jueves, 1 de abril de 2010
Allanamientos policiales masivos en busca de los cables clandestinos con los que se informa la población de La Habana
Cuba/ Se calcula que el 30% de la población capitalina tiene acceso a la programación clandestina
Cubamatinal/ Bajo un fuerte operativo que incluyó policías y equipos para romper las calles despertaron las barriadas de Párraga y Callejas en Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana.
Por Eriberto Liranza Romero
La Habana, 31 de marzo/ Comunicadores sociales/ El joven Denis Jáuregui, que es vecino del lugar informa: “El objetivo de todo esto era impedir que el pueblo viera la marcha en Miami en apoyo a las Damas de Blanco, fue impresionante, nunca habían llegado tan lejos como esta vez…”
“…Rompieron las calles e incluso los cables del tendido eléctrico de las casas fueron dañados, se podía ver lo preocupados que estaban por la forma en que allanaban los hogares, era como si les costara la vida, llegaron en carros marca Peugeot con escaleras, con barretas y picos habrían las calles y aceras buscando los cables soterrados, mientras hombres vestidos de civil hurgaban en patios y azoteas; esto sucede a cada rato en la ciudad pero la gente se las ingenia para volver a empatar y soldar el destrozo, no se dan cuenta que el pueblo esta cansado de que le escondan la ‘bola’, quieren saber, tienen hambre de información y el ‘cable’ se las sacia…”
“…Las antenas de Direc-TV. son muy populares en toda la capital y han lacerado profundamente la censura del régimen al llevarle al pueblo la realidad de Cuba y el mundo. Otro efecto positivo de la recepción ilegal de estas transmisiones es la gran simpatía que han ganado las Damas de Blanco y los opositores entre los ciudadanos, gracias a la amplia cobertura que brindaron los noticieros del Sur de la Florida a las protestas que protagonizó la oposición por el asesinato del opositor Orlando Zapata Tamayo y el séptimo aniversario de la Primavera Negra, el pueblo pudo conocer de primera mano la crueldad con la que fueron reprimidas esas indefensas mujeres”.
Nota de Redacción/ Para los lectores poco enterados de la realidad cubana es bueno aclarar que el fenómeno de la “televisión por cable” en Cuba es digno de un seguimiento informativo. Las ansias de información del cubano en general , unida a la iniciativa empresarial de algunos de ellos ha terminado convirtiéndose en un popular negocio donde todos ganan.
El ciudadano empresario que arriesga capital y con toda probabilidad su libertad, obtiene ganancias monetarias, el ciudadano usuario del sistema, paga por un servicio que lo actualiza sobre lo que ocurre en el mundo y en su propio país. El sistema es bien simple, el promotor de las transmisiones se las arregla para captar la señal en abierto de numerosas emisoras, -fundamentalmente de Florida- y las retransmite según una programación variada a los usuarios mediante un cable que llega a los hogares de los suscriptores que pagan por el servicio.
Los programas más populares son los noticieros (Canal 41 entre otros), telenovelas, peliculas, pero sobre todo los programas emitidos desde Miami y en los que participan conocidos y afamados artistas -Carlos Otero es uno de ellos con su espacio “Pellízcame que estoy soñando”- que desertaron recientemente - algunos de forma espectacular- de las filas de la “intelectualidad revolucionaria”.
El sistema de reproducción por cable es duramente perseguido por el régimen -tal y como se constata en la noticia anterior- , pero se reproduce una y otra vez como la hidra. Como la dictadura teme a la información como el vampiro a la cruz es probable que arrecie sus ya esmeradas medidas para impedir las transmisiones - la ciudad de La Habana es constantemente sobrevolada por helicópteros en busca de las antenas y coches especialmente equipados patrullan la capital en busca de señales de transmisión- pero la guerra en este campo entre el pueblo -la resistencia silenciosa- y los opresores está siendo ganada por los ciudadanos.
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