miércoles, 7 de abril de 2010
Ex trabajadores del Hato El Frío exigen al Gobierno cancelar sus prestaciones
San Fernando de Apure (Especial).- A un año de la expropiación del Hato El Frío, la nueva administración, la Empresa Socialista Agrícola “Marisela” S.A que dirige Aníbal Espejo, no le ha cancelado los compromisos laborales a los trabajadores que fueron despedidos el mismo día de la ocupación forzosa.
opinan los foristas
Alrededor de 20 trabajadores del antiguo Hato El Frío, algunos con más de 22 años de servicio, se encuentran a la deriva, pues no han recibido respuesta de la Empresa Socialista Marisela con respecto a su liquidación y recursos que les adeudan por el trabajo desempeñado.
Testimonios de algunos de estos trabajadores dan fe de su situación y la falta de seriedad por parte de quienes manejan hoy en día lo que fue el Hato El Frío.
Edgar Félix Zambrano era el segundo administrador del Hato El Frío. Manejaba la zona sur del Hato, el control de los animales, de la ganadería y de la cría de Chigüires.
“Hay una tradición de familia. Mis abuelos trabajaron en la compañía Invega que era la antigua administración del Hato El Frío, luego mi papá entró a trabajar también como mecánico y luego yo trabajé por durante 22 años hasta que fue expropiado el 4 de abril de 2009, cuando me sacaron ese mismo día y aún no me han cancelado lo que se me debe por los años que trabajé”, comentó.
Bruno Ramón Hernández con 67 años de edad, trabajó durante 9 años en el Hato El Frío bajo la administración de la empresa Invega y 9 meses después de la ocupación por parte del Gobierno.
“Me botaron el 16 de diciembre de 2009, no me pagaron mis prestaciones y tampoco me cancelaron mis aguinaldos. Fui a la inspectoría del trabajo y ellos me dijeron que la empresa Invega no le correspondía cancelarme, sino la administración de la empresa Socialista Marisela”.
Indicó que en los nueve meses que trabajó con Marisela “acabaron con El hato, ellos no tienen idea del trabajo que se hacía allí. Le tumbaron todas las casas. Eso lo acabaron. Ofrecieron villas y castillas a los trabajadores y mentira, el sueldo y la comida no más. Los primeros días si nos daban jugo, comida abundante, y ahora comen puro bollo y carne”.
Carlos Espinoza trabajó en la parte de seguridad durante cinco años y también fue botado el mismo día de la ocupación del Gobierno. Hasta ahora no ha tenido respuesta de la nueva administración sobre su liquidación.
“No me han pagado ni los cinco años de servicio, ni nada de lo que se me adeuda. Con la empresa Invega siempre nos pagaban a tiempo, teníamos beneficios seguro, medicamentos, nos daban las tres comidas. Nos trataban bien”, relató.
Agregó que “todo eso cambió cuando llegó el señor Aníbal que nos sacó engañados y de paso, el Gobierno se comprometió a cancelar la deuda con los trabajadores, pero este señor no cumplió. El Presidente debe pedirle cuenta para que sepa que no ha hecho nada ni por el hato ni por los trabajadores”.
Silo Colmenares trabajó como supervisor de seguridad por dos años en el Hato El Frío con la administración de la empresa Invega, hasta que una comisión de Aníbal Espejo “nos sacaron a mí y a otros compañeros del hato, sin ninguna explicación, y hace más de un año y todavía no nos han cancelado lo que nos deben. Hemos tratado de hablar con la nueva administración pero nunca recibimos respuesta, hemos acudido al Ministerio del Trabajo y tampoco pasa nada”.
“A nosotros nos sacaron como si fuéramos perros”. Así se expresó Héctor Alfredo Ostos, quien manifestó su desconcierto porque aún no sabe por qué lo sacaron del hato, y sin haberle pagado su liquidación y la quincena que aún no le había sido cancelada en el momento en que fue tomado el hato.
“Nosotros nos sentimos como una basura prácticamente, porque nos sacaron así, como perros, a las 1:00 de la madrugada nos dejaron en la carretera. Ahora se desentienden y no nos quieren pagar lo que nos deben por el tiempo que trabajamos. Le dijimos al señor Aníbal Espejo y nada, se burlan de nosotros”, dijo.
Nelson Pérez trabajó como obrero del Hato El Frío por 9 meses y por orden del señor Aníbal Espejo fue sacado del hato sin recibir su liquidación.
“Primero nos engañaron diciendo que fuéramos para la entrada que había un Mercal para vendernos comida para la familia más barata. Luego nos sacaron con el Ejército, no nos permitieron ni siquiera sacar la ropa y las cosas personales”, contó
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