martes, 30 de marzo de 2010

Dirigente radical vasco detenido en Venezuela fue expulsado a Francia


CARACAS, 31 marzo 2010 (AFP) – El militante de la izquierda radical vasca Walter Wendelin, detenido en Venezuela el domingo cuando se disponía a ingresar al país procedente de México, fue expulsado este martes a Francia, informó la organización humanitaria Provea.

opinan los foristas

“Hace cinco minutos se comunicó vía telefónica con mi persona Walter Wendelin dirigente del partido Izquierda Independentista Vasca quien me informó que había sido montado en un avión de Air France para de esta manera concretar la expulsión del país”, declaró el coordinador de Provea, Marino Alvarado, citado en el comunicado.

La detención de Wendelin nunca se hizo oficial ni tampoco se han informado las razones de su deportación a Francia, aunque extraoficialmente se supo que era su próximo destino después de su escala en Caracas.

Fuentes diplomáticas españolas habían informado en Caracas que Wendelin no tiene pasaporte español “ni causas pendientes” en aquel país, lo cual en términos legales excluía su deportación a Madrid.

Según había informado Alvarado más temprano, los servicios venezolanos que custodian a Wendelin “lo quisieron obligar a firmar un documento afirmando que él era directivo de Batasuna y que salía de Venezuela de forma voluntaria, a lo que se negó”.

Batasuna, formación política considerada el brazo político de la banda armada separatista vasca ETA, fue ilegalizada por la justicia española.

A Wendelin se le ha vinculado con esta organización aunque sobre todo es conocido por ser uno de los líderes del movimiento internacionalista Askapena, al que también se asocia con ETA, y por su militancia en otras formaciones ‘abertzales’ (izquierda radical vasca).

El dirigente vasco había viajado sin problemas a Venezuela hace escasos meses para participar en un foro político.

A principios de marzo un juez español publicó un auto de procesamiento que señala una presunta “cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre las FARC y la ETA”.

Los hechos fueron negados tajantemente por el gobierno del presidente Hugo Chávez, pero la cuestión creó tensión entre ambos países.

A Venezuela llegaron en los años 80 varios militantes de ETA con el estatuto de refugiados políticos gracias a un acuerdo entre España y el gobierno del país sudamericano.

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