Por Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero, desde la cárcel Cerámica Roja dicta los textos.
Camagüey, 24 de Marzo / www.cihpress.com ― La policía continúa empuñando y disparando sus armas contra el pueblo humilde y desarmado en las calles camagüeyanas.
Los abusos de poder y la extrema violencia de los encargados de preservar el orden interior de esta ciudad, están entre dichos.
Según el testimonio del adolescente Osmani Torre Romo, de 18 años de edad, vecino de la calle Martí entre B y C reparto Sánchez Soto, quien recientemente ingresó en esta prisión.
“En la noche no se puede circular ni a asistir a los centros de recreación de la ciudad de Camagüey pues la policía con su actuar está implantando el terror en la calle fundamentalmente contra la juventud empleando la violencia propinando palizas y realizando detenciones arbitrarias e injusta”.
Osmani, es estudiante de informática, el pasado 2 de marzo salió a compartir con su novia en una discoteca, al regresar a su domicilio fue interceptado por el jefe del sector de su zona residencial, el primer teniente Orestes Martínez Olivera que lo encañonó con su pistola y al no ser obedecido por el joven que aterrorizado se dio a la fuga disparó el arma contra su víctima impactando proyectiles en las paredes de las viviendas colindantes.
Por suerte, no hubo que lamentar pérdidas humanas, ni nadie fue lastimado.
El mismo funcionario lesionó gravemente a una niña de un año y seis meses de nacida la pequeña Saled residente en el reparto Rubidosa de esta ciudad y que fuera objeto de cuestionamiento en los medios internacionales recientemente.
La tranquilidad ciudadana está siendo violada. La seguridad para la vida en las calles agramontinas se encarecen. El orden interno está siendo pisoteado por las fuerzas represivas al servicio del régimen que continúan encubriendo y concediendo una impunidad a sus pistoleros uniformados quienes van convirtiendo la ciudad en un verdadero campo de batalla.
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