries take to the streets.” This directive incited government security forces to commit violence against civilians. They shot and killed unarmed demonstrators.

Authorities recognized one death in these protests. Diubis Laurencio Tejeda was a 36-year-old singer who was shot in the back by the National Revolutionary Police (PNR) in Havana on July 12. There are others, but they have not been officially recognized.

Christian Díaz, age 24, disappeared after joining the protests. Relatives on July 12 reported him missing to the PNR in Cárdenas. Police told his father that Christian was jailed in Matanzas. On Aug. 5, officials informed his family he’d drowned in the sea and was buried in a mass grave. His family is convinced he was beaten to death.

This isn’t the first time Havana has covered up state murders. The 2012 killings of Cuban dissident leaders Oswaldo Payá and Harold Cepero by security forces are two high-profile examples.

Diubis Laurencio Tejeda (age 36) and Christian Díaz (age 24) killed by Castro regime.

Euronews on the same day reported on the exploitation of Cuban workers by the Castro regime citing that "human rights organisations and MEPs have claimed that European companies are using Cuban workers in conditions of semi-slavery." European Parliament vice-president, Dita Charanzova, called on Europe to uphold its human rights standards.

“The European Union has a framework agreement with Cuba and it was actually the European Parliament that had a condition during the ratification process of this agreement, which was a strong Human Rights clause," Charanzova told Euronews. "I think it is really now the time to properly implement and enforce this agreement. And I think that these cases demonstrate the urgency for the European Union to have a ban on forced labor.” The income international Cuban missions generate is the main source of revenue for the Cuban Government abroad since at least 2005.

Reuters reported on information released by the Castro regime regarding the hundreds of show trials taking place. The official claim is that 710 Cubans have been charged, but there is no way to independently verify the information through official channels.  The data provided by the prosecutor's office cannot be trusted. This leaves human rights defenders having to reach out  to families of the detained, who are threatened by the secret police. This is a difficult and necessary process to obtain at least partial numbers.

The Cuban prosecutor's office said Tuesday [ January 25] it had thus far charged 710 people with crimes including vandalism, assault against people or property, and "grave public disorder."Human rights groups, the U.S. government and the European Union have slammed the trials of the protesters, saying they lack transparency and that long jail sentences were disproportionate with the crimes committed.

Transparency is non-existent in Cuba, and the efforts of the governing regime is to increase the cost for spontaneously reporting on events unfolding in the island that portray the government in a negative light. Whereas, the U.S. Guantanamo Naval Base has granted the International Committee of the Red Cross over a 100 visits to the prison there since 2002, Havana has permitted zero visits to Cuban prisons over the same period.

Some of the Cubans currently subjected to these politicized proceedings.

 
 
 
 
 
 
 

viernes, 28 de enero de 2022

#SOSCuba: Viernes, 28 de Enero del 2022.

Cubanos hacen que retiren la imagen del Che de un restaurante en Kentucky

Podrían sancionar a entre 4 y 10 años de prisión a quienes reciban finan...

CSI


28 de enero, 2022

 
Cuba Insight
A publication of the Cuban Studies Institute
 

LA VIA DOLOROSA DE JOSE MARTI

*Por Néstor Carbonell Cortina

 

 

(Resumen de la conferencia pronunciada en el Congreso Martiano celebrado en Nueva York, el 24 de mayo del 2003, bajo los auspicios del Centro Cultural Cubano que preside Iraida Iturralde). 

 

Me honra y me complace participar en este Congreso Martiano y compartir la tribuna con figuras destacadas de nuestra intelectualidad. 

La imagen de Martí que me propongo evocar en este acto no es la del Apóstol reposando en el Olimpo de la fama, sino la del patriota luchando contra viento y marea en su noble empeño libertador. Este enfoque quizás nos sirva de inspiración y ejemplo en nuestro destierro interminable, y nos permita extraer enseñanzas valiosas de la ciclópea hazaña de nuestro homenajeado. 

Recorramos a galope la vía dolorosa de Martí, desde su adolescencia hasta su inmolación, deteniéndonos en las estaciones que dejaron huellas profundas en su alma. 
 

La Prisión 

Tenía Martí 16 años en octubre de 1869 cuando se producen los hechos que determinan su arresto. El alzamiento de Céspedes en Yara un año antes había inflamado el espíritu del joven rebelde. El encarcelamiento y posterior deportación de su queridísimo mentor, Rafael María de Mendive, estremecen a Martí, pero no lo amilanan. Junto con su “hermano del alma,” Fermín Valdés Domínguez, expone sus ideas contrarias al régimen colonial y a favor de la revolución en la hoja volante El Diablo Cojuelo y en el semanario La Patria Libre, que recoge su drama patriótico Abdala. 

Condenado a seis años de prisión por acusar de apostasía a un condiscípulo que se había alistado para luchar contra los patriotas insurrectos, Martí relata  su  experiencia traumática detrás de las rejas. En un folleto titulado El Presidio Político en Cuba describe, en carne viva, los horrores que vio y sintió en las canteras de San Lázaro, “manchadas de crimen y sangre.” 

Lleva estoicamente la cadena que, unida al grillete remachado al pie derecho, le deja una lesión permanente en la pierna y el tobillo, y una dolorosa tumoración en el área inguinal. 

La sensibilidad de Martí respecto a sus progenitores atormenta su espíritu, pero no lo desvía de su misión patriótica. Discrepa de su padre, ex oficial español apegado a la Metrópoli, declarándose  “Alma libre y fiera…, nacida a no abatirse jamás ante ningún género de despotismo…” Pero reconoce como buen hijo que “si recibió algún impulso, fue de él…” Y a su madre, que sufre viendo al hijo llagado y macilento en el presidio, le escribe: 
 

“Mírame, madre, y por tu amor no llores: 

    Si esclavo de mi edad y mis doctrinas, 

          Tu mártir corazón llené de espinas. 

     Piensa que nacen entre espinas flores.” 

 

Deportación y Nuevos Enfrentamientos 

Indultado y deportado a España en 1871, Martí, con la salud quebrantada y apenas sin recursos para sostenerse, continúa a saltos sus estudios académicos en la Universidad Central. Asimismo, alza su voz vigorosa de protesta por el fusilamiento de los estudiantes de medicina en Cuba, y publica su contundente alegato en pro de la independencia de la isla: La República Española ante la Revolución Cubana. 

Martí completa en Aragón sus estudios de derecho y de filosofía y letras. Refrenando sus románticas tentaciones, decide reunirse con su familia, necesitada y sola en México. Allí sobresale en los círculos literarios como novel poeta y periodista, y su corazón ardoroso se rinde ante la belleza de su futura esposa, Carmen Zayas Bazán. 

Pero los valores éticos y políticos de Martí son incompatibles con el golpe militar en México de Porfirio Díaz. Se ve, pues, obligado a marcharse del país porque  “con un poco de luz en la frente no se puede vivir donde mandan tiranos.” 

Algo similar sucede, poco después, en el país de la idílica Niña de Guatemala, donde Martí se abría paso como brillante profesor e intelectual, y donde, tras su matrimonio con Carmen, pensaba establecerse. Por cuestión de principios decide irse de Guatemala. Un dictador había sido injusto con el amigo cubano que protegía a Martí, por lo que éste le dijo a su compatriota: “Renunciaré aunque mi mujer y yo nos muramos de hambre.” Y renunció. 

                               

Regreso a Cuba y Segunda Deportación 

Acogiéndose a la promesa de apertura política proclamada por España a raíz del Pacto del Zanjón, Martí, al igual que otros emigrados cubanos, regresa a la isla con su mujer embarazada a mediados del ’78. La airada protesta de Maceo en los Mangos de Baraguá no halla eco en la población exhausta tras diez años de guerra. 

El entonces Capitán-General Martínez Campo, “El Pacificador,” se esfuerza en lograr la reconciliación nacional con reformas liberalizadoras, pero España frustra la autonomía con rígidas restricciones.  

Martí, quien ejercía como abogado y deslumbraba con su verbo elocuente en el Liceo de Guanabacoa, pronto comienza a conspirar en unión de Juan Gualberto Gómez y otros separatistas. Su grito de rebeldía retumbó en el banquete celebrado en honor del periodista Adolfo Márquez Sterling: “…El hombre que clama vale más que el que suplica…Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan.” 

Presente en el acto se encontraba el nuevo Capitán General, Ramón Blanco, quien ante la osadía de Martí, exclama: “Quiero no recordar lo que yo he oído y no concebí nunca  se dijera delante de mí, representante del gobierno español. Voy a pensar que Martí es un loco…pero un loco peligroso.” 

Estalla la Guerra Chiquita en agosto del ’79, y Martí es detenido en La Habana. Las autoridades coloniales le insinúan que si él declarase en los periódicos su adhesión al gobierno español, se le permitiría continuar viviendo en Cuba. Su repuesta fue terminante: “Martí no es de la raza vendible.” Es así que se ve forzado a salir, en su segunda deportación, rumbo a la Península y a desprenderse de su mujer y de su hijo recién nacido.
 

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*Nestor Carbonell was born in Havana, Cuba.  He earned a Doctor of Law degree from the University of Villanueva in Havana, and holds a Master of Law degree and a Strategic Marketing Certificate from Harvard University.  In mid-1960 he went into exile and participated in the Bay of Pigs Invasion.  In 1967 he joined PepsiCo as counsel for Latin America and throughout the years served in several positions (1972 Director of Operations in Mexico, 1975 Director of Operations in Venezuela, later becomes the Regional Vice-President in Europe, and in 1982 returns to the U.S. as Vice President of International Affairs.)  He retired in 2008.  Carbonell is a member of the Council on Foreign Relations and is also the author of And the Russians Stayed: The Sovietization of Cuba and Why Cuba Matters: New Threats in America’s Backyard.
This is a publication of the Cuban Studies Institute. 

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jueves, 27 de enero de 2022

Laura Pollan lee poema de Alfredo M. Cepero

Natalicio de José Martí


 

Para ver y escuchar este poema en la voz de Laura Pollan tiene un enlace al final del texto.


Thu, Jan 27 at 7:04 PM
COLOQUIO CON JOSE MARTI
Alfredo M. Cepero.
 
Para ver y escuchar este poema en la voz de Laura Pollan tiene un enlace al final del texto. 
 
José de la nostalgia
 
que iluminas los cielos de las noches lejanas.
 
 
José de los caminos
 
tenebrosos y tristes de los hombres sin patria.
 
 
José de las escuelas
 
donde un día bebimos de tu sabia enseñanza.
 
 
José de la plegaria
 
con la cual invocamos tu divina palabra.
 
 
José de los altares
 
donde aún te adoramos como imagen sagrada.
 
 
José de los humildes,
 
que fueron la bandera de tu vida y tu causa.
 
 
José de los honestos,
 
ejemplo edificante de honradez ciudadana.
 
 
José de los amores,
 
en una guerra justa sin odios ni venganzas.
 
 
José de la verguenza
 
de este pueblo enquistado en dolor y añoranza.
 
 
José de los ingratos
 
que manchan y desprecian tu vida inmaculada.
 
 
José de los hipócritas
 
que hoy te enaltecen y te niegan mañana.
 
 
José de los malvados
 
que utilizan tu culto para el robo y la infamia.
 
 
José de las miserias
 
que jamás penetraron tu pureza de alma.
 
 
José de las Américas,
 
para todos los pueblos y todas las razas.
 
 
José de los cubanos,
 
los buenos y los malos, los patriotas y apátridas.
 
 
José del tiempo viejo
 
que cumplió su tarea sin buscar alabanzas.
 
 
José del tiempo nuevo,
 
a quién no le hemos dado ni descanso ni calma
 
 
José del tiempo eterno,
 
campeón de la justicia, señor de la esperanza.
 
 
Marque el enlace mas abajo para ver lectura del poema por Laura Pollan (EPD)
 
 https://www.youtube.com/watch?v=m5Vzus3e774 

Favor de incluirme en su lista de distribución de LA NUEVA NACION: alfredocepero@bellsouth.net.

Desde Baracoa, Guantánamo, en apoyo al paro general.

“NO HAY DIAZEPAM”: Padre de niño cubano con autismo pide ayuda

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#SosCuba.Miercoles 26 de enero del 2022

miércoles, 26 de enero de 2022

¿Cómo sobrevivir en Cuba con la moneda más depreciada del planeta?

Fragmento de la película José Martí: el ojo del canario

Hoy la monja llega a Mi Hora Favorita

Enlazando corazones, un programa para los que buscan parejas. (miércoles...

Le niegan empleos por sus antecedentes penales.

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1111 profesionales cubanos vs. gobierno cubano

ORACIÓN POR JOSÉ MARTÍ


Wed, Jan 26 at 12:39 PM
ORACIÓN POR JOSÉ MARTÍ
 
Nota: Discurso pronunciado por Alfredo M. Cepero el sábado 27 de enero de 2018 por invitación del Dr. Joaquín Pérez-Febles en la First Presbyterian Church of Arlington, Virginia, ante la colonia cubana del Área Metropolitana de la capital de los Estados Unidos.
 
Cubanos, cubanas y amigos de la libertad de Cuba: 
Para ustedes y para mi esta es una tarde de alta significación patriótica. Para mí, específicamente, es una tarde de  profundo contenido emocional. Regreso a una geografía cuyos paisajes, monumentos, calles y edificios me recuerdan los 15 años de mayor trascendencia en mi vida de exiliado. Aquí conocí y me casé en la Iglesia, ahora catedral, de Saint Thomas Moore, con la mujer con quien he compartido alegrías y tristezas, retos y oportunidades durante más de medio siglo. En el Washington Hospital Center nacieron mis cinco hijos. En la American University obtuve una Maestría en Administración de Negocios. Y durante doce años tuve el privilegio de hablarles a mis hermanos cubanos como corresponsal y periodista de la Voz de los Estados Unidos de América.
Pero la obra y las actividades más cercanas a mis sentimientos patrióticos fueron las desarrolladas a través de la Casa Cuba de Washington. Un grupo de patriotas cubanos que, como hacen ustedes esta tarde, nos mantuvimos unidos en la esperanza y fieles al recuerdo de nuestra martirizada Cuba. Ni el tiempo ni la distancia mermaron nuestra fidelidad porque, para quienes amamos y veneramos a una patria en cadenas, no existen barreras de distancia ni de tiempo.
Para mantener viva la Cuba de nuestro orgullo y de nuestras añoranzas, realizamos actividades sociales, artísticas y culturales en lugares tales como el Lisner Auditorium de la George Washington University, el Bishop O'Connell High School en Virginia y el Montgomery Blair High School en Maryland.  Pero el mayor de esos actos patrióticos fue el realizado en septiembre de 1976 agradeciendo nuestra acogida en este país, con motivo del bicentenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, en que llenamos las 2,500 butacas del Eisenhower Theater, en el Kennedy Center.
La Casa Cuba también sirvió como centro de operaciones y de apoyo a marchas cívicas encabezadas por personalidades como el ex Presidente de la República Carlos Prío, el Presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana Jorge Más Canosa, el Presidente de la Brigada 2506 Juanito Pérez Franco, el campeón de los derechos humanos Humberto Medrano, el maestro de periodistas Guillermo Martínez Márquez, el Decano del Colegio Médico Cubano Libre Enrique Huertas y mi amiga Juanita Castro, una pobre mujer atormentada por la maldad diabólica de sus forajidos hermanos.
Tiene al mismo tiempo esta tarde un elemento espiritual que supera nuestro mundo material. Sin estar con nosotros esta tarde, yo veo presentes entre ustedes a muchos de aquellos patriotas que trabajaron aquí en Washington por una Cuba Libre y que se nos han adelantado en el camino de la eternidad. Desde el cielo siguen trabajando y nos saludan, nos aplauden y nos estimulan patriotas como Pedro Ortiz, Mario Pujals, Luis Pages, Félix Pages, Claudio Ponce, Tony Montiel, Rafi Madan, Chea Pedroso, Rosa Arrieta, Isabel Pruna, Ana María Perera, Victoria Pujals, Raúl Caballero, Pedro Entenza, Claudio Benedí, Gerardo Mora, Fernando Quintana y tantos otros no menos dignos de ser recordados y homenajeados a pesar de no ser registrados por mi memoria.
El camino trazado por aquellos cubanos excepcionales sigue siendo recorrido hoy por hombres y mujeres que, como ustedes, han recogido su antorcha. Entre ellos se destaca mi buen amigo y mejor amigo de mi mujer desde sus años de juventud, el Dr. Joaquín Pérez Febles. "Tato", para sus amigos íntimos, era el organizador de excursiones juveniles a las Cuevas de Cepero, cercanas al idílico pueblecito de Cantel y a la playa de Varadero, en la provincia de Matanzas. A él le debo el honor de compartir esta tarde con ustedes una añoranza de patria que es al mismo tiempo la determinación de servirla hasta el último soplo de mi vida.
Pero si vamos a hablar de servicio a Cuba, todos los servicios y servidores nos quedamos pequeños ante la hoja de servicios del hombre cuya memoria honramos esta tarde. Nadie como él renunció o ha renunciado a la felicidad personal para promover la felicidad del pueblo de Cuba. Se enfrentó a la ira de Mariano Martí, un padre que no concebía una Cuba que no fuera colonia de España, sintió el trauma de hacer sufrir con su encarcelamiento a Leonor Pérez, la madre de su idolatría, renunció al calor de unas hermanas protectoras del único varón en una familia de mujeres, abandonó la tierra de sus desvelos siendo literalmente un niño, sacrificó la compañía de una esposa amante por la soledad del profeta de una causa considerada imposible, padeció el dolor de no ver crecer al hijo de sus amores, aceptó de buen grado la miseria personal a cambio de enriquecer las arcas paupérrimas de su "guerra necesaria", fue víctima de la envidia de quienes como beneficiarios de su obra debieron haber sido sus mejores amigos, prefirió el exilio a la ignominia de vivir asfixiado por la garra de sus opresores y ofrendó su vida en holocausto supremo de su amor a Cuba. ¿Díganme ustedes si ha habido algún cubano capaz de igualar su dimensión galáctica?   
La respuesta es obvia: Ninguno. Haciendo una paráfrasis de Juan el Bautista: "ninguno de nosotros es digno de desatar una correa de las sandalias del Apóstol de nuestras libertades". De Martí, el hombre que uno de sus biógrafos, Luís Rodríguez Embil, llamó: "El santo de América". De todas maneras, esta tarde recordemos su ejemplo y honremos su memoria como muestra de gratitud por sus servicios a la patria. Sin embargo, me parece innecesario hacer una cronología detallada de la vida de Jose Martí. Presumo que la mayoría de ustedes están familiarizados con sus datos biográficos.
Creo, por lo tanto, mucho más indicado y productivo analizar las facetas de su carácter, su prédica patriótica, las decisiones que determinaron el curso de su vida y su inmolación en Dos Ríos. Todo ello, para que imitemos su ejemplo y terminemos su labor inconclusa. La de construir la Cuba libre, democrática y justa por la que ofrendó su vida joven, generosa y fructífera. Porque a Martí se le honra con la conducta más que con las palabras. Las palabras que no conducen a la acción son meros fuegos artificiales. De palabras vanas está llena la enciclopedia de nuestros errores como pueblo y de nuestros fracasos como nación.
Para comprender mejor a Martí, me parece oportuno que nos identifiquemos con él en nuestro carácter de exiliados. Martí sale al exilio con destino a España el 15 de enero de 1871en el vapor Guipúzcoa. En 13 días cumpliría 18 años y escapaba de la traumática experiencia de las Canteras de San Lazaro cuyos grilletes le causaron llagas, enfermedades y dolores que lo atormentaron por el resto de sus días. Entonces escribe a su mentor y maestro Rafael María de Mendive: "Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir". Lo que no sabía el joven Martí era que su sufrimiento apenas comenzaba y que su felicidad personal estaría limitada por su servicio a la patria. Por eso en uno de sus versos sencillos más tarde escribiría: "Amo la tierra florida/musulmana o española/donde rompió su corola/la poca flor de mi vida".
De hecho, de los 42 años que tenía al caer abatido por las balas españolas en Dos Ríos, Martí había vivido solamente 18 años y medio en Cuba y 24 años deambulando por un mundo que, como el de nuestros días, era indiferente a nuestra tragedia. En distintos momentos y con varias interrupciones había vivido cuatro años en España y tres años entre México y Guatemala. Desde enero de 1880 hasta principio de 1895 (15 años) residió en Nueva York, desde donde viajó a Cayo Hueso, Tampa, Costa Rica, Jamaica, Panama, Republica Dominicana, Venezuela y Haití organizando una revolución y predicando una guerra totalmente contrarias a su temperamento conciliador  pero que sabía inevitable si Cuba quería ser libre del yugo español.
Volviendo a su primer encuentro con un mundo indiferente a su causa, la España en la que desembarcó José Martí el 1 de Febrero de 1871, estaba en plena efervescencia revolucionaria y democrática. Algunos exiliados tratan de buscarse la vida, otros determinan proseguir la lucha, hacer del exilio un foco revolucionario, aprovechar la libertad para preparar la acción. Entre esos últimos formó fila nuestro Apóstol.
Se da entonces a la tarea frenética de dar a conocer la trágica realidad de la Cuba colonial española. Publica sus primeros artículos en La Soberanía Nacional de Cádiz y La Cuestión Cubana de Sevilla, El Jurado Federal de Madrid y La Republica de Nueva York. Pero su escrito más importante en ese momento fue "La República Española ante la Revolución Cubana", publicado en forma de folleto el 15 febrero de 1873. En el mismo denuncia la hipocresía de España de negar a Cuba las condiciones de libertad y democracia que exigía para sí misma.
Con apenas 19 años Martí era ya un magnífico escritor. La prosa de Martí cautivaba, era una prosa combativa y polémica, con tintes bíblicos, homéricos y dantescos, una prosa que, como su autor, podemos calificar de titánica. Una prosa que apelaba al corazón de los lectores con las astucias y la musicalidad de un poeta. Un poeta que, de no haber sido el Apóstol de nuestra libertad, se habría destacado de todas maneras como uno de los precursores del movimiento modernista en la poesía americana. Y eso lo dijo nada menos que Rubén Darío, la cumbre más alta del modernismo en la poesía.
Pero como la perfección es privilegio exclusivo de Dios no hay ser humano perfecto. Como ser humano, Martí no lo era. Algunos de sus detractores y buscadores de notoriedad acusan a Martí de no haber sido un genuino hombre de familia. Y en realidad no lo fue. Nos guste o no, los genios no pueden ser encasillados en moldes caprichosos. Por eso José Martí no puede ser considerado ejemplo de hombre de familia al estilo tradicional.
Su familia no podía ser resumida en su totalidad en un simple árbol genealógico ni podía limitarse a los residentes en un domicilio. En la mente de Martí, su familia comprendía la totalidad del pueblo de Cuba y residía en el territorio que se extiende desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio. Pero eso no quiere decir que no extrañara a sus seres queridos y que no hiciera un gran esfuerzo para expresarles su afecto.
En ese sentido, el epistolario entre madre e hijo, desde la primera carta de José Julián fechada en el Caimito del Hanábana, octubre 23, 1862--cuando el niño tenía 9 años-- hasta la última enviada días antes de llegar a Playita de Cajobabo en 1895, ya en el umbral de la muerte, muestra una honda ternura y un amor sin límites hacia su progenitora, que fue siempre su mejor aliada frente a la hostilidad de un padre moldeado en la disciplina castrense.
Una muestra de esos sentimientos filiales la encontramos en la dedicatoria de una foto mostrando sus grilletes que le fue tomada durante su encarcelamiento en las Canteras de San Lázaro. En ella, el joven Martí le da ánimo a Leonor haciendo despliegue de su destreza poética y le dice: "Mírame, madre, y por tu amor no llores: si esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu mártir corazón llené de espinas, piensa que nacen entre espinas, flores".
La madre, como todas las madres, no cesa de darle consejos, aún a sabiendas de que su hijo no la escucharía. Leonor, por su parte, en una de sus múltiples cartas, le escribe: "Qué sacrificio tan inútil, hijo de mi vida, el que estás haciendo de tu tranquilidad y de la de todos los que te quieren, no hay un solo ser que te lo sepa agradecer, el que más achaca tu sacrificio al ansia de brillar, otros, a la propia conveniencia, y nadie en su verdadero valor".
Por otra parte, su matrimonio con la camagüeyana Carmen Zayas-Bazán también terminó en fracaso. Se casaron en México el 20 de diciembre de 1877 en casa de su amigo Manuel Mercado. Ambos tenían 24 años. Carmen fue con Martí a Guatemala y después a Cuba al año siguiente. En 1879, asfixiado por la intolerancia en la Isla, Martí se fue a Nueva York y ella se quedó en Cuba. Al año siguiente, ella embarcó con el niño y se reunió con él en Nueva York. Se produjeron otros viajes entre Nueva York y Cuba pero, en 1885, el matrimonio concluyó con el regreso de Carmen y el niño a la región natal de la madre.
En realidad, ni Carmen Zayas Bazán era mujer para Martí, ni Martí hombre para ella. Carmen se enamoró del genio, pero el genio de Martí no estaba hecho para lo que ella quería. Martí, por su parte, se enamoró de la gracia de la camagüeyana, pero al patriota dejaron de interesarle esos valores. Lo que rompió la tregua fue el cansancio de Carmen de vivir en el extranjero, y la resistencia de Martí a volver a Cuba mientras no fuera libre donde, según sus propias palabras: "Allí toda bofetada me sonaría en la cara''.
Pero la separación de la esposa no mermó en lo más mínimo la devoción y el amor a su hijo. En un pequeño libro de poemas que dedica a Pepito bajo el título de "Ismaelillo", publicado en 1882, le dice en el prólogo: "Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti". Y a punto de salir hacia Cuba en el que presiente será su último viaje, desde Montecristi le dice: “Hijo, esta noche salgo para Cuba: salgo sin ti, cuando debieras estar a mi lado. Al salir, pienso en ti. Si desaparezco en el camino, recibirás con esta carta la leontina que usó en vida tu padre. Adiós. Sé justo... José Martí”.
Otra de las leyendas negras diseminadas por los detractores de Martí fue la de que había sido un mujeriego. El propio Fermín Valdés Domínguez, su más íntimo amigo, en su trabajo "Ofrenda de Hermano", criticó a Martí por mantener relaciones amorosas con varias mujeres al mismo tiempo. Ya en su juventud en España, Martí había sostenido relaciones con la madrileña Doña Barbarita y en Zaragoza tuvo un romance con una joven modista llamada Blanca de Montalvo. En Guatemala despertó la veneración de la adolescente Maria García Granados, inmortalizada por Martí en su poema "La Niña de Guatemala" en uno de cuyos versos escribió:"Se entró de tarde en el río/la sacó muerta el doctor/dicen que murió de frío/yo sé que murió de amor". Sin embargo, sus biógrafos más serios afirman que fue una relación platónica sin contacto íntimo alguno.  
Pero quizás la mujer de mayor importancia en su vida fue Carmen Miyares, quién administraba una casa de huéspedes en Manhattan. Durante su larga y solitaria vida en Nueva York, Martí encontró en esta mujer refugio material y espiritual para sus frustraciones espirituales y sus dolencias físicas. Ella le curaba las llagas y heridas persistentes desde sus años de prisión y llenó el vacío creado por la ausencia de la esposa y del hijo.
Muchas fuentes dignas de crédito atribuyen a Martí la paternidad de María Mantilla, la última hija de Carmen. En una carta dirigida a la niña pocos días antes de caer abatido en Dos Ríos, Martí le dice: "… quiere mucho a tu madre, que no he conocido en este mundo mujer mejor. No puedo, ni podré pensar en ella sin conmoverme y ver más clara y hermosa la vida. Cuida bien ese tesoro". Ahora bien, fuera o no un mujeriego, nadie puede negarle a Martí el crédito de ser el forjador de la nación cubana y el faro que, aún después de muerto, sigue iluminando el camino de nuestra lucha actual por la libertad. Acentuar sus defectos y negar sus méritos es obra de miserables que no merecen ni tener patria ni llamarse cubanos.
Este cubano en superlativo que honramos esta tarde hizo de la rebeldía un factor constante en su vida, desde su encarcelamiento en Las Canteras de San Lázaro a los 17 años de edad hasta su caída en Dos Ríos a los 42. Fue un hombre radical que nunca creyó en soluciones mediatizadas que siempre benefician a los tiranos. Cuando los republicanos españoles, agobiados por el alto costo y la prolongación de la guerra, deciden otorgar a Cuba y Puerto Rico derechos como estados en su Constitución de 1873, Martí se opone rotundamente. El Apóstol se para en firme y les dice: "La sima que dividía a España y Cuba se ha llenado, por voluntad de España, de cadáveres. España ya no tiene derecho ni autoridad moral para negarle a Cuba su independencia".
Cuando en febrero de 1878, después de diez años de guerra, unas tropas mambisas desnudas, desarmadas y hambrientas firman la Paz del Zanjón, son pocos los que comparten la rebeldía de Jose Martí. Una consecuencia directa de aquella paz precaria fue la creación del Partido Autonomista Cubano. En el mismo se integraron antiguos reformistas, liberales y nuevas generaciones de cubanos que desconfiaban de las estrategias radicales y que vislumbraban un horizonte de independencia logrado por métodos pacíficos. Algo muy parecido a la oposición domesticada que hoy propone plebiscitos bajo el control de la tiranía castrista para decidir el futuro político de Cuba.
José Martí se les enfrentó a aquellos apaciguadores como se les enfrentaría a los de este momento. En abril de 1879, el Apóstol se encontraba en Cuba en una estadía que sólo duró nueve meses. Durante esos meses conspiraría con Juan Gualberto Gómez y otros patriotas negados a toda negociación que no condujera a la independencia absoluta. El 21 de abril, Martí fue invitado a un banquete que el Partido Liberal, muchos de cuyos miembros se habían integrado al autonomismo, le ofreció en los altos del Louvre, donde hizo uso de la palabra.
Sus palabras de ese día definieron la que sería su actitud futura con respecto a quienes proponía negociar con España desde una posición de debilidad. Entonces dijo: “…por soberbia, por digna, por enérgica, yo brindo por la política cubana. Pero si, hemos de ser más que voces de la patria disfraces de nosotros mismos; si con ligeras caricias en la melena, como el domador desconfiado, se pretende aquietar y burlar al noble león ansioso, entonces quiebro mi copa: no brindo por la política cubana”. Sin embargo, Martí no cerró nunca las puertas a los autonomistas que quisieron unirse a la Revolución. A su entender, eran hombres que seguían un camino equivocado, pero que había que contar con ellos para construir la República a la que aspiraba al terminar el conflicto bélico.
Esa república de sus sueños sería plasmada sobre los conceptos contenidos en su Partido Revolucionario Cubano. El 3 de enero de 1892, Martí anunció su iniciativa de crear el Partido Revolucionario Cubano (PRC), en una reunión mantenida en el Club San Carlos de Cayo Hueso con José Francisco Lamadrid, José Dolores Poyo y el Coronel Fernando Figueredo Socarrás. El 5 de enero, en una reunión celebrada en Nueva York, se aprobaron las Bases y los Estatutos del PRC, hasta que el 10 de abril de 1892 se proclamó su fundación.
Una Cuba construida sobre las bases de ese partido no podía ser un apéndice de los Estados Unidos. En carta dirigida a Máximo Gómez, fechada 20 de julio de 1882, se expresó en estos términos: ".... En Cuba ha habido siempre un grupo importante de hombres cautelosos, bastante soberbios para abominar la dominación española, pero bastante tímidos para no exponer su bienestar personal en combatirla. Esta clase de hombres, ayudados por los que quisieran gozar de los beneficios de la libertad sin pagarlos en su sangriento precio, favorecen vehementemente la anexión de Cuba a los Estados Unidos...". Fue todavía más categórico cuando dijo a su amigo Fermín Valdés Domínguez: "Cambiar de dueño no es ser libre".
Ahora bien, aunque era un rebelde no fue nunca un intransigente. Esa cualidad le permitió manejar con éxito el arte de la política. Para Martí "el arte político" estaba en "plegar y moldear", pero, como parte de su definición, también advertía que era necesario, "en las ideas esenciales de dignidad y libertad", ser "espinudo, como un erizo, y recto, como un pino". Hay así en él dos prácticas que parecen opuestas, aunque en verdad son complementarias en todo político honrado: por el ejercicio natural de una se llega al acuerdo y al ajuste; en la otra la rigidez impide todo pliegue o desvío.
Esa rigidez se manifestó con frecuencia en su defensa de la identidad de la nación cubana. Por su condición de patriota, que es el que ama su tierra y quiere para ella todo género de bienes, y la protege contra toda posible desgracia, Martí no sólo se opuso al gobierno de España y a los que la ayudaban, sino también a los que, para librarla de su infortunio colonial, proponían soluciones ruines o imprudentes.
Martí no fue el primer nacionalista pero fue quién dio contenido, sentido y brújula al nacionalismo cubano. En la década de 1820, pensadores como Felix Varela, Jose Antonio Saco y Domingo del Monte consideraron que antes de hacer realidad la independencia de España era importante crear un concepto de identidad nacional cubana. Como Varela, Saco se vio también expulsado de Cuba. Como Varela y a diferencia de muchos de sus contemporáneos, Saco nunca claudicó. Fue un desterrado irreductible. En su lecho de muerte, Saco pidió que en su tumba fuera grabada la frase que definió su vida: "Aquí yace José Antonio Saco, que nunca fue anexionista". Martí se nutrió del pensamiento y fue digno heredero de aquellos hombres providenciales.
Pero, en un sentido universal, José Martí no es patrimonio exclusivo de nosotros los cubanos. Ni Washington ni Bolívar pertenecen tampoco exclusivamente a norteamericanos o venezolanos. Los grandes hombres trascienden las fronteras geográficas y contribuyen con su ejemplo al enriquecimiento de valores eternos y al mejoramiento de la humanidad.
El nicaragüense Ruben Darío, maestro de poetas, trato de maestro a Jose Martí. La chilena, Gabriela Mistral, Nobel de poesía, dijo que si hubiera vivido en su tiempo se habría enamorado de José Martí. El político y poeta venezolano Andrés Eloy Blanco dijo ante el congreso de una Venezuela todavía en democracia: "Demos trabajo a Martí! Está vivo. Sentado en la piedra de crear, como él dijera de Bolívar". Y Ronald Reagan, Presidente de Estados Unidos dijo: "José Martí será recordado por los amantes de la libertad como un precursor y líder de todo esfuerzo para lograr la auténtica redención del hombre''.
Sin embargo, para nosotros los cubanos, Cuba y Martí son dos conceptos, dos lealtades y dos sentimientos estrechamente entrelazados. Uno no puede existir ni perpetuarse sin el otro. El cubano que no ame y admire a Martí es un cubano incompleto. Ser martiano es ser un patriota en sentido total. El cubano exiliado mitiga el dolor de la orfandad de patria con el paliativo de la vida heroica de Martí y el mensaje edificante y esperanzador de su pensamiento político.
Tal como hemos sabido desde nuestra escuela primaria, José Martí hizo su entrada en la inmortalidad el 19 de Mayo de 1895 en Dos Ríos, entre los ríos Cauto y Contramaestre. Se le dio sepultura sin féretro, directamente en una fosa de tierra fangosa en el Cementerio de Remanganagua ....y después de levantada el acta correspondiente el 27 de mayo a las nueve de la  mañana se efectuó el entierro definitivo quedando los restos del Apóstol en el nicho 134 de la galería Sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. Desde allí nos conmina a que cumplamos nuestro deber de terminar su labor y restaurar la libertad, la prosperidad y la felicidad de la Cuba por la que entregó su vida generosa y heroica. Amén José de los cubanos. Campeón de la justicia y señor de la esperanza. Amén