Jaime Leygonier
31 de diciembre de 2009
La Habana – www.PayoLibre.com – Las autoridades del penal habanero Valle Grande prohibieron a los presos toda manifestación de celebración por la popular fiesta de San Lázaro, el 17 de diciembre, y los carceleros en un registro extraordinario confiscaron las estampas con la imagen de este Santo.
Según Yusnaimy Jorge, el caso fue reportado por su esposo, el médico preso de conciencia Darsi Ferrer, quien, preso sin juicio desde el 21 de julio, denuncia los abusos habituales en ese penal.
Esta represión religiosa aumentó entre los reclusos el malestar por la pésima comida y el hacinamiento que sufren. En el destacamento 13, con poco espacio para 60 reclusos en literas de tres pisos, amontonan a 100 ó 120 y muchos tienen que dormir en el suelo.
En Cuba los sectores sociales más humildes y particularmente la raza negra, mayoritaria en la población penal, tributan al San Lázaro pobre de las muletas una inmensa devoción de origen más africano que católico y en La Habana hacen una espontánea fiesta nacional de velar la víspera de su día y a peregrinar al santuario católico del pueblo de El Rincón.
No está confirmado si la prohibición de celebrar el día fue general para todos los penales.
Desde el año 61 el Estado prohíbe en las cárceles la entrada de sacerdotes para servicios religiosos y asistir a los moribundos y condenados a muerte -como era costumbre desde tiempos coloniales.
También se le prohíbe a los reclusos portar distintivos religiosos -prohibición que también existe para los niños en las escuelas- y los carceleros frecuentemente amenazan o castigan a los presos con decomisarles literatura religiosa y sus biblias.
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