sábado, 13 de febrero de 2010

La ola Valdés


Cubamatinal/ Ramiro Valdés va a Venezuela, vuelve a La Habana y regresa de nuevo a Caracas... en menos de una semana.

Por Angélica Mora

Texas, 13 de febrero/ Los venezolanos tienen por costumbre ponerle sobrenombres a las personas, como una forma jocosa de aliviar situaciones serias y delicadas.
El último sobrenombre para Ramiro Valdés es "Ola" Valdes.
-¿Por qué "Olas", pregunté sorprendida
-Porque va y viene, me contestaron.

Ramiro Valdes regresó a Caracas en forma secreta.
Ya varios han visto al comandante cubano, (cuyo último sobrenombre había sido Kilovático Valdés) de vuelta en el Palacio de Miraflores y la Casona.

Valdés, acostumbrado a estos juegos malabaristas de "aquí estoy, aquí no" de Cuba, está empleando el mismo truco para tupir a los venezolanos, confundirlos y que en ningún caso se sepa si está o nó dirigiendo en el terreno, las operaciones de represión contra los opositores de Chávez.

No es extraño que los venezolanos -poco acostumbrados a los Misterios a lo Fidel Castro- estén mareados:
Chávez anunció el domingo que Ramiro Valdés había regresado a La Habana.
Sin embargo, todavía nada escapa al ojo surpicaz de los venezolanos que siempre se enteran de casi todo y descubrieron que el Electricistacubano había vuelto.
El martes por la noche varios militares vieron que el siniestro personaje ya estaba de vuelta en Venezuela. La llegada fue a través de la base Aérea de Carrizal en el estado Guárico.

Los aeropuertos venezolanos hoy en día mantienen un estatus de Zonas altamente restringidaas y los funcionarios del gobierno e invitados entran y salen del país sin que nadie se entere.

Es así como han entrado a Venezuela 78 mil cubanos, grandes grupos de iraníes y otros extranjeros, muchos de los cuales no necesitan ni pasaporte, sólo presentan cartas especiales que le abren de par en par la entrada a Venezuela.
Estos invitados vienen con propósitos bien definidos de trabajar para sus causas y las de Hugo Chávez que, innegablemente, no son la de la mayoría de los venezolanos.

La estratagema de la presencia de Ramiro Valdés con nuevas instrucciones cogidas desde la Cripta la desarrollaré en otros Apuntes.
Lo malo es que el alivio de los militares y los venezolanos ante la partida del Comandante cubano se quedó en sólo eso, en un corto suspiro.

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