martes, 29 de diciembre de 2009

Nacidos para destruir


Nunca he sido un creyente de la religión musulmana, pero según nos orienta los diferentes medios de comunición televisivos, no hay que ser un super dotado para darse de cuenta que no es la religión más conveniente ni deseable. Como en todos lados hay personas de buena fe, que no desean hacerle daño ni el mal a nadie. Pero según el indoctrinamiento que se le inculca a sus seguidores; que es el odiar, matar, asesinar, hasta miembros de sus propias familias por disentir en contra de los estrictos reglamentos de los estatutos islámicos. No conforme con restringir a sus grupos de miembros, solamente y, permanecer en sus países, donde la norma de imponer a la fuerza sus doctrinas es la ley de un estado religioso, han tomado la decisión de expandir internacionalmente su tipo de dogma, que ahora se considera una plaga, que amenaza con destruir la civilización del mundo libre y democrático. Usan las leyes del país, donde se establecen, para distorcionar y transgredir las leyes de la constitución y, acomodarlos a sus antojos, para luego diseminar sus diabólicos reglamentaciones, disc y que religiosas, para luego llevar acabo actos de terror. y exigen al país que respeten y defiendan ese modo de pensar, impunemente, como si eso fuera una legalidad.

Como la maldad en el mundo existe, aunque muchos así no lo quieran reconocer, Estados Unidos y otros aliados han tenido que adoptar medidas antiterroristas, de imponer restricciones inmigratorias y hasta restringir el movimiento fluido dentro de los aereopuertos. Lamentablemente llegará el momento que se tendrá que enmendar la constitución para incluir cualquier acto de terrorismo como un asunto meritorio de la pena capital ( pena de muerte). Muchos no creemos en privar a nadie de su vida, pero si los terroristas musulmanes aceptan éste modo de imponer sus ideas, pues entonces el mundo libre no tendrá otro remedio que adoptar la misma medida para detener o bloquear sus intentos por seguir diseminando su dogma de odio y terror. Están éstos clérigos aprovechándose de la buena voluntad del pueblo americano y de sus aliados para seguir usando las leyes creadas para usarlo en contra del país que han adoptado como la suya. Al jurar, durante la juramentación requerida para la ciudadanía, ya desde antes,instruido en sus escuelas, llevan una intención, de mezquindad, por tentar en contra de los Estados Unidos y la seguridad del pueblo. Esto nada más, constituye una razón para deportar o tomar otras medidas drásticas para detener a éstas legiones de plagas satánicas y destructoras. No tienen nada de religiosos y si de gentes maquiavélicos, su libro del Corán así lo indica.

Todo extremismo que predica el terror como modo de controlar la voluntad de un pueblo solo atrasa y, a lo largo, deteriora permanentemente sus aspiraciones y esperanzas. El Partido Nacional Socialista a sido un ejemplo de los excesos que ha causado la muerte de millones. Sus aparisiones en los Estados Unidos, aparentando una apariencia sutil, son los mismos y no cambian en un ápice. Son iguales en el mundo entero, incluyendo en mi querida isla de Puerto Rico.

Los comunistas han sido iguales. Como han estado más tiempo en existencia, el estrago que han provocado han causado más de cien millones de muertes durante éste siglo. Las miserias, robo, desgracias, represiones y destrucciones que han impuesto sobre su país y el exilio, han causado estragos emocionales que jamás podrán ser aliviados y borrados.

Por último, tenemos a la religión musulmana, que como dije antes, también persiste en recorrer el camino de aniquilar todo progreso y todo aquél que no comparta sus idea radicales. Son tan diabólicos que persisten en usar armas de destrucción masivo aunque sus propósitos solo logren una conflagración apocalíptico.

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