viernes, 22 de enero de 2010

I CHING PARA CUBA



Por Rogelio Fabio HurtadoPublicado AyerPolíticaValorar: No valorado

Rogelio Fabio Hurtado

Periodista independiente. primaveradigital@gmail.com

Ver todo los articulos de Rogelio Fabio Hurtado Marianao, La Habana, 21 de enero de 2010 (PD) El legendario Libro de los Cambios, I Ching, más antiguo que la Santa Biblia, uno de los textos clásicos de la sabiduría china, ha servido como oráculo y consultor a través de los siglos para aconsejar las decisiones cruciales que deben tomar tanto las personas sencillas como los gobernantes para el mejor beneficio de ellos mismos y de sus pueblos.

Siendo las 3: 41 de la tarde del día 15 de enero del presente año, en mi apartamento de Marianao, luego de cantar bajito el Himno Nacional, comienzo a interrogarlo acerca del porvenir de la Isla durante el nuevo año, utilizando para ello dos monedas cubanas de a peso y una de cuc de 50 centavos.

Después de tirarlas 6 veces, dispongo del hexagrama correspondiente, formado por una línea quebrada (ying) en la base, cuatro líneas enteras (yang) y otra quebrada en el 6to lugar. Así, se ha configurado el Hexagrama Ta kwo – Ta kuo, que corresponde al 28 en la tabla que consta de 64, compuestos por la combinaciones de 8 Trigramas.

El nuestro está formado por el trigrama sun (sol) con el trigrama twi (el pantano) encima. Vamos viendo ya que contamos con la luz, tan creadora, pero se encuentra obstaculizada por el pantano, que atasca e inmoviliza a cuanto cae en él.

Este Hexagrama simboliza el gran exceso y la mayor preponderancia. Modestamente, me atrevo a interpretar que esto se refiere al exceso de tiempo bajo el gobierno absoluto del mismo Emperador, o más bien de la misma familia imperial que ha ejercido el poder con la mayor preponderancia sobre el País y sobre nuestras vidas.

El Libro nos dice que este Hexagrama sugiere un rayo que está debilitándose o una viga que se desequilibra y amenaza con provocar un derrumbe. Bajo estas condiciones, aconseja moverse en cualquier dirección para obtener el éxito.

La primera línea (ying) corresponde al trigrama del sol y define al sujeto como alguien cauteloso, flexible y humilde. Esto sugiere, aunque no lo dice, que el sujeto saldrá del peligro. Constata que “tiempos extraordinarios demandan extraordinarios talentos para conducir los asuntos. Es verdaderamente grande la obra por hacer, en este extraordinario momento.”

La segunda línea (Yang) nos presenta un añoso sauce que aún florece en retoños y a un esposo anciano casado con una muchacha, a quien aún es capaz de preñar. Ambos augurios son favorables.

La tercera, también Yang, muestra una viga que se estremece y subraya el peligro de derrumbe. El sujeto confía en sus fuerzas, pero solo no podrá soportar la enorme presión a que está sometido.

La 4ta línea, Yang. Nos muestra un rayo que se curva hacia arriba. El sujeto de esta línea está exento del deber de enfrentar la extraordinaria exigencia del momento, pero él es fuerte y está en el sitio apropiado, por lo que su vigor se equipara con la magnitud de su tarea. No debe buscar la ayuda del sujeto de la primera línea, porque lo perjudicaría, restándole fuerzas.

La línea 5ta es fuerte y ocupa el lugar dominante del Hexagrama. Este sujeto está a la altura de los extraordinarios méritos que la Tarea demanda, sin embargo tampoco puede contar con el auxilio de la 6ta línea, que es débil. Ahora el sauce sólo echa flores, no retoños. Una esposa envejecida no puede engendrar, aunque esté casada con un joven. La decadencia vuelve a presentarse. Este sujeto, si bien no puede ser condenado como el de la 3ra, tampoco su acción merecerá alabanzas.

El sujeto de la 6ta, (Ying), “Prosigue su camino desafiante, decidido a satisfacer las extraordinarias exigencias de la época, para el bien de todos bajo el cielo. Sin embargo, él no está a la altura de la Tarea y sucumbe aplastado por su peso. No obstante, su disposición modifica el juicio respecto a su conducta.

Hasta ahí la respuesta del I Ching. Si me aventurase a comentarla, diría que el prestigio milenario del Oráculo ha salido airoso, al establecer con nitidez la situación del País y el carácter extraordinario de la Tarea pendiente. Respecto a los sujetos que protagonizan cada línea, me parece muy sugestivo el de la 4ta línea y recomiendo al Emperador regente que medite al respecto.

La lectura se ha realizado a partir de la edición del I Ching traducido al inglés por James Ledge en la Universidad de Oxford en 1882, publicado a fines del pasado siglo por Bantam Books. La defectuosa versión al español es mía, las eventuales coincidencias, de la magia.
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