viernes, 1 de octubre de 2010

LA FIDELIDAD


Por Pr Manuel Morejón Soler


San Miguel del Padrón, La Habana, 2 de octubre de 2010 (PD) Dice en el Evangelio de Lucas (16:11-13): “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto, pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro o estimará al uno y menospreciará al otro”.

La fidelidad es un atributo o una calidad aplicada en la Biblia a Dios, que es constante y leal, fiel en guardar sus promesas e inmutable en su naturaleza ética. Generalmente se asocia la fidelidad de Dios con sus promesas misericordiosas de salvación. Es uno de los frutos del Espíritu.

La fidelidad también es aplicable a los hombres. Es una característica esencial en los gobernantes, pues solamente se puede depender de los hombres verdaderamente fieles, que cumplen con sus responsabilidades y con su palabra.

La fidelidad a la nación es una relación excelsa entre el alma del pueblo y la del gobernante. Es la exactitud de la lealtad y de la nobleza. Es la franqueza, la honestidad,
La plenitud de confianza. Es el esfuerzo supremo de todo gobernante para dejar de ser de sí mismo y dirigir todos sus hechos para hacer vivir mejor a su pueblo.

Si el señor Fidel Castro hubiera sido fiel a su nombre y su palabra, ciertamente nuestro país fuera hoy una gran nación. En vez de ello, se exhibió al principio (como hace actualmente) como Fidel El Cristo, pero dista mucho su palabra de su proceder. Sería casi imposible relacionar cuantas promesas ha hecho a este pueblo, de las cuales, las que ha cumplido, han sido en detrimento de nuestros valores económicos, políticos y sociales.

El 2 de abril de 1959, en el programa de CMQ-TV “Ante la Prensa”, Fidel Castro dijo: “La democracia es un derecho para unos y para otros, que se discutan todas las teorías, todas las prédicas que se discutan, porque el hombre es razón y no fuerza, el hombre es inteligencia y no imposición y capricho…que se hable, que se discuta, que nosotros estamos buscando esa libertad donde todas las ideas se discutan, en que todos tengamos derecho a pensar, libertad para escribir, libertad para reunirse, para todos los actos lícitos y legales. Hay que darle al hombre más oportunidad de satisfacer sus necesidades. El hombre es verdaderamente demócrata…y aunque sea en una esquina y donde lo oigan veinte personas, si quiere sacar en un mimeógrafo una tesis política, que la imprima y la reparta en la universidad, sin que se lo lleven a la estación de policía”.

Jesucristo nos pide que seamos fieles y honestos en todo nuestro proceder, pues las riquezas en el cielo son eternas y mucho más valiosas que las que nos han sido confiadas en el mundo. Nunca permitas que su integridad la arruinen asuntos intrascendentes: solamente así no fallará ante acciones cruciales para la eternidad.

“Yo conozco tus obras y tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico) y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí que el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”.

(Apocalipsis 2: 9-10)

imorejon@yahoo.es

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