lunes, 29 de marzo de 2010
Octavo Cerco: Nadar entre dos aguas y sin ahogarse
Por Octavo Cerco 15 hours, 43 minutes ago Quedar bien con dios y con el diablo es muy difícil, aunque no imposible. Si alguien lo duda puede preguntárselo a los muchachos de Calle 13, ellos tienen la fórmula. Así, por ejemplo, invitaron a tocar a Aldo de Los Aldeanos, pero nadie le dio al rapero una credencial, ni tampoco estuvo en la guagua con el resto de los músicos, de manera que cuando llegó al concierto los de seguridad no lo dejaron pasar. Sin embargo, nadie podría decir que los reggetoneros hayan sido cómplices de censura, ni siquiera testigos silenciosos de la misma. Cantar temas contra la Oficina de Intereses de Los Estados Unidos en La Habana y por los derechos de todos en Miami también funciona, si bien es menos sutil. Por último, tirarse fotos con las mujeres de los cinco compañeros del Ministerio del Interior encarcelados en Estados Unidos y apoyar a las Damas de Blanco desde Puerto Rico, les da el toque cínico que nuestra superficialidad puede, a pesar de todo, perdonar. Quizás “Residente” y “Visitante” creyeron –una pizca de ingenuidad para triunfar en el mercado de la “política musical”- que los cinco eran prisioneros políticos o de conciencia, ya que luego declararon –del lado de allá del charco- que se habían reunido con familiares de hombres encarcelados por sus ideas aquí en Cuba. Debe ser muy triste para un periodista condenado a veinte años de privación de libertad por sus escritos escuchar tan falseadas confesiones. Por supuesto que todas estas reflexiones no se necesitan para darle duro a la cadera a la hora de bailar reggaetón, ese era el objetivo del grupo en la isla, y lo cumplió.
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