POLITICAMENTE INCORRECTO de Ivan Curra
the real cuba
Esta nota surge de una conversación en FB en relación a las huelgas de hambre de opositores cubanos y las manifestaciones de las “Damas de Blanco”. Allí mencioné que habían semejanzas entre la
dictadura de los Castro y la de Pinochet y varios intervinientes lo
negaron categóricamente, desafiándome a nombrar alguna. Bueno, obligado
entonces las señalé y son, a mi humilde juicio, las siguientes:
1.- Ambas dictaduras se identifican con la Patria. Estar en contra del
régimen castrista es ser “anticubano”. Luchar contra Pinochet era estar
en contra de los principios mismos de la "chilenidad". Ambas nacieron en contra de regimenes totalitarios la dictadura
pinochestistas contra unidad popular y Allende y los Castro contra Batista,
2.- Quien lucha contra el régimen cubano es porque es un "mercenario"
vendido a los dólares del imperio. Quienes luchamos contra la dictadura
de Pinochet estábamos vendidos al "Oro de Moscú". No había posibilidad
de que alguien luchara honestamente contra un régimen cuyos principios
y acciones repudiaba.
3.- Ambos rechazan la ingerencia en los "asuntos internos" de los
organismos de derechos humanos que reclaman por las violaciones
cometidas en su territorio.
4.- Ambos impiden la libertad de prensa. En esta comparación sale
ganando Pinochet, pues aunque con censura y hasta con crímenes contra
periodistas en alguna ocasión, en Chile tuvimos la posibilidad de tener
revistas, diarios y radios opositoras legales de circulación abierta
que jugaron un rol fundamental en la recuperación de la democracia. Mi
saludo para esos valientes profesionales. En Cuba, después de 50 años,
no hay ningún medio opositor legal. Los pocos que existen son
clandestinos y muchos periodistas están entre los presos de conciencia.
5.- En ambos no existe poder judicial independiente. No hay para que
hablar de las fiscalías militares y el vergonzoso rol de los tribunales
ordinarios chilenos (salvo unos pocos jueces íntegros). En Cuba, un
tribunal condena a muerte a tres personas, que no hirieron ni mataron a
nadie, mediante un proceso muy expedito: El 3 de abril del 2003
cometían el delito y el 11 ya estaban fusiladas.
6.- Por supuesto, ambos prohíben que los opositores se organicen políticamente. Bueno, eso es de la esencia de toda dictadura.
7.- Ambos justifican todas las penurias de su pueblo en la agresión
externa. El boycot del comunismo internacional en el caso chileno. El
bloqueo gringo en el caso cubano. Y por supuesto que ambas cosas tenían
parte de verdad, pero servían también para ocultar los propias
negligencias. Bueno, Raúl Castro ha dicho que está luchando contra la
corrupción y el derroche. Y aunque el bloqueo norteamericano es
efectivo y causa daño, Cuba comercia con muchos otros países y buena
parte de su economía descansa precisamente en el intercambio
internacional.
8.- Ambos rinden culto al militarismo. El Capitán General aquí, el Comandante allá.
9.- Como personajes primitivos de su época, ambos dictadores expresaban
machismo y homofobia. Algunas frases famosas: Pinochet, en el Club de
la Unión en 1990: El ejército alemán está lleno de "marihuaneros,
drogadictos, melenudos, homosexuales y sindicalistas”. Fidel Castro,
durante el éxodo de Mariel en 1980: “Ahí se va la escoria de la
sociedad, se van delincuentes, se van “homosexuales”. En este aspecto
hay que reconocer que con Raúl hay una mejoría, que puede ser motivada
por diversas causas, una de ellas, el rol de su hija Mariela en la
defensa de las minorías sexuales.
9.- Ambos han sido maestros en el uso de la infiltración. Los "sapos"
aquí, los "chivatones" allá. En esto da la impresión que por la cultura
chilena, la dictadura no se enorgullecía mucho de ello públicamente.
Allá, el régimen castrista se vanagloria abiertamente de cómo sus
agentes de seguridad llegan a convertirse en dirigentes de las
organizaciones disidentes.
10.- Ambos eran “agredidos” por transmisiones desde el exterior. Radio Martí allá; Radio Moscú y Radio Magallanes acá.
11.- Ambos organizan eventos electorales carentes de las mínimas
garantías para tratar de legitimarse. Las elecciones con partido único
y sin libertad de prensa allá, la consulta del 78 y el plebiscito del
80 acá. Hay que reconocer que en el plebiscito del 88 la dictadura
chilena tuvo que entregar cierta libertad de acceso a la televisión a
la oposición, la recordada franja electoral. Bueno, por eso también
perdió. Allá no corren riesgos.
Entre las diferencias:
1.- Salvo las primeras etapas, en que los revolucionarios hicieron
famoso el paredón, la represión cubana no ha alcanzado el nivel de
brutalidad de la represión de Pinochet, con sus 3.000 detenidos
desaparecidos, ejecutados y muchos miles más de torturados. No nos
metamos en el tema de los exiliados para no echar a perder esta
comparación favorable a los Castro.
2.- La dictadura cubana ha logrado avances importante en varios indicadores de calidad de vida con un PIB más bien modesto.
3.- Por supuesto, los valores que proclaman son muy distintos. En
Chile, la competencia, la libertad económica, el individualismo. El
régimen cubano enarbola la igualdad y la fraternidad. Bueno, por algo
también uno estuvo embrujado algún tiempo por esa parte de la historia.
He estado en Cuba y he visto como, en lugar de carteles llamando a
consumir tal o cual marca, hay llamados a cultivar valores humanos.
Eso, si fuese fruto de la decisión libre e informada de su pueblo,
sería absolutamente admirable y sería el tipo de sociedad que querría
para Chile. Por desgracia, no lo es.
Después de decir esto, alguien me replicó que la gran diferencia estaba
en los fines. El bienestar de su pueblo, en el caso de los Castro y el
servir a la oligarquía y el capital exterior en el caso de Pinochet.
Concedamos el punto, para no meternos en otra discusión. Bueno, si la
gran diferencia está en los fines, entonces aparece la vieja discusión
de si los fines justifican los medios. Para mi, no.
Publicado por Liborio Esperanza
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