martes, 30 de marzo de 2010
Y PASÓ EL TIEMPO, Y PASÓ...
Por: Manuel Sosa
A veces imagino lo que será la prensa cubana dentro de dos siglos, cuando nadie se acuerde del castrismo y sus derivaciones; si existirá una concordia y un sosiego tan dominantes que lleguen a preocupar a los cronistas, y conciban entonces nuevas maneras de avivar la Historia. Imagino también el relato mítico que vendrá a sustituir lo que hoy resulta incomunicable por los medios oficiales. ¿Qué ocurrió en realidad, hasta qué punto hicieron silencio aquellos que nada arriesgaron por la noticia, pese a ser responsables de divulgarla? ¿Cómo conciliar la abundancia de sucesos, generados por la violencia y la miseria, con los archivos agrarios y pseudo políticos que acumularon los gerentes mediáticos de esta época? ¿Con qué llenarán mañana las lagunas que se han ido dejando? Medio siglo de personajes ridículos, de improvisación constante, de puestas en escena magnificadas, de chapucería y desfachatez, de malversaciones, de doble discurso, de abaratamiento social: medio siglo por describir aún, gracias a la reticencia de los diarios. Tal pareciera que el castrismo pretende así, suprimiendo todo testimonio posible, vindicarse como cápsula ahistórica, y prestarse dócil al relato futuro que se pretenda reescribir. Confían en la posibilidad de que la página en blanco, en vez de acusarles, los redima.
FROM La Finca de Sosa.
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