miércoles, 9 de diciembre de 2009

DEDICADO A TODOS LOS PRISIONEROS POLITICOS Y DE CONCIENCIA QUE VIVEN Y HAN MUERTO EN LAS DANTESCAS MASMORRAS DE CUBA.


LA HIGUERA DEL INFIERNO

Buscando en la oscuridad,
rastreando el suelo con sus manos,
tocando y percibiendo pequeños movimientos
de séres que encrepan y enfrian la piel.

Su corazón dolido y su cuerpo agotado,
como siempre,
no encuentra consolación.

El camino se ve arduo y solo le reina la frustración.

"Qué habré hecho para merecer tan tétrica y miserable situación?"

"Oh padre! Ayúdame que mi alma se enferma y se muere mi interior."

De pronto se ilumina aquel espacio dantesco como un altar del sacrosanto.

"Hijo! Porqué lloras santo de mi alma?"

"Quién me habla?"

"Soy yó."

"Quién es yó?"

"Quien proclamó mi nombre en el desierto."

"Alabado sea tu nombre,
se que soy un pecador. Perdóname!"

Retumba con estruendo aquella voz en aquel hueco de inmenso horror, diciendo:
"Duérmete hijo el sueño eterno del hombre justo y madrugador,
ya que guardado está, en un rinconcito,
tu lugar en lo más alto del cielo merecedor".

"Tus esfuerzos están escrito en el libro divino
con letras de piedras preciosas".

"Tu historia brilla en los cielos y,
da luz para que entre todo aquel
cuyo nombre se registra en el listado deseado".

"Has sido una iluminosa gloria que brillará por los siglos de los siglos, amen".

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