martes, 30 de marzo de 2010

Infortunado Fariñas


Enviado por ei en Marzo 30, 2010 – 21:09 pm.Joaquín Abreu

He oído a algunos analistas y personas en general preguntarse porqué los Castro no ceden ante el sacrificio (válido y digno del más alto reconocimiento) del héroe Guillermo Fariñas, quien sólo pide la libertad de los presos políticos gravemente enfermos. No les está pidiendo que dejen el poder, ni siquiera que reconozcan a la disidencia.

Algunos opinan: Son unos criminales; otros: son orgullosos y soberbios; por allá dicen: son unos tozudos y brutos. Quisiera dejar aquí también mi opinión. Los Castro no ceden porque están peleando por su vida. No quita eso que también sean unos criminales, orgullosos y soberbios; aunque en cuanto a lo de tozudo y bruto debe excluirse al hermano mayor. Ese sabe muy bien lo que hace.
Los dos hermanos están plenamente conscientes, así como toda esa élite octogenaria cuyo apoyo les sostiene, que si ceden un ápice de su posición intransigente y el control se les va de la mano, no van a terminar sus días felizmente como un Gorvachov. Ellos tienen bien claro que su destino es el de Nicolae Ceausescu.

Los crímenes cometidos por los Castro y toda esa cuadrilla del comienzo revolucionario en complicidad con ellos, los hace sentirse muy expuestos a la justicia. Saben de sobra que no va a existir para ellos piedad y mucho menos perdón si pierden el poder. Por eso me parece que su pensamiento pueda adivinarse: «Que se muera Fariñas, apaleamos a las Damas de Blanco, matamos a los presos de conciencia poco a poco, si tenemos que sacar los tanques a las calles si el pueblo se rebela, los sacamos, porque en esto nos va, no el puesto o la libertad, nos va “el pellejo”». Comprender esto así es algo que aterra. Y temblamos por Fariñas y todos los héroes y heroínas que están al alcance de su miedo y de su ira.

-FOTO: Elena, Nicolae y Castro, La Habana 1973: ovidiu-nicolaeceausescu

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