miércoles, 25 de febrero de 2015

Planificación Física versus los vecinos del Tercer Mundo


365_alamarCuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Hace unos días, una sexagenaria que reside en el Reparto Eléctrico -el barrio colindante con el mío, en el municipio Arroyo Naranjo- se me acercó en la calle y me dijo que sabía que yo era periodista independiente y que quería conversar conmigo.
Cuando entramos a su casa, un apartamento del edificio 28, el llamado “edificio de la PNR”, de la zona conocida como el Tercer Mundo –ya imaginarán por qué- lo primero que me dijo fue que hasta que se jubiló, fue miembro del Ministerio del Interior. Pero no me dio tiempo a ponerme aprensivo con sus antecedentes porque enseguida pasó a contarme que inspectores de Planificación Física la presionan y amenazan para que desmantele el pequeño jardín que hay en el frente de su vivienda: un par de metros cuadrados que hace unos años desyerbó, cercó y plantó de flores.
Los inspectores la han amenazado con multas de 500 pesos y más, y le advirtieron a cajas destempladas que le demolerán el jardín a la fuerza si antes no lo hace ella “por las buenas”. Y encima, según le dijeron, tendrá que pagar a los empleados del estado que envíen para hacer el trabajo.
“Es el colmo del abuso y del descaro. ¡Tantos años de servicio a la revolución y mira como nos tratan!”, dijo.
La mujer, en vez de “me” usó “nos” porque en situación similar a la suya o todavía peor están varias decenas de residentes de los edificios del Tercer Mundo, ubicados al fondo de la escuela secundaria básica “Desembarco del Granma”, que son acosados y amenazados desde hace varias semanas por inspectores de Planificación Física para que desmantelen las instalaciones que han hecho para ampliar sus apartamentos y aliviar el hacinamiento en que viven.
Varios de los edificios del Tercer Mundo, como los números 1, 7,8 y 28, fueron construidos en los años 70 por microbrigadas del Ministerio del Interior. Actualmente la mayoría de sus residentes son ex policías, ex-militares y sus descendientes. Eso explica por qué estas personas que no tuvieron reparos en expresarme su indignación por la actitud abusiva y prepotente de los inspectores de Planificación Física y en pedirme ayuda para “armar escándalo en Internet”, me pidieran que no mencionara sus nombres ni tomara fotografías: temen represalias por relacionarse con “la gente de los derechos humanos”.
Pero los vecinos se sienten desprotegidos porque no confían en las gestiones que han hecho ante el delegado del Poder Popular, el gobierno municipal y las cartas que han enviado al periodista José Alejandro Rodríguez, de Juventud Rebelde –al Granma, no, ¿para qué?- para que no les demuelan las ampliaciones sus viviendas.
El reordenamiento urbanístico y la campaña contra las ilegalidades que ha emprendido Planificación Física choca frontalmente con las necesidades de familias cuyo crecimiento los forzó a hacer divisiones, abrir o clausurar puertas y ventanas, cerrar balcones, portales y patios para convertirlos en cuartos y ampliar sus pequeños apartamentos.
“Con la falta de viviendas que hay en este país, debieran tratar este asunto con más sensibilidad, no ser tan cuadrados y esquemáticos. Pudieran imponer multas y legalizar lo que ya está hecho, en los casos en que no afecte a los demás vecinos, y a partir de ahí, impedir nuevas construcciones ilegales, pero no, ellos prefieren destruir…Lo que afea el ornato público son los charcos de aguas albañales y las lomas de basura sin recoger, ¿por qué no se ocupan de eso en lugar de jodernos la vida más de lo que ya la tenemos?”, dijo la anciana del edificio 28.
“Quieren acabar con mi jardín. Prefieren que se llene de hierba y basura, como estaba antes”, comenta con tristeza. Pero advierte: “Si quieren demoler, que lo hagan, pero si se atreven tendrán que hacerlo conmigo agarrada de la cerca. O llevarme presa para que me calle, porque voy a gritar fuerte y no les va a gustar lo que van a escuchar.”
Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com

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