CERCA DE MARJAH, Afganistán (AP) - Infantes de marina estadounidenses y soldados afganos descendieron de helicópteros el sábado al comenzar una esperada ofensiva sobre la localidad más grande en poder del Talibán en el sur de Afganistán, con la intención de restablecer el control del gobierno y socavar el apoyo a los extremistas en su bastión sureño.
El ataque sobre Marjah es el clímax de la ofensiva internacional y afgana más grande en la guerra en Afganistán y es la operación de combate más intensa desde que el presidente Barack Obama ordenó en diciembre el envío de 30.000 soldados más para mejorar las posibilidades de vencer a los extremistas.
De acuerdo con comandantes de la infantería de marina estadounidense, es posible que haya entre 400 y 1.000 insurgentes parapetados en esa comunidad con 80.000 personas en la provincia de Helmand, incluyendo más de 100 combatientes extranjeros.
Miles de soldados estadounidenses y afganos forman parte de la operación para controlar Marjah, 610 kilómetros (380 millas) al suroeste de Kabul, e imponer el control del gobierno en la ciudad. Marjah se ha convertido en una base de suministro de mercancías para el Talibán y un centro de su negocio de opio.
Antes del asalto, la principal carretera que comunica a Marjah fue abarrotada el viernes por vehículos y camiones de los cientos de civiles que huían de la zona ante la inminencia del ataque.
Los líderes tribales de la región pidieron a la OTAN que termine su operación rápidamente y proteja a los civiles, una solicitud que sugiere que la población cooperará con las fuerzas internacionales y afganas una vez que los insurgentes sean expulsados.
Vecinos de Marjah dijeron a The Associated Press esta semana que los milicianos del Talibán les prohibían irse de la zona, y que habían colocado minas en la carretera para frenar el avance de la OTAN.
Aún así, la carretera entre Marjah y la capital provincial de Lashkar Gah, a unos 30 kilómetros (20 millas) al noroeste, quedó atestada con cientos de vehículos y camiones. Muchas de las personas que escapaban dijeron que tuvieron que irse rápidamente y a escondidas para evitar la represión del Talibán.
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