martes, 30 de marzo de 2010

Se mezclan aguas potables y albañales en los alrededores de una escuela primaria

Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Georgina Noa Montes


Se mezclan aguas potables y albañales para desbordarse en los alrededores de una escuela primaria, ubicada en una comunidad perteneciente al municipio de Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana.

Por más de catorce años los vecinos del Reparto Capri, sufren las consecuencias del desbordamiento de las aguas en sus calles. Pero los más perjudicados son los menores de edad que cursan sus estudios en la escuela primaria, ``Cesáreo Fernández Díaz´´ que se halla entre las calles Alfredo López y Gutembert.

La señora María Sánchez es vecina de la calle 4ta. en el reparto de referencia, y al respecto me comenta: ``Hemos (los vecinos) formulado quejas a varias entidades, como a las oficinas de Acueductos y Alcantarillado, a las oficinas de Comunales, al Delegado del Poder Popular de la Circunscripción, al mismísimo Consejo del Poder Popular Municipal y a cuantas instituciones creemos nos pudieran resolver la situación. Pero nadie da soluciones definitivas, vienen arreglan un poquito por aquí y a los días entonces resurge por allá y las circunstancias no varían



Marjore Moreno, vecina de calle 1ra. No.24 entre Calzada de Bejucal y A, Reparto Rosario, Arroyo Naranjo, es la mamá de un niño de 6 años de edad que cursa el primer grado en la escuela mencionada: ``Mi niño asiste a esta escuela hace dos cursos escolares, pero yo visito esta comunidad hace bastante tiempo ya que hice muchas amistades, cuando de pequeña también cursé mis estudios primarios en ella; al igual que mis padres y otros familiares. Desde hace muchos, pero muchos años, existe esta problemática, la que cada día se acrecienta más y en ocasiones se hace insostenible, provocando que los niños, para acceder al plantel se vean obligados a colocar instrumentos que le permitan cruzar el riachuelo que provoca estos salideros. Muchos se tienen que quitar los zapatos para no llegar con ellos mojados al colegio, otros, los propios padres tienen que cargarlos para cruzar las aguas y lógicamente no han faltado los accidentes provocados también por estas condiciones. Sin contar la falta de higiene existente en los alrededores.”. Concluyó Moreno.




























Ciudad de La Habana, 29 de marzo de 2010.

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