martes, 30 de marzo de 2010

Cubanoamericano víctima de estafa, robo y preso en Valle Grande


Dr. Darsi Ferrer, preso de conciencia

La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – El viaje de visita a sus familiares del cubano-americano Enrique Jorge Paneque Garrido se le transformó en una pesadilla al llevar pocos días de estancia en la Isla, luego de sufrir varios incidentes que lo condujeron a la cárcel.

Su mala suerte comenzó cuando lo timaron unos desconocidos con 80 CUC falsos, después fue arrestado por una denuncia anónima que recibió la policía, y los oficiales del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) le robaron sus prendas cuando efectuaron un registro en el domicilio de su mamá donde se hospedaba. Actualmente lleva cinco meses preso y espera juicio en la cárcel Valle Grande, acusado de falsificación de monedas.

Paneque Garrido es un joven de 29 años que reside en los EE.UU. desde el 2003. Viajó a Cuba el pasado 1ro de octubre. Al día siguiente de su llegada fue a la casa de cambio (Cadeca) que está ubicada en la esquina de Zanja y Belascoaín, en busca de cambiar algunos dólares americanos por CUC, que es la moneda autorizada en las tiendas que venden sus productos en divisas. Dos individuos lo interceptaron en las proximidades del lugar y le ofrecieron un precio más conveniente que el fijado por la Cadeca. Dudó por unos minutos pero terminaron convenciéndolo y compró 400 CUC.

De regreso a casa de su mamá se dio cuenta que entre el dinero que compró a los dos individuos habían cuatro billetes falsos de 20 CUC. Esa situación le provocó una gran molestia, pero optó por olvidar la pérdida, apartó el dinero falso de su billetera y lo guardó en un bolso viejo que su mamá ya no usaba. Y continuó concentrado en sus planes de divertirse y disfrutar de su estancia en La Habana.

El lunes día 5, mientras compartía en el malecón con varios amigos de la infancia y otros conocidos, comentó lo que le sucedió días atrás cuando le compró el dinero a los dos extraños y resultaron ser estafadores. A la mañana siguiente lo despertaron varios oficiales del DTI con una orden de registro. Los militares revisaron toda la casa y ocuparon los cuatro billetes falsos. Al joven cubano-americano lo arrestaron y condujeron para la sede nacional del DTI, en 100 y Aldabó.

Enrique Jorge permaneció en las escalofriantes celdas tapiadas de esa institución por veinte días, sometido a interrogatorios sin derecho a disponer de un abogado, y compartiendo el reducido espacio, de 3 metros de largo por 2 de ancho, con delincuentes comunes. En esas condiciones se enteró de que sus prendas de oro, valoradas en 6 mil dólares, habían desaparecido del closset de su casa el día del registro. Eran dos cadenas, dos manillas, cuatro sortijas y un reloj marca Citizen. La policía no ha dado explicación alguna sobre esa situación.

En varias ocasiones le pidió al instructor de su caso un reconocimiento hablado para intentar por esa vía localizar a los estafadores. También recomendó el chequeo de las cámaras que hay instaladas cerca de la Cadeca , donde realizó la compra del dinero a los desconocidos. Lejos de tomar en cuenta la petición del detenido, los militares a cargo de la investigación trataron de obtener una declaración aceptando que él se dedicaba a falsificar monedas, y como no les resultó lo trasladaron para la cárcel Valle Grande en condición de preso preventivo.

La familia del joven pudo contratarle abogado a un precio de 3 mil dólares (75 000 pesos cubanos). La abogada, de nombre Yaquelín, le ha confesado a estas alturas que, analizando la carencia de pruebas de la fiscalía que lo incrimine de algún delito, no sabe por qué lo tienen preso, y que ella no puede hacer nada. Además, por su parte ella consiguió catorce testigos que trabajan en varios de los lugares visitados por su cliente, que reconocen que en ningún momento él pagó con dinero falso y recuerdan que hizo compras de cientos de CUC. Algunas de las instalaciones referidas son:

Centro nocturno La Macumba, Restaurante La Cecilia, Discoteca del Hotel Dubil, Restaurante del Barrio Chino y playa Mar Azul, entre otros.

El cubano-americano Enrique Jorge Paneque Garrido se encuentra confinado en condiciones deplorables, ni siquiera tiene garantizado atención médica para su padecimiento de Diabetes Mellitus y considera que el proceso penal que le siguen las autoridades cubanas no cumplen con las mínimas garantías jurídicas.

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