domingo, 21 de marzo de 2010

HIPÓCRITAS


Por Alejandro Tur Valladares

Cuenta el gracejo popular que durante el entierro de un excombatiente revolucionario, su compañero de causa se aprestó a despedir el duelo. Refieren que comenzó culpando al imperialismo yanqui por la muerte de su camarada. Otro excombatiente que estaba a su lado, le tocó el hombro y susurrándole al oído le dijo. Oye, que no fue el imperialismo yanqui, que fue un camión Ford. Ante la novedad el interpelado sin inmutarse se viró y le dijo: Da igual, era americano.

Si cuento este conocido chiste, no es por hacerle reír, que la gracia no está entre mis talentos. Lo hago por mostrarle la similitud que hallo, entre el fundamentalismo del personaje del cuento y el que con frecuencia muestran, muchos periodistas gubernamentales.

Juegos Olímpicos ¿Bendición o maldición? Es un artículo del periodista Yuri Guevara, dedicado a fustigar ese innecesario derroche económico que, según su criterio, supone la realización de unos juegos olímpicos y cuya sede para el 2016 esta siendo discutida entre varias ciudades, entre las que se hallan Tokio y Chicago.

Lo que me interesa resaltar del trabajo no es la opinión en sí misma del periodista con la cual pudiéramos estar de acuerdo o no, sino la hipocresía que le acompaña, pues curiosamente, en ningún medio noticioso del territorio insular, han aparecido reflejada opiniones de similar naturaleza, cuando la cede que organiza el evento deportivo es aliada de la dictadura cubana.

Glamorosas fueron las olimpiadas de Moscú ochenta. El criterio de la prensa cubana de la época, unánimemente se volcó a resaltar la magnificencia del evento y, de los gastos jamás dijo nada. Similar comportamiento asumió recientemente durante la cita en Beijing, de la que sólo tuvimos buenas referencias. Jamás se nos habló del gasto que acompaño a esa joya de la arquitectura que es el Estadio erigido allí y que popularmente se conoce como “Nido de Pájaro”, cuyo costo, según los cables noticiosos rompió más de un record Guiness.

Fidel Castro, en la década de los 90, mientras el país se hallaba transitando por la mayor crisis económica que se recuerde, realizó unos juegos Panamericanos que succionó cuantiosos recursos de la economía nacional. Ante un hecho tan grotesco la prensa cubana jamás dijo nada.

Hipócritas, buscan la paja en el ojo ajeno y se olvidan de la viga incrustada en el suyo.

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