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Por Roberto de Jesús Guerra Pérez/ Hablemos Press.
Ciudad de la Habana, 17 de abril/ www.cihpress.com ). — La policía política impidió el viernes pasado que opositores asistieran a una misa en la capital cubana.
Como cada viernes La Liga Cívica Martiana y otras organizaciones opositoras al régimen, intentaron participar en la misa de la 5 de la tarde que se realiza en la iglesia católica el Carmen, ubicada en la céntrica calle Infanta en Centro Habana, pero esta permanecía bajo un despliegue policial.
“La policía política impide con el despliegue de un operativo de gran envergadura que los activistas ingresen al recinto”, dijo Vladímir Alejo Miranda, presidente del Movimiento por los Derechos Humanos Miguel Valdés Tamayo, quien acompañado de su esposa Rita Montes de Oca fueron obligados a regresar a su casa.
Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos, algunos de los que logran romper el cerco son arrestado y trasladados a unidades policiales donde en ocasiones son llevados a calabozos e interrogados por oficiales de la seguridad.
“La intención de estos opositores en la iglesia es orar por la salud de los presos políticos cubanos. Al parecer eso le molesta a los gobernantes”, dijo Raúl Parada, un activista.
El viernes decenas de fueron obligados a regresar a sus hogares. Otros como es el caso de Julio César Jorrin Campos que logró burlar el cerco policial, a la salida fue arrestado por el represor Fabio y llevado a la unidad policial de la calle Zanja.
Julio César fue “interrogado y amenazado” con “encarcelarlo por Peligrosidad Social”, una Ley que permite al estado encarcelar a ciudadanos sin haber cometido delitos, “si continuaba asistiendo a la iglesia”, dijo Jorrin al ser liberado.
Evelio Francisco González, Niurkis Rivera Despaine, Ignacio Ita, Rafael Mur y otros pudieron entrar al recinto eclesiástico pero fueron reprimidos a la salida.
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